Tiene una extensión de de 100.032 km2. Hace frontera con Corea del Norte, el resto está rodeado por el mar de Japón hacia el oeste y el mar Amarillo al oeste.
El relieve es principalmente montañoso, lo que hace que la inmensa mayoría de sus tierras no sean aptas para el cultivo. Solamente en las tierras bajas situada en la parte oeste y el sureste del país son aptas para el cultivo, representan el 30% del total.
Corea del Sur tiene unas tres mil islas, la inmensa mayoría muy pequeñas y deshabitadas. La isla más grande es de Jeju-do con unos 1.845 km2. En esta isla se encuentra el punto más alto del país, que es el volcán Hallasan con 1.975 metros de altitud. Otras islas importantes son Ulleungdo y las Marado.
Los principales ríos son el Han y el Nakdong, ambos nacen en las montañas de Taebaek. El Han tiene una longitud de 514 km y desemboca en el mar Amarillo, es el río que pasa por Seúl. El río Naktong tiene una longitud de 525 km desemboca en el estrecho de Corea.
Su clima es continental húmedo y subtropical húmedo dependiendo de zonas y se encuentra afectado por el monzón lo que hace que en verano las lluvias sean abundantes sobre todo en el mes de julio. Las temperaturas en invierno son altas en la zona costera del sur y bajas en el interior montañoso. En los meses de verano son frecuentes los efectos de los tifones acompañados de grandes vientos.
La vegetación más frecuente en Corea del Sur son los bosques mixtos, dominando el arce, álamo y olmo, junto a ellos es frecuente el pino y el abeto. En las zonas costeras nos encontramos con el bambú, el roble y el laurel.
Existe una gran contaminación atmosférica sobre todo en las principales ciudades. Las lluvias ácidas afectan a gran parte del territorio. Los ríos y parte de los mares se encuentran contaminados debido a las descargas de aguas residuales e industriales, la costa oeste sobre el mar Amarillo está seriamente contaminada. La pesca de arrastre destruye el hábitat de los fondos marinos y, a su vez, favorece la extinción de especies.
Tiene una población de más de 50 millones de habitantes con una de las densidades poblaciones más altas del planeta con 490 habitantes/km2. Es muy urbana debido a la fuerte expansión económica de finales del siglo XX.
Su capital es Seúl con casi diez millones de habitantes. Otras ciudades importantes son Busán con 3.700.000 habitantes, Inchon con 2.600.000, Daegu con 2.500.000 y Daejon con 1.500.000.
La coreana es una sociedad muy homogénea, ya que el 98% de su población son de la misma etnia. En número de extranjeros es poco importante rondando el 2% de la población. Corea del Sur tiene la tasa de natalidad más baja del mundo con 9 nacimientos cada 1000 habitantes. La esperanza de vida casi llega a los ochenta años.
El idioma más hablado es el coreano. El coreano cuenta con su propio alfabeto que fue inventado en el siglo XV. Puede parecer que es un alfabeto pictográfico pero la realidad es que es un sistema fonético organizado en bloques silábicos.
Más de la mitad de la población de Corea del Sur no tenia adscripción religiosa. El 29,2 son cristianos, de los cuales son protestantes el 18,3 y católicos el 10, 9%. El budismo representa el 22,8%. La constitución coreana garantiza la libertad de culto y no hay ninguna religión de Estado.
SU ECONOMÍA
Corea del Sur experimentó una gran revolución económica entre los años 1975 - 2000.
En ese período, la agricultura pasó de ocupar el 45,7 % de la población activa al 11,6 % y actualmente representa solo el 3,0 % del PIB. La ganadería se consagra a las cabañas bovina y porcina, además de unas desarrolladas avicultura y cría de gusanos de seda. La pesca está localizada en los puertos de Pusan, Mokpo e Inchon.
Hoy en día, Corea del Sur es la 12ª economía más importante del mundo, y está clasificado como un país desarrollado por todos los organismos internacionales.
La industria maderera y del papel sitúa al país entre los principales proveedores mundiales. Los recursos minerales son escasos, el grafito y el cinc son las materias más abundantes.
El país posee un elevado P I B per cápita de 20.015 dólares en 2005. Su sector industrial genera el 40,4 % del PIB. Durante los años 60 y 70 del siglo pasado, el país experimentó un fuerte avance industrial textil, siderúrgico, naval (segunda potencia mundial), automovilístico, químico y electrónico. Corea del Sur tiene un gran interés por potenciar el desarrollo tecnológico.
La inversión extranjera acudió alentada por las facilidades fiscales, crediticias y laborales lo que facilitó muchísimo su desarrollo. Empresas coreanas como Samsung, LG, Hyundai y Kia se han transformado en multinacionales, que compiten en todo el mundo.
