viernes. 19.04.2024

El estadio de Vélez Sarfield, en el barrio porteño de Liniers, fue escenario este viernes del primer acto masivo que protagonizó la presidente de Argentina en su segundo mandato. Y tuvo lugar solo días después de uno de sus decisiones más trascendentes desde que llegó a la Casa Rosada, la expropiación parcial de YPF. El acto estaba pensada para conmemorar que hace 9 años Néstor Kirchner ganaba las elecciones, pero la recuperación de la petrolera le dio un nuevo marco al encuentro, una verdadera demostración de fuerza.

Una de las consignas fue “Vamos por todo”, que deja bien a las claras la tentación del gobierno y sus seguidores de apurar el paso y llevar a cabo transformaciones que apuntan incluso a un nuevo marco constitucional

Todas las organizaciones kirchneristas –y son muchas–, expresaron su respaldo a la presidenta y al “modelo”. Una de las consignas fue “Vamos por todo”, que deja bien a las claras la tentación del gobierno y sus seguidores de apurar el paso y llevar a cabo transformaciones que apuntan incluso a un nuevo marco constitucional.

Única oradora del acto y con La Cámpora, la organización juvenil del kirchnerismo ocupando los lugares de privilegio del estadio, Cristina Fernández no hizo ningún anuncio. Fue un acto para la militancia, recordando hitos de los sucesivos gobiernos con apellido Kirchner. “Quién pensó que finalmente nos íbamos a sacar de encima a ese Fondo Monetario Internacional y hoy los vemos con las mismas recetas obsoletas, esta vez ya no en los países emergentes sino en los países desarrollados”, dijo la presidente.

Reivindicó el papel del Estado, agradeció a la oposición el apoyo parlamentario a la expropiación de YPF, reivindicó la nacionalización de los fondos de pensiones, destacó los juicios a los militares genocidas y destacó que el mejor logro de su gestión y la de Néstor fue la incorporación de la juventud a la política.

“Yo no soy gorila (nombre que el peronismo reserva a sus adversarios), soy soldado de Cristina”, fue uno de los cantos de la habitual liturgia en estos actos masivos. A esto, la presidente pidió que lo cambiasen por “Soy soldado de Argentina, que también rima con Cristina”.

“Evita nos decía que donde está un trabajador está la Patria, y yo agrego que quienes le quitan las conquistas y salarios a los trabajadores están traicionando a la Patria”

No estuvo invitado al acto el secretario general de la CGT (Confederación General del Trabajo), Hugo Moyano, aliado fundamental en los primeros años del kirchnerismo y que en el pasado aportó miles de trabajadores a actos similares. Moyano, que el jueves hizo un acto propio, ha roto abiertamente con el gobierno, al que acusó de traición: “Evita nos decía que donde está un trabajador está la Patria, y yo agrego que quienes le quitan las conquistas y salarios a los trabajadores están traicionando a la Patria”.

“Están operando permanentemente para evitar que Moyano sea reelecto en la CGT”, disparó también el dirigente sindical, que siempre habla de sí mismo en tercera persona, como Maradona.

Sí estuvieron invitados en el acto de Vélez otros dirigentes sindicales enfrentados a Moyano, como Antonio Caló, el favorito del gobierno en las elecciones para el máximo cargo de la CGT, que se celebrarán el próximo 12 de julio.

Cristina estuvo acompañada por todo su gobierno, legisladores y gobernadores peronistas, además de organizaciones de apoyo, como las clásicas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. El vicepresidente, Amado Boudou, apareció relajado y sonriente, seguramente aliviado luego de que el juez que llevaba la causa que lo investiga por presunta corrupción y tráfico de influencias, fuera apartado de la causa. El fiscal corre la misma suerte y antes había sido el turno del Procurador General de la Nación, Esteban Righi. Y, lo que es también un clásico, Boudou exhibió una banderita con la leyenda “Clarín miente”.

Después de los tensos días que se vivieron inmediatamente después del caso YPF, la presidente llegó al acto de Vélez aliviada por buenas noticias. En primer lugar, por el apoyo masivo a la medida, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, pese a los reparos de algunos opositores.

También puede exhibir nuevos datos que indicarían un descenso muy importante en los índices de pobreza y exclusión social. Aunque estas cifras son tan increíbles como las de la inflación, gracias a la manipulación del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), sirven para la militancia.

Y, por último, otro dato que ayuda a hacer realidad el “Vamos por todo”: un empresario amigo de los Kirchner, Cristóbal López, con una inmensa fortuna gracias al negocio del juego, ha comprado por 40 millones de dólares un multimedios que incluye a Radio 10, la de más audiencia de Buenos Aires, y el canal de noticias por cable C5N, propiedad del empresario Daniel Hadad. “Me veo obligado a vender”, confesó Hadad a una de las estrellas de la radio. Y no estaba hablando de dificultades financieras, ya que tiene una fortuna más que respetable.

Aunque el proceso de compra de medios ha sido constante por parte de empresarios kirchneristas, el gobierno no contaba hasta ahora con medios importantes en audiencia. La mayoría de los medios oficialistas subsisten gracias a la generosidad de la publicidad oficial, que se le niega a los considerados opositores, ya que su audiencia o tirada es en la mayoría de los casos testimonial, como es el caso de los diario Tiempo Argentino y Página 12, o emisoras de radio como Belgrano, Radio Cooperativa o Radio del Plata.

Entre las numerosas reacciones que esta operación ha provocado, están los que señalan que si la ley de medios, uno de los caballos de batalla del gobierno, pretendía más y diversas voces, en la práctica se está produciendo una concentración. Y ya es cada vez más difícil hablar de los medios hegemónicos, o la Corpo(ración), para referirse a los medios opositores, como Clarín y La Nación.

Baño de masas para Cristina Fernández