jueves. 18.04.2024
LOS GANADEROS GALLEGOS DENUNCIAN COMPETENCIA DESLEAL

"Comprar leche a 18 céntimos no es pagarla, es robarla"

Roberto García, secretario general de Unións Agrarias, denuncia en esta entrevista la dramática situación en la que se encuentra el sector en Galicia y que pese a constituir el 55% de la producción láctea de España es penalizado por la industria y la distribución.  

Unións Agrarias lleva desde 1986 trabajando por los intereses de los pequeños y medianos agricultores y ganaderos de Galicia. Está adscrita a la estructura de UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos). Roberto García (en la imagen) es su secretario general. Una persona conocedora del sector agrícola y ganadero de Galicia, que comparte con los lectores de Nuevatribuna.es sus inquietudes y sus alternativas.

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En Galicia hay unos 2.000 ganaderos a los que, bajo la amenaza de que sobra leche y de que la industria no la necesita, se les está pagando la leche a entre 18 y 20 céntimos

Nuevatribuna | Con la nueva situación de libertad de cupos lácteos, se quejan ustedes de que los precios españoles no pueden competir con los europeos ¿Estamos produciendo más cara la leche que en Francia?

Roberto García | No es eso. El gran problema que tenemos es que en los componentes de los ingresos de una explotación, tienen un peso importante las ayudas agrarias de Europa. En ese capítulo de las “mochilas” o derechos acumulados históricamente, un productor francés percibe mucho más que un productor gallego. Por lo cual, en un momento de crisis como el actual sólo con cubrir costes, un productor francés puede vender más barato. Sus beneficios serán las ayudas que percibe.

Nuevatribuna | Pero esto la población española no lo conoce…

RG: Por razones históricas de la Política Agraria Comunitaria (la PAC, que la inventó Francia), los ganaderos franceses tenían aparejadas unas subvenciones que venían derivadas de la producción complementaria de maíz que estaba vinculada a la explotación. Y todo ese dinero que quedó históricamente vinculado a su subvención les permite percibir prácticamente el triple de ayudas que el ganadero gallego.

Nuevatribuna | También esto estará ligado a la estructura de la explotación ganadera…

RG: En efecto. Al disponer la explotación de leche de una base territorial más grande, donde tienen ayudas ligadas a la producción del maíz –a la base territorial del cereal- obtienen una ayuda pública lo suficientemente importante como para poder vivir sólo de la ayuda, y aguantar con un precio de la leche que le cubra prácticamente el coste de producción.

Nuevatribuna | Desde España estamos entonces cofinanciando a nuestros competidores…

Un ganadero francés cobra prácticamente de ayudas de la PAC casi el triple que un ganadero gallego

RG: Desde las ayudas públicas y devoluciones estamos permitiendo una competencia desleal, porque sólo se tiene en cuenta el precio del producto, y no las ayudas que le permiten, no ganando nada en la leche, no pasar apuros para llegar a final de mes. Mientras el ganadero español, con menos ayudas por razones históricas, su rentabilidad la tiene que sacar del margen entre precio y costes de producción.

Un ganadero francés cobra prácticamente de ayudas de la PAC casi el triple que un ganadero gallego, el capital mayoritario de la distribución de leche es francés, y la multinacional más potente del sector industrial lechero es también francesa, LACTALIS… Todo esto hace que estemos soportando una competencia totalmente desleal.

Y hay otro fenómeno a tener en cuenta en España: Existe una estrategia de la industria de hacer caja en el lugar donde está el 55% de los ganaderos españoles, que es Galicia. Dentro del precio medio español –que puede ser parecido al precio francés: en torno a los 30 céntimos- el ganadero gallego cobra de media entre 2 y 3 céntimos menos que el ganadero de otras zonas de España. Cerca de 5 menos que el andaluz, 4 menos que los vascos y los catalanes… Por un posicionamiento uniforme de la industria que trata de penalizar donde está la producción, para favorecer a los lugares donde está el consumo. Sin que pueda explicarse la diferencia, porque trasladar la leche a Sevilla no tiene ese diferencial de 5 céntimos. Bajando el precio al 55% de los ganaderos, la industria obtiene una ventaja, aprovechándose de la concentración de un monocultivo de un producto perecedero: o les vendes la leche a ese precio, o tienes que tirarla.

Esos tres céntimos marcan la diferencia entre un ganadero que lucha por estar algo por encima de cubrir costes y otro –el gallego- que está perdiendo por producir. Y, además, en Galicia hay en estos momentos en torno a 2.000 ganaderos a los que, bajo la amenaza de que sobra leche y de que la industria no la necesita, se les está pagando la leche a entre 18 y 20 céntimos.

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Nuevatribuna | ¿Por qué 18-20 céntimos?

Cada año las importaciones de leche nos cuestan alrededor de 1.000 millones de euros en nuestra balanza comercial

RG: Porque le dicen que ése es el precio al que mandan los excedentes a fabricar leche en polvo o mantequilla, es decir, a los productos industriales.