El sector de servicios, con importantes ingresos turísticos, resulta fundamental y supone el 56,3 % PIB nacional. Alrededor de un 85 % del comercio exterior corresponde a productos manufacturados calzado, tabaco y alimentación. Tras la depresión debida a la crisis financiera de 1997, se mantuvo en 2002 a un crecimiento del 6,1 % gracias a la industria manufacturera. Las exportaciones progresaron sobre todo por el empuje de la industria electrónica. El desempleo bajó al 3 %.
LA HISTORIA DE COREA DEL SUR
El territorio coreano fue frecuente lugar de batallas de ejércitos chinos, mongoles y japoneses. Los primeros pobladores eran tribus de lenguaje tungu que emigraron desde Siberia. Entre los siglos X y VIII a. C. se establecieron diversos estados tribales, de los cuales el más complejo fue conocido como Antiguo Choson en la cuenca del río Taedong.
Hacia el siglo IV a. C. Choson evolucionó como una liga de tribus comprendida entre las cuencas de los ríos Liao y Taedong. Para esta época los pobladores los pobladores de Choson utilizaban armas de hierro y arreos para caballos y coches de guerra.. En el año 108 a.C, el imperio Choson y lo reemplazó por cuatro colonias chinas.
Durante la época de apogeo del antiguo Choson, otros estados tribales florecieron en la península: Puyo, en la región de Manchuria de la cuenca del río Sungari y Chin, que durante el siglo II a. C. surgió al sur del río Han y fue posteriormente dividido en tres estados tribales.
Las distintas ligas se expandieron a través de la península y ésta, a partir del siglo I a. C quedó dividida en los reinos rivales de Koguryo, Paekche y Silla. Los tres reinos se transformaron en estados mediante sucesivas guerras de expansión, que llevaron a la organización de sistemas militares y administrativos centralizados.
Con el apoyo de la dinastía china T’ang, Silla conquistó y subyugo a Peekche en el año 660 y a Koguryo. De todos modos, los sobrevivientes del vencido Koguryo, liderados por el general Tae Chon Yang establecieron el reino de Pershae en el norte de la actual Manchuria y pronto entraron en confrontación directa con Silla, quedando la península dividida en un estado norteño y uno sureño, ambos tributarios de China.
Pershae se transformó en un estado sofisticado, al que los chinos llamaron el próspero estado del este, pero desde que cayó en manos de los khitan su territorio dejó de participar en la historia de Corea.
Silla unificado se convirtió en una monarquía absoluta, que minimizó la influencia de la aristocracia. La variante china del budismo avatamsaka proveyó el sustento ideológico para la monarquía y la aristocracia, en tanto que la población carente de privilegios se sintió atraída por el budismo de la Tierra Pura, que prometía bendición en el mundo siguiente.
A fines del siglo VIII comenzó el declive de Silla, debido a levantamientos campesinos y conflictos con la aristocracia, que abolieron el despotismo real. Se estableció un nuevo sistema, en el que se asentó el poder de algunos señores.
En el año 1170 estalló un golpe de Estado y, aprovechando el caos, el general Choe Chung Hon estableció un régimen militar desde 1197 hasta 1258. En el siglo XIII, Corea fue repetidamente invadida por los mongoles.
En el año 1392, se funda la dinastía Choson que duró hasta el año 1910. Choson estaba dominado por una clase aristocrática hereditaria llamada yangban, que se dedicó al estudio de las doctrinas neoconfucianas.
El país fue dividido en ocho provincias y el gobierno central designó a todas las cabezas administrativas del estado; fueron codificadas las leyes, y la alta administración estuvo a cargo del Consejo de Estado.
En 1597, Toyotomi Hideyoshi, líder militar japonés invadió Choshon con el pretexto de invadir China. La crisis nacional hizo que la gente de todos los rangos, incluyendo monjes budistas se alistaran para combatir al invasor. Con la ayuda de los chinos, los coreanos forzaron la retirad a de los japoneses, sin embargo la mayor parte del país quedó en ruinas.
A comienzos del siglo XVII, manchúes nómadas invadieron Choshon, apoderándose del norte del territorio, capturando Seúl en 1636 y exigieron la rendición del rey. En 1640 los manchúes depusieron a la dinastía Ming en China y establecieron la Ch’ing.
Durante la segunda mitad del siglo XVII y a lo largo del XVIII, la sociedad coreana sufrió grandes transformaciones. Se volvió popular el plantar arroz y se mejoraron los sistemas de riegos, se incrementó la producción agrícola, y con ello, el estándar de vida de los campesinos. El cultivo del tabaco y del gingseng incentivó el comercio interno y externo. Se intensificó de este modo el contacto con los mercaderes europeos y con sacerdotes católicos. Mientras, en Corea se producían radicales transformaciones ideológicas
Para finales del siglo XVIII algunos maestros de silhak se habían convertido al catolicismo; luego, miembros de la aristocracia siguieron el mismo camino. Importantes sectores del pueblo, alentados por la esperanza de encontrar igualdad ante Dios después de la muerte, fueron seducidos por la nueva religión que se fue expandiendo rápidamente.
El declive de la Dinastía Yi estuvo marcado por factores económicos y religiosos, sumados a las presiones exteriores. El yangban o nobleza se había apropiado de tierras públicas y no pagaba impuestos, lo que derivó en un aumento de la carga impositiva sobre los pobres, que no podían pagar y perdían sus tierras. A su vez la imposibilidad entre el cristianismo y el confucionismo llevó a que el estado persiguiera a los primeros.
En 1860, el estudioso Choe-u fundó una religión popular, la tonhak que combinaba elementos del confucionismo, el cristianismo, el chamanismo y el budismo. Pronto esta nueva enseñanza, bajo la bandera de la resistencia a los extranjeros y a la corrupción, cobró multitud de adeptos entre el campesinado y, para 1893, se habían transformado en un movimeitno político.
En mayo de 1893, los adeptos al tonhak tomaron la ciudad de Chonju, en el suroeste y las dos potencias interventoras China y Japón, enviaron tropas para dispersarlos.
Durante la ocupación japonesa, Corea fue usada como proveedora de alimentos y fuente de mano de obra barata. Los terratenientes y dueños de fábricas japonesas se instalaron en Corea y crearon una infraestructura que les facilitó la extracción de la riqueza.
En la década de los años treinta, la zona septentrional de la península se desarrolló industrialmente para suministrar materiales de guerra a los japonenses que se estaban extendiendo por el continente.
Con la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, Corea quedó ocupada, al norte del paralelo 38º, por tropas soviéticas y al sur por fuerzas norteamericanas. Las esperanzas coreanas de una nación unificada e independiente parecían estar a punto de concretarse, pero una compleja lucha de intereses entre las dos potencias lo impidió. La unión Soviética mantuvo su influencia y no permitió que se realizaran elecciones generales en la península.
Entre tanto la Suprema Asamblea del Pueblo de Corea del Norte redactó una nueva Constitución, que fue adoptada en agosto de 1948. Kim II-sun fe designado primer ministro y el 9 de septiembre, con capital en Pyongyang, fue proclamada la República Popular de Corea.
El 12 de octubre, la Unión Soviética reconoció a este Estado como el único gobierno legal de Corea. En diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció la soberanía exclusiva de la sureña República de Corea.
Las tropas norteamericanas permanecieron en el sur bajo la bandera de las Naciones Unidas, dominada entonces por Estados Unidos. En junio de 1950, Corea del Norte lanzó una ofensiva contra Corea del Sur. Las Naciones Unidas convocaron a todos sus miembros para detener la invasión, y el entonces presidente norteamericano Truman, ordenó a su ejército que asistiera a Corea del Sur sin pedirle al Congreso que declarara la guerra.
Truman prescindió asimismo del permiso de la ONU para enviar una flota al estrecho para proteger uno de los flancos norteamericanos y asistir, también al régimen chino anticomunista Chiang Kai Shek. La desastrosa situación militar de los surcoreanos fue salvada finalmente por el general Douglas Mac Arthur, que desembarcó a unos 160 km del paralelo 38º y logró dividir y derrotar a las tropas norcoreanas.
China preocupada por el avance aliado, advirtió de la presencia norteamericana en Corea del Norte la obligaría a intervenir. Mac Arthur hizo caso omiso y lanzó en noviembre la ofensiva.
China envió 180.000 hombres y, a mediados de diciembre los norteamericanos tuvieron que replegarse a sur del paralelo 38º.
En 1953 se firmó el armisticio y Corea quedó oficialmente separada en dos partes a lo largo del paralelo 38º. El conflicto duró 17 meses y hubo cuatro millones de muertos.
El 8 de agosto de 1990, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la admisión de las dos Coreas como miembros de dicho organismo internacional.
El 13 de diciembre de 1991 se firma un acuerdo de “reconciliación, no agresión, intercambio y cooperación”, considerado como un paso en el camino de la reconciliación.
Como vemos, Corea ha sido foco permanente de conflicto y siempre ha padecido el estar situado en medio de dos grandes países Japón y China. Es de esperar que con los años se logre la reunificación de los dos países en uno solo.
