sábado. 20.04.2024

brissot@Montagut5 | Brissot nació en Chartres en el año 1754 en el seno de una familia de posición económica desahogada. Su padre era carnicero en dicha localidad francesa. El joven comenzó la carrera de Derecho, y se puso a trabajar en el despacho de un abogado parisino. La lectura de Rousseau le causó una gran impresión, y puede decirse que parte de sus ideas fueron recogidas en alguna de sus obras jurídicas, especialmente en la principal, Investigaciones filosóficas sobre la propiedad y el robo (1780), donde se hace una crítica audaz a la propiedad, considerando que era un robo, precedente de lo que luego explicaría Proudhon, aunque sin las derivaciones de éste, ya que terminará abogando nada más que por una atenuación de las penas aplicadas a los ladrones.

Brissot rompió con su familia para emprender una vida propia. Para ello no dudó en vender escritos propios. Fue siempre un hombre prolífico, lleno de proyectos, desbordante. Escribe, por lo tanto, con mucha profusión, y participa en el diario anglo-francés Corrier de l’Europe, de Samuel Swinton, y que se destacó por apoyar la causa de los colonos norteamericanos. Estando en Londres sufrió un arresto por deudas, y terminó enfrentándose con Swinton. Pero los problemas aumentaron en Francia por un panfleto contra la Reina María Antonieta. Por ello estuvo preso en 1784 en la Bastilla.

Después de esta primera agitada vida entra a servir como secretario con Luis Felipe de Orleáns, el famoso Philippe Égalite, o Felipe Igualdad, un personaje sumamente interesante por ser partidario de la Revolución, perteneciendo a la rama menor de la dinastía reinante, además de ser padre del futuro rey Luis Felipe después de la Revolución de 1830.

En 1788 viaja a América del Norte donde permanece cuatro meses. Regresa y pasa a Bélgica, viviendo el proceso revolucionario conocido como la Revolución Brabançonne.

En 1789 ya está en Francia y edita el periódico Le Patriot Française, en la calle hasta el año 1793. Es elegido miembro del Ayuntamiento parisino, y es uno de los fundadores de la Sociedad de Amigos de los Negros, una de las organizaciones clave en la Historia del abolicionismo francés. Al parecer, esta causa puede relacionarse por el trato que sostuvo con los cuáqueros cuando estuvo en Estados Unidos, partidarios de terminar con la esclavitud.

Cuando Luis XVI huye defenderá la proclamación de la República. En 1791 es elegido miembro de la Asamblea Legislativa. Se convirtió en el líder de los girondinos, también conocidos como los “brissontinos”, en la Convención. Brissot hizo un viaje político hacia posiciones más conservadoras frente a su radicalismo de juventud. Fue contrario a la ejecución de Luis XVI. Los girondinos recibían su nombre del departamento de la Gironda de donde procedían muchos de sus diputados. En este grupo destacaron los profesores, abogados y periodistas, como el propio Brissot, relacionados con la alta burguesía de negocios de los puertos atlánticos. Eran partidarios del establecimiento de una república moderada, de la defensa de la propiedad privada, de realizar la revolución por medio de la ley, desaprobaban el terror y se inclinaron más por la descentralización frente a París. Creían en el valor universal de las ideas revolucionarias, deseando que la Revolución se expandiese por Europa, por lo que eran partidarios de la guerra que desencadenaron las potencias absolutistas.

Fue arrestado el 2 de junio de 1793 junto con muchos de sus compañeros girondinos, fruto del Terror jacobino. Pudo huir pero al final fue detenido, siendo condenado a muerte y ejecutado. En el año 1830 se publicaron sus Mémoires sur ses contemporains et la Révolution Française.

Brissot