Nuevatribuna | Pero España es un país deficitario en leche.

RG: En efecto: en España producimos algo más de 6 millones de toneladas y consumimos más de 9 millones. Por lo cual una tercera parte de lo que consumimos la traemos de fuera. Básicamente de queso y de productos industriales. Y tiene difícil explicación ese argumento.

Pero hay algo más que pone en evidencia la ilegalidad del procedimiento. Porque claro, comprar leche a 18 céntimos no es pagarla: es robarla. Los están echando del mercado, sin que la industria se dé cuenta de que está haciendo un flaco negocio para España, porque cada año las importaciones de leche nos cuestan alrededor de 1.000 millones de euros en nuestra balanza comercial. Con esas medidas están renunciando a fabricarlos aquí, y a tener que traerlos de fuera. Porque cuando no tenga al ganadero que produzca esa leche, lo siguiente que sobra es la industria.

La gran distribución, que es la que comercializa y marca las pautas dentro del sector no necesita la industria española para traer los productos ya envasados desde su país de origen. Por eso señalaba antes la importancia del origen francés de la distribución (Carrefour o Dia). O de origen alemán en cadenas como Lidl.

Pero se esconde la otra gran realidad: la compra de esa leche a 18 céntimos, con la falsa disculpa de que sobra leche, sólo realiza se en Galicia y no en otras partes de España. Precisamente en Galicia, donde la leche se está vendiendo más barata: a 28 céntimos normalmente. Es como si hubiera un plan oculto de reconversión sólo en esta Comunidad Autónoma, que es la mayor productora. Más que reconversión, eliminación de un sector para quitarse competidores. Con la permisividad de todas las Administraciones, porque creo que ahí se está rozando la auténtica competencia desleal, y generando la ruina de los productores, que han de vender a pérdidas. Y esa leche no va a polvo o a mantequilla, sino que termina yendo al mismo mercado, con lo cual se provoca una nueva competencia desleal incluso entre las industrias: entre la que paga un precio normal y la que paga a 18 céntimos, que está reventando el mercado.

Y lo que es más grave: estos 2.000 ganaderos, con este precio de 18-20 céntimos, que no tienen alternativa, porque no hay industria que le diga “dado que estás tan barato te lo cojo yo”,

Es difícil que nos explique la industria cómo no les interesa la leche donde está más barata –Galicia la está vendiendo a 28 céntimos-, y sin embargo esta práctica no lo realice en otros lugares donde la leche está a 34 céntimos. Si funcionara la economía de mercado, no tiene sentido que una industria deje de recogerle a un ganadero que está vendiendo a 28 céntimos, e incentive comprarle a uno a 34, como ocurre en Andalucía. A no ser que haya otros componentes distintos…

Nuevatribuna | ¿Hay intención?

RG: Hay intención, y lo que es más grave: una pasividad de la Administración que tendría que analizar por qué se está provocando ese fenómeno de deslocalización. Alguien me tendrá que explicar cómo si por razones climatológicas la UE considera que Galicia es la octava Comunidad con mejores condiciones para producir leche, por qué la industria en España está desplazando la producción de leche del norte hacia el sur. Alguien tendrá que explicar cómo es posible, con el clima, que en Andalucía haya la posibilidad de crecer en la producción de leche.

Nuevatribuna | ¿Y quién está marcando esa estrategia?

Con la cooperativa de Los Pedroches en Córdoba, que abastece en exclusiva a Mercadona se está primando a la industria andaluza y está penalizando el norte

RG: Creo que ahí hay dos fenómenos. Uno el que está marcando COVAP, la cooperativa de Los Pedroches en Córdoba, que abastece en exclusiva a Mercadona. Ahí existe un acuerdo que está primando a la industria andaluza y está penalizando el norte. Probablemente por una razón de complicidad con la zona Sur y de Levante, que es donde tiene el mayor volumen de establecimientos. Pero creo también que por otras razones tácticas, porque esa disculpa le está permitiendo mantener una espada de Damocles permanente en Galicia que le permite tener un precio muy inferior a lo que sería el de mercado.

Cuando hablo de 2.000 ganaderos que si no se hace nada van a tener que cerrar, viendo embargadas todas sus propiedades. Porque en el sector agrario, cuando vas al banco a pedir un crédito, te exigen avalar con toda la propiedad, que incluye las fincas, la granja y también la casa. Y al contrario que en otros sectores aquí no hay posibilidad de subastar los bienes, porque no pueden estar inmovilizados: el valor de la explotación implica ordeñar las vacas todos los días… Cualquier embargo destroza el bien. Llevándose por delante la propia casa del ganadero.

Hace unas semanas Feijóo anunciaba que de esa prima fiscal que le daban por ser buen alumno en el cumplimiento del déficit iba a meter 20 millones para el sector primario, y 4 de ellos iban