sábado. 20.04.2024

Nació hacia 1020. Era hija del conde occitano Bernardo I de la Marca, descendiente de Carlomagno y de Amelia de la Marca Lemosí. Almodis fue una mujer de gran belleza e inteligencia y con un gran nivel cultural.

Almodis de la Marca fue una mujer excepcional para la época, pues se casó por amor en su tercer matrimonio, algo que era inusual en la Edad Media. Además, participó activamente en la vida política del condado de Barcelona y también en los territorios donde fue señora feudal

Se casó en 1039 con Hugo V de Lusignan, con el que tuvo un hijo, Hugo VI de Lusignan. Almodis contribuyó a la unión con el condado de Marche. Tras cinco años de matrimonio la repudió, por lo que dicho matrimonio fue anulado por motivos de consanguinidad. Sin embargo, Hugo V se quedó con el condado de Marche después de la nulidad

Las leyes de la iglesia sólo permitían, que se celebrara un matrimonio si los contrayentes no tenían parientes consanguíneos común en las últimas siete generaciones. La nobleza europea estaba muy entremezclada, por lo que casi todos sus matrimonios eran ilegítimos.

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Almodis de la Marca y Ramón Berenguer I

De esta forma, era muy sencillo conseguir la nulidad matrimonial, aduciendo consanguinidad. Sólo era cuestión de disponer de dinero.

Almodis tiene un segundo matrimonio con el conde Ponce III de Tolosa en 1045. El ya tenía cincuenta años y Almodis veinticinco. Fruto de dicho matrimonio fueron cuatro hijos:

  • Guillermo IV de Tolosa.
  • Raimundo de Tolosa.
  •  Hugo, Abad de Saint Gilles.
  • Almodis, casada en 1066 con el conde Pedro I de Melguell .

El matrimonio con Ponce III de Tolosa duró diez años, hasta que el conde de Barcelona realiza un viaje a Roma y camino de la Ciudad Santa hace una parada en Narbona, alojándose en la residencia de Ponce III y Almodis, donde ambos se enamoraron locamente.

almodis2Ramón Berenguer I se casó en su primer matrimonio con Isabel de Nimes en 1039 con la que tuvo tres hijos, pero se queda viudo. Ramón Berenguer I se casa por segunda vez con la condesa Blanca en 1051. Blanca De Ampurias era hija de Llop Ató Zuberoa y de Ermengarda de Narbona, no teniendo hijos. Ramón Berenguer I la repudia, esto era habitual, como ya hemos visto en aquellos tiempos en las monarquías, porque desea casarse con Almodis de la Marca.

La condesa Blanca de Ampurias apeló al Papa Víctor II y para ello contó con el apoyo de la abuela de Ramón Berenguer, la condesa Ermesenda. El Papa excomulgó a la pareja real. Esto permitió, que los vasallos fueran eximidos de todos sus juramentos de fidelidad y de sus obligaciones feudales

A su regreso de Roma vuelve a parar en Narbona, permaneciendo un tiempo en la ciudad y teniendo una relación de amor intensísima y deja embarazada a Almodis. Fruto de dicho embarazo fueron dos gemelos. Como consecuencia de esto planean como huir Almodis de Narbona, para ir a Barcelona. Pues Ramón Berenguer I ya había regresado a Barcelona. Ramón Berenguer I planea un secuestro. Para poder traerla a Barcelona recurre a la comunidad judía tanto de Barcelona como de Narbona, para que organizaran su huida y además se requirió el apoyo de la flota del príncipe musulmán Ah ibn Mudhajis, señor de Denia. De esta forma, pudo huir Almodis a Barcelona.

Como regalo de bodas, Almodis recibió de Ramón importantes extensiones de tierras que la convirtieron en una poderosa señora feudal. Esto fue posible gracias a la vigencia de la Lex visigotorum en Cataluña, que permitía a las mujeres heredar, conservar y controlar sus propios dominios territoriales.

almodis3Ramón Berenguer I y Almodis se casan en el año 1056. Fruto de dicho matrimonio fueron cuatro hijos:

  • Ramón Berenguer II de Barcelona, llamado “Cabeza de Estopa”, este sobrenombre se debe a su pelo enmarañado de color rubio.
  • Berenguer II de Barcelona, hermano gemelo del anterior.
  • Inés de Barcelona, casada con el conde Guides VII de Albon.
  • Sancha de Barcelona, casada en segundas nupcias con el conde Guillermo I de Cerdaña, conde de Cerdaña y Berga.

El matrimonio de Ramón Berenguer I y Almodis de la Marca hizo que tuvieran derechos sobre el Languedoc y compraron los derechos sobre los condados de Carcassone y Rasés.

Para intentar contentar al Papa y levantara su excomunión, le dio numerosos regalos y le llegó a prometer que pondría el condado de Barcelona bajo la dependencia de la Santa Sede. Ante todas estas prebendas, el Papa levantó las excomuniones y bendijo a la pareja.

Afianzaron sus dominios sobre los condados de Barcelona, Gerona y Osona. Hicieron frente a las taifas fronterizas de ese momento histórico y en muchas ocasiones recibían parias de esos reinos taifas que en aquellos tiempos mostraban gran debilidad.

Almodis no sólo gestionó sus territorios con audacia e inteligencia sino que ayudó a su marido en la política del condado de Barcelona. Destaca su colaboración con Ramón en la organización del sistema jurídico catalán. Conocedora del Liber Iudiciorum visigodo vigente, Almodis participó en la redacción del nuevo código legal conocido como los Usatges de Barcelona.

almodis4Ramón Berenguer I y Almodis dominaron a la nobleza feudal catalana, que hasta ese momento provocaban frecuentes conflictos. Llamó a cada uno de los linajes a comparecer ante los tribunales donde el barón era condenado por rebeldía y se le imponía una multa que normalmente era simbólica.

