jueves. 25.04.2024

partido-radicalMontagut5 | El 3 de octubre de 1941 moría en Madrid el político Emiliano Iglesias y Ambrosio, uno de los principales líderes del republicanismo radical; quizás podría ser considerado, en terminología actual, el número dos del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, al menos durante un tiempo.

Emiliano Iglesias nació en Ponteareas, provincia de Pontevedra en el año 1878. En la capital de la provincia estudió el Bachillerato, y muy joven ingresó en el Partido Federal, demostrando una temprana vocación política republicana. Al terminar los estudios de la etapa secundaria entró a estudiar Derecho en la Universidad de Santiago. En la capital gallega se intensificó su compromiso, ya que fue director de “La Unión Republicana”. En 1904 se produciría un hecho que marcaría su destino político. En ese año acudió Alejandro Lerroux a dar un mitín que habían organizado los distintos círculos republicanos en Pontevedra. Iglesias colaboró desde la Juventud Republicana. Le marcó tanto la personalidad política del emergente Lerroux que decidió unirse a él, pasando a residir en Barcelona a partir de 1906.

Se hizo cargo de la dirección de “El Progreso”, el órgano oficial del naciente radicalismo. Desde este periódico atacó a Solidaridad Catalana, la gran coalición electoral de regionalistas catalanes y republicanos, que terminó por dinamitar la hegemonía política del turnismo en Cataluña, aunque Lerroux no quería participar en esta coalición, dado su marcado anticatalanismo. Esta situación precipitaría la creación del Partido Republicano Radical en 1908, proceso en el que participaría Emiliano Iglesias. La carrera periodística de Iglesias corrió paralela a la política, dirigiendo distintos periódicos en Pontevedra y Barcelona, y siendo redactor en otros, como “El País” y “El Liberal” en Madrid.

Nuestro protagonista se hizo cargo del liderazgo del Partido Radical cuando Lerroux tuvo que marchar al exilio al poco tiempo de la fundación de la formación política para evitar la cárcel por un delito de imprenta. Iglesias fue elegido concejal en Barcelona, cargo donde fue cuestionado por algunas irregularidades.

progresoIglesias seguía en la dirección de “El Progreso”, emprendiendo encendidas campañas contra la Iglesia Católica, en línea con la mezcla de demagogia y populismo propios del primer radicalismo, y que tanto cultivó su principal líder en esta época. Desde sus páginas también se atacó al Ejército y la situación generada en la Guerra de Marruecos. También fue muy destacada la campaña contra Solidaridad Obrera, la organización sindical nacida en 1907, que pretendía reorganizar el maltrecho mundo sindical barcelonés, y que en 1910 desembocaría en la creación de la CNT. Los radicales temían el poder sindical y competían en este terreno por el apoyo de los obreros. En este contexto, Iglesias y otros radicales tuvieron una postura ambigua ante los hechos de la Semana Trágica. Esto no impidió para que el gobierno le procesara, junto con otros de sus compañeros en un proceso por rebelión militar (Causa contra Trinidad Alted, Emilio Iglesias Ambrosio, Luis Zurdo de Olivares y Juan Ardica Mas). Al final, sería exonerado en marzo de 1910. En todo caso, Iglesias defendió a algunos de los encausados en los juicios a raíz de lo ocurrido, incluido Ferrer i Guárdia.

En 1910 fue elegido diputado. Esas elecciones fueron importantes porque en ellas se presentó por vez primera la Conjunción Republicano-Socialista, que unió a gran parte de los republicanos, incluidos los radicales, con el PSOE como respuesta a la represión de la Semana Trágica. En esas elecciones sería elegido también Pablo Iglesias.

Emiliano Iglesias tuvo un efímero protagonismo en el momento de la proclamación de la Segunda República, ya que ocupó el gobierno civil de la capital catalana, pero fue desalojado por los anarquistas

Iglesias participó en 1914, en nombre de su partido, en la firma del Pacto de Sant Gervasi, una alianza electoral en Cataluña entre los radicales y la UFNR, es decir, la Unión Federal Nacionalista Republicana, de cara a las elecciones de ese año. Ambas formaciones consideraron la necesidad de colaborar frente a la fuerza electoral de la Lliga Regionalista. Además, los radicales eran conscientes que ya no tenían el apoyo obrero y popular de antaño. Pero esta alianza fue un fracaso y se deshizo después de los comicios. En clave interna radical este pacto provocó problemas entre Lerroux e Iglesias, que se distanciaron.

Iglesias sería elegido concejal en el consistorio barcelonés en 1917, siendo detenido a raíz de la huelga general de ese mismo año. Volvería a las Cortes en 1920 y 1923. Al triunfar el golpe de Primo de Rivera emprendió el camino del exilio a Francia.

Emiliano Iglesias tuvo un efímero protagonismo en el momento de la proclamación de la Segunda República, ya que ocupó el gobierno civil de la capital catalana, pero fue desalojado por los anarquistas. En realidad, no llegó a ser nombrado gobernador civil, ya que el cargo sería ocupado por Lluís Companys.

En las elecciones a Cortes de junio de 1931 fue elegido diputado por su formación política en Pontevedra. En las Cortes Constituyentes ocupó la vicepresidencia del Comité encargado de elaborar la Constitución. En las elecciones de 1933 revalidó su acta de diputado también por su Pontevedra natal, pero no fue elegido en las elecciones de febrero de 1936. Fue nombrado embajador en México.

Además de político y periodista fue masón.

Emiliano Iglesias en el radicalismo español