martes. 07.05.2024
ETIOPIA

La advertencia de Marixie Mercado, portavoz de UNICEF, fue contundente. “Más de 100 mil niños en Tigray podrían sufrir desnutrición aguda grave en los próximos doce meses, un aumento de diez veces en comparación con el número de casos anual promedio”.

El 29 por ciento de los niños del norte de Etiopía padecen malnutrición aguda, frente al 9 por ciento de antes de iniciado el conflicto armado

Tigray, en el norte del país, sufre un conflicto armado entre las fuerzas rebeldes y el gobierno de Abiy Ahmed que asumió en noviembre de 2020. Los diversos organismos internacionales que trabajan en la zona han denunciado graves violaciones de los derechos humanos y el empeoramiento de las condiciones de vida de un elevado porcentaje de la población. Antes del estallido que derivó en enfrentamientos armados, Hagos Godefay, director de los servicios de salud de la región norte etíope, había comunicado la muerte por inanición de 186 niños menores de cinco años.  

Pero los datos son aún más alarmantes. Si bien las estadísticas evidencian la situación de hambre que padecen miles de personas, se estima que las consecuencias son aún mucho más graves, ya que el informe presentado por médicos y entidades no gubernamentales es un balance impreciso debido a las dificultades que se presentan en la región.

El 29 por ciento de los niños del norte de Etiopía padecen malnutrición aguda, frente al 9 por ciento de antes de iniciado el conflicto armado.

Los niños, las madres embarazadas y lactantes, suponen un 47% de esa población gravemente desnutrida. Son el blanco más vulnerable de la malnutrición que se multiplicó por diez debido a la guerra, avivando los peores temores de las organizaciones humanitarias que llevan meses denunciando este agravamiento y solicitando ayuda humanitaria urgente a la comunidad internacional.

Según la ONU, más de cinco millones de personas, sólo en Tigray, necesitan ayuda humanitaria; es decir, el 90 por ciento de la población. UNICEF, por su parte, señaló que "sin una ayuda humanitaria suficiente, la desnutrición infantil aumentará más allá de los niveles ya alarmantes, lo que supondrá un mayor riesgo de mortalidad entre una población vulnerable".

La cobertura mediática de esta nueva crisis humanitaria que asola a Etiopía, brilla por su ausencia. Y sin prensa no hay indignación generalizada en las redes sociales. Ni banderas etíopes, ni luto, ni “todos somos”. Hoy nadie es Etiopía.

Hoy nadie es Etiopía