Si el noble acataba la condena, significaba que era admitido dentro del círculo del Ramón Berenguer I y éste se aseguraba la fidelidad de cada barón. Este barón no sería el delegado de Ramón Berenguer, sino que éste podría disponer de su castillo permitiéndole entrar y estar siempre que el conde lo solicitará.

Ramón Berenguer I y Almodis adquirieron a los linajes desleales once castillos en la zona del Penedés que fue el centro de la revuelta señorial. Prácticamente toda la nobleza catalana suscribió pactos de dependencia respecto al conde de Barcelona.

El poder condal restaurado se basó no en la sumisión total de la nobleza, sino en el pacto y la negociación del conde con los linajes aristocráticos. Ante esta aceptación por parte de la aristocracia, los condes de Barcelona se olvidan de las franquicias concedidas a la pagesia, y permiten que los nobles opriman a la pagesia a la cual ahora ya no necesitan.

Iniciaron la expansión catalana hacia las tierras occitanas, Languedoc, Carcassone y el Rosellón, contribuyendo a ello que en estos territorios gobernaban varios hijos de Almodis.

Ramón Berenguer I y Almodis organizaron el gobierno de los condados de Barcelona, Girona y Osona no por medio de funcionaros públicos, si no por el concurso de personas obligadas con la pareja condal por juramentos de fidelidad y de homenaje

Además, contaron el apoyo de la curia condal, que era un órgano meramente consultivo integrado por todos aquellos magnates convocados por la pareja condal. Contaban con la ayuda del consejo privado, constituido por los nobles, que eran linajes no muy poderosos, gente que debía todo lo que tenía a la pareja condal.

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Había tres cargos que auxiliaban directamente a los condes: el Senescal, el Juez de Palacio y el veguer de Barcelona. El Senescal se dedicaba a la intendencia de la casa del los condes. El juez no podía participar en los pleitos, sino que su labor era la de asesorar en las cuestiones jurídicas. El veguer juega un papel muy importante, era un funcionario que asumía responsabilidades judiciales y de representación del Conde de Barcelona en el territorio bajo su jurisdicción.

También lo fueron los Batlles que se encargaban de recibir los derechos de los condes de Barcelona sobre los derechos del conde sobre los castillos, pueblos, villas y ciudades.

La razón por la que el condado de Barcelona se extendía por Occitania, es debido a que con el dinero que obtenían de las parias musulmanas les permitían comprar las tierras de la nobleza occitana

almodis6Consiguieron doblegar a la condesa Ermessenda, quedándose con su territorio. Consolidaron la institución del condado de Barcelona e establecieron alianzas y pactos con el reino de Aragón.

Las taifas musulmanas de Tortosa, Lleida y Zaragoza pagaban las parias y tanto Ramón Berenguer I y Almodis preferían cobrar los tributos en vez de conquistar los territorios, porque así podían disponer de mucho poder al contar con grandes cantidades de oro y monedas y poder así comprar otras tierras de nobles.

La línea de sucesión se alteró en 1071 por causa del asesinato de Almodis, por parte de su hijastro y primogénito del conde, Pedro Ramón, que era hijo del primer matrimonio de Ramón Berenguer con Isabel de Nimes.

Almodis actuaba siempre con preponderancia, así hacía que todos los documentos siempre fueran por duplicado, con un ejemplar para el conde y otro para ella. Además en la documentación oficial, siempre aparecía Almodis y nunca el primogénito.

Pero el primogénito, Pedro Ramón, debía considerar siempre una cosa anormal este protagonismo de Almodis.

Este odio de Pedro Ramón hacía Almodis se incrementó, al ver como las nuevas adquisiciones en Occitania, Carcassone y Rasés tenían como único objetivo otorgar tierras a sus hijos.

almodis7Pedro Ramón asesinó con sus propias manos a Almodis en 1071. De este modo tan trágico terminaba la vida de una mujer con una vida fuera de lo común para el siglo que le tocó vivir.

Esto hizo, que Ramón Berenguer I lo desposeyera de todos sus derechos sucesorios y en los años 1072-1073. El Papa Gregorio VII lo condenó al exilio y a redimirse luchando contra los musulmanes. Pedro Ramón murió peleando contra los musulmanes de Al Andalus.

Ramón Berenguer I muere en 1075 y toma la decisión de dejar sus dominios en cogobierno a los dos hijos gemelos de Almodis, Ramón Berenguer II llamado cap d’Estopes y a Berenguer Ramón II, que debían diriguir Barcelona, Girona y Osona con absoluto condominio y en plena igualdad, de tal forma que según se había establecido, si alguien juraba fidelidad a uno de los dos condes de Barcelona, había de jurarlo también al otro.

Los posteriores desencuentros entre los dos hermanos provocaron un fuerte debilitamiento del condado de Barcelona.

En la Catedral están los restos de algunos soberanos y personas reales del condado de Barcelona y la Corona de Aragón.

Junto a la sacristía, situados en posición elevada en la pared, y sobre un fondo de pinturas de 1545 ejecutadas por el pintor portugués Enrique Ferrandis o Fernandes, están los sepulcros de Ramón Berenguer I y de Almodis de la Marca.

Almodis fue una mujer de leyenda y una adelantada a su época no solo por su papel en la política catalana, sino también a nivel del amor, algo alejado de la época al casarse por amor. La historia de Ramón Berenguer I y Almodis nos recuerda la historia de Helena de Troya.

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Almodis de la Marca, el amor como locura