miércoles. 24.04.2024
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Astillas de madera de marabú listas para su uso

Utilización de la biomasa del marabú para la producción de energía eléctrica en Cuba

A finales del año 2011 se dio inicio al proyecto denominado "Biomasa Marabú" que pretende aprovechar el alto poder calórico de dicho arbusto para generar electricidad con su biomasa. Se trata de  una iniciativa surgida desde el sector universitario y forestal cubano y llevada a cabo en consorcio por la ONGD española SODePAZ y la cubana ACTAF, con fondos de la Comisión Europea, de la Junta de Andalucía, de SODePAZ y del gobierno cubano.

En una fase inicial, el alto grado de I+D de la iniciativa y lo novedoso de la misma en la sociedad cubana, chocó con numerosas dificultades como la selección del central azucarero más idóneo, la inversión en adaptación de los equipos generadores existentes o la poca experiencia en cortar y astillar marabú de forma mecánica, pero la tarea de incidencia y sensibilización fue poco a poco dando resultados favorecida por la alta pertinencia del proyecto y su valor estratégico. Según los investigadores del grupo empresarial Azcuba, aunque se consume más marabú que fuel oil en la producción de una tonelada de azúcar refino, la sustitución implica el ahorro de más de 300 pesos convertibles en la generación de cerca de 223 kilowatios por tonelada de marabú, lo que representa un ahorro considerable para el proceso productivo.

El proyecto, según nos comenta Rolando Padrón, responsable por la parte cubana, “pretende demostrar la factibilidad y eficiencia del aprovechamiento energético de la biomasa del marabú de cara a ser una opción viable para el cambio de la matriz energética cubana. Dicha matriz debe ir, por lógica racional y por política nacional, abandonando la alta dependencia de los combustibles fósiles externos en favor de las energías renovables”.

El caso del marabú en Cuba cuenta, según el análisis de las entidades involucradas, como la Universidad de Camagüey, en el proyecto la biomasa de marabú en Cuba cuenta con un gran reto y un gran valor añadido. El gran reto supone crear una logística eficiente para la cosecha, transporte y la generación eléctrica con biomasa de marabú. No se conocen experiencias en el mundo parecidas de aprovechamiento energético de un arbusto de las características del marabú y dicha especie sólo se ha desarrollado de una manera tan invasiva en Cuba. “Lograr que todos los elementos de la cadena operen en la misma dirección, con la tecnología adecuada y en un entorno tan peculiar como el cubano, supone el principal desafío” según nos comenta Rafael Leyva, profesor de la Universidad de Camagüey.


Realización de inventario de biomasa de Marabú

Por otro lado, el gran valor añadido que lo diferencia del resto de aplicaciones renovables, se define por las ingentes cantidades de materia prima en la Isla, basta con darse un simple paseo por Cuba para observar el alto grado de infestación de los campos y por tanto las millones de toneladas de biomasa esperando ser empleadas. En la zona donde se viene realizando el proyecto, el 32% de las tierras  de producción cañera están cubiertas por marabú, según las estimaciones de Azcuba.  De esta lógica se deduce su  gran valor estratégico, según se aproveche la biomasa de marabú se liberan áreas que fueron anteriormente ganaderas, agrícolas o cañeras y que podrán volver a tener un uso productivo, apoyando de esta manera el otro gran pilar de la sociedad y la economía cubana, la soberanía alimentaria.

El proyecto desde un inicio respalda la realización de un inventario de marabú en los municipios más afectados por dicha plaga, de cara a conocer empíricamente las zonas infectadas, los volúmenes y la tipología de marabú de cada área, de esta manera es que se podrá planificar el aprovechamiento  más óptima y eficientemente.

La factibilidad de la propuesta intenta ser demostrada mediante la puesta en marcha de dos experiencias piloto en la provincia de Camagüey. La primera, de carácter más global, pretende demostrar y asegurar una futura industria en torno a la biomasa de marabú en Cuba, cosechando y astillando la biomasa con equipos de alta tecnología y transportándola al Central Azucarero Agramonte para quemarla y entregar la electricidad generada al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Una segunda experiencia más local pretende electrificar una comunidad aislada mediante la instalación en la misma de una bioplanta de gasificación alimentada por la biomasa de marabú que permita dar solución real a la ausencia de energía en los lugares más remotos y menos desarrollados.


Cosechadora de biomasa diseñada para el proyecto

El marabú se identifica como un grave problema nacional, pero con este proyecto se está transformando en una oportunidad para dar solución al manejo de este arbusto espinoso, duro y con elevada capacidad de crecimiento y rebrote.

En el último trimestre de 2014 el proyecto contó con la asistencia técnica de dos personas en el marco del programa de jóvenes cooperantes de la Junta de Extremadura. Durante este tiempo, pudieron conocer de primera mano el desarrollo del proyecto y aportar desde su experiencia tanto en temas de aprovechamiento forestal como políticas de igualdad dentro de las organizaciones beneficiarias.

En los últimos meses de 2014 se han dado definitivos avances para lograr con éxito los objetivos del proyecto “Biomasa marabú”, que a lo largo del 2015 está prevista su finalización. La maquina cosechadora de marabú está en funcionamiento y se han empezado a dar las primeras aportaciones de biomasas de marabú para la producción de energía en el central Agramonte, habiéndose aportado 78 Tm.

Los últimos meses de ejecución del proyecto servirán para perfilar la logística en busca de mayor eficiencia, cuantificar y evaluar los resultados y difundir la experiencia de cara a que esta iniciativa pueda replicarse y poder cuantificarse la inversiones que serán  necesarias.

El trabajo de estos cuatro años quedará en manos de la empresa forestal, de los responsables de los centrales implicados y de la comunidad de La Veguera, considerado hoy ya, como la primera piedra en el camino hacia un aprovechamiento energético generalizado de la biomasa forestal en Cuba. El programa de AZCUBA consiste en poner en marcha desde 2015 hasta 2030 no menos de 765 megavatios en 19 plantas que funcionen con biomasa, tanto anexas a centrales azucareros o con remodelación de la base energética existente. 



Cosechando marabú en Cuba