viernes. 29.03.2024
padre-oltra3
El padre Oltra (primeor por la izquierda) en una audiencia con Franco.

Se sentía más papista que el papa y más franquista que el propio Franco

El padre Oltra navegó antes y pocos años después del franquismo. Conoció tiempos y vivió días como pez en una pecera, pero da la impresión que se sentía como guardián de las almas de todos los españoles y españolas y de hasta la unidad del país. Con su odio al comunismo más enraizado y su manía, indisoluble, a cualquier atisbo de liberalismo hizo desde sus clases a sus homilías sus puntas de lanza para “vencer” a cualquiera que no pensase como él, aunque estuviese cercano al cristianismo o a “cierto orden institucional”.

Se sentía más “papista que el papa”; más franquista que el propio Franco y más arraigado a la unidad Iglesia–Estado que la propia Iglesia y que el propio Estado que ya empezaban a “abrirse” a merced de poderes fácticos y de la mano de otros países occidentales. Después de la muerte, en la cama, del dictador llegó a sentirse un poco desubicado, pero siguió en sus trece y haciendo leña por “su causa”. Así, aunque debilitado por su estado de salud, se alegró ante el nombramiento del anticomunista Juan Pablo II, en el que veía un aliado, pero no pudo llegar a entrevistarse con él, murió justo cuando el polaco estaba a punto de aterrizar en España en su primera visita al país, corría el año 1982.

En este libro, Eladi Mainar, le da un buen repaso, de arriba abajo, a éste controvertido -en tiempos contemporáneos- fraile franciscano fanático del orden religioso, pero que era tan político como religioso, siempre, en todo, estaban sus ideas políticas en ósmosis y retroalimentación con la religión. En resumen, el mejor defensor de la religión más rancia para con el franquismo y viceversa: el franquismo que Oltra defendía, desde las aulas al púlpito, también estaba investido de religiosidad, de aquella que “atemorizaba” a las masas con el pecado eterno, el purgatorio…


Oltra luchó denodadamente contra el “aggiornamiento” de la iglesia española

Cazarabet | Eladi, nos muestras a un padre franciscano, Fray Miguel Oltra, que fue todo un “guerrero de Cristo”, pero también de una dictadura represora que duró cuarenta años y en la que frailes como Oltra se sentían como en “el nirvana”. ¿Qué nos puedes comentar?

Eladi Mainar | Fray Miguel Oltra fue un seguidor ciegamente fanático del general Franco y de todo lo que suponía. Lo consideraba el salvador de la Iglesia española. Durante la dictadura, Oltra fue un miembro todopoderoso de “l’establishment” de la dictadura, una vez muerto Franco, su influencia fue poco a poco disminuyendo.

¿Era más utilizado por el franquismo Fray Oltra o utilizó tanto o más Oltra al franquismo para mantener a alumnos y feligreses a raya?

Yo creo que el padre Oltra fue un miembro más del franquismo. No fue utilizado, Oltra fue una parte del franquismo más duro. Creía en Franco ciegamente. Los comunistas eran su enemigo mortal, igual que la democracia que permitía que estos no tuvieran ningún problema, y pudieran hacer proselitismo de sus ideas.

¿Crees que el paso de Fray Oltra por la Alemania que iba “in creciendo” con el régimen nazi le aportó técnicas y conocimientos de adoctrinamiento, escarmiento para con la población y “el reclutamiento” a la causa y por la causa que después experimentó aquí?

Es cierto que Oltra estuvo en Alemania, mientras el partido nazi iniciaba su ascenso al poder. Por lo tanto, seguro que el fraile español, bebería de la política alemana y del partido nazi. Su estancia en Alemania le marcaría toda su vida. Era un ferviente admirador de este país y sus dirigentes.

El Padre Oltra, también tenía una actividad intelectual, escribía en diversas publicaciones y demás, muy intensa: ¿Qué destacarías de ella?

Oltra mantuvo una gran labor intelectual. Se doctoró en Alemania, y después en España fue miembro de diversas revistas religiosas. Pero lo que Oltra fue en todo momento, se podría definir como un agitador y propagandista de los valores que representaba la dictadura franquista. Luchó denodadamente a favor de esta dictadura, y también, contra la transición de la Iglesia española a partir de los años sesenta, de la mano del también valenciano, cardenal Tarancón.

padre-oltra¿Qué impedimentos entre miembros de un sector más abierto de la Iglesia encontró Oltra?

Como hemos dicho antes, Oltra luchó denodadamente contra el “aggiornamiento” de la iglesia española. Una iglesia que después del Concilio Vaticano II  se encaminaba en otra dirección. Se intentó pedir perdón por su actuación durante la Guerra Civil. No se consiguió. Todo esto causó un gran escándalo no solo entre los sectores más integristas de la iglesia, entre los que estaba Oltra, sino también en las más altas esferas del franquismo.

¿Crees que murió tranquilo sabiendo que la silla de Pedro la ocupaba otro anticomunista como el polaco Juan Pablo II?

 Seguro, Oltra había puesto muchas esperanzas en el nuevo Papa, que igual que él era un anticomunista furibundo.

En realidad, ¿tan buena relación mantenía con el franquismo o había mucho de intereses “de ida y vuelta” porque, también se explica, estaba, de alguna manera, cercano al “joseantonionismo”?

Fundamentalmente Oltra fue un fraile, que bebió de las ideas nazis, y que adoptó estas ideas a un fin supremo, a una idea de Iglesia reaccionaria, anti conciliar y defensora del franquismo como salvador de esa misma Iglesia, que según ellos, tanto sufrió en la guerra civil.

Cuando muere Franco y llega la Transición, ¿crees que consideró que “el status quo privilegiado Estado-Iglesia/ Iglesia-Estado” llegó a peligrar?

Totalmente, el veía cada día cómo la sociedad se secularizaba, y que el poder de la Iglesia se iba diluyendo. Todo esto lo vivió con profunda amargura. Además, la nueva jerarquía española, con Tarancón a la cabeza, lucharon para que la iglesia se adaptara a los nuevos vientos democráticos.

¿Crees que fue de los que intentaron cortarle la hierba debajo de los pies a gobiernos como el de Suárez?

Oltra luchó denodamente para que las ideas democráticas en España no llegaran. Llegó a pedir el no a la Constitución, y vio con intensa amargura el camino de esa sociedad hacia nuevas metas de democracia. Él lo consideraba una traición a las ideas surgidas del 18 de julio.

En sus últimos días debió ver en el golpe de Estado como un “renacer” de una España bajo el nacionalcatolicismo, como un Imperio donde la Unidad del Estado y la Iglesia eran o podrían volver a ser un baluarte. ¿Qué opinas?

Oltra estuvo siempre del lado de los más reaccionarios y violentes elementos del búnker. Era amigo íntimo de Conesa, el fundador de los Guerrilleros de Cristo Rey, y seguramente vio en el intento de golpe de Estado una luz en el camino de recuperación del franquismo sin Franco.

¿Qué crees que pensaría, hoy y ahora si sacara la cabeza, cuando Catalunya se plantea su propio Estado, el País Vasco asoma la cabeza diciendo que no quiere quedarse muy atrás y la Iglesia cada vez está más cuestionada. Se pide, en las manifestaciones, no pocas, un Estado laico, una escuela laica y la separación total Iglesia-Estado?

Con las ideas que tenía, lucharía denodamente para que esto no sucediera, era antiliberal, antidemocrático, y por supuesto defensor de una España unida, quasi imperial.

El padre Oltra fue cómplice, al albergar al general genocida croata Luboric, de crímenes contra la humanidad. ¿Qué nos puedes decir?

Que no solo al padre Oltra se le puede considerar de esta manera. En el libro se deja constancia clara de la implicación de la Iglesia en la salvación de gran número de “ustachas” croatas, que llegaron a España vestidos de franciscanos, desde un convento dentro del mismo Vaticano. Por lo tanto, Oltra era en parte, una correa de transmisión de las ideas predominantes en aquella época dentro de la Iglesia, y también dentro de algunos gobiernos aliados que permitieron esta  salida de criminales hacia América y España.

El último cruzado español