viernes. 29.03.2024

Los interesados en el clima espacial tienen esta noche una cita con la llegada, sin ningún peligro, de una nueva tormenta solar.

La culpable es la región 1401 del astro rey, que, además de seguir creciendo, rotando hacia nosotros e interactuando con otras manchas solares emitió, el 19 de enero por la tarde, una "larga llamarada solar", escala M3.2 (media), de la que surgió una CME que se dirige en estos momentos a la tierra y cuyo primer efecto en el planeta, a los pocos minutos, fueron leves disrupciones de radio en América Central y América del Sur por incremento de la ionización, según ha informado el Observatorio del Clima Espacial.

Tras despejar varias incógnitas de su trayectoria instituciones como la propia NASA o el prestigioso IPS australiano, han confirmado el impacto en nuestra magnetosfera pero limitando el pronóstico a tormentas geomagnéticas fuertes (G3) ya que, en definitiva, tan sólo estamos hablando de una llamarada de origen M3, y de un índice kp del campo magnético terrestre que no ha pasado de 1-2 en horas; de los más pequeños.

El Solar Influence Data Center, SIDC, de Bélgica, daba también una previsión parecida y aún más moderada: tormenta geomagnética menor a moderada (G1 a G2), y unas auroras en altas latitudes que se prevén dignas de fotografiar.

Según parece, han señalado desde el Observatorio, al igual que San Valentín en febrero de 2011, ahora es San Sebastián quien tambien quiere su tormenta solar, a mucha menor escala.

No es un mal momento, apuntan, para disfrutar del espectáculo de luces, ni para recordar que esta tormenta solar con CME directa al planeta, tan benévola como casi siempre, no estaba en el guión.

San Sebastián también quiere su tormenta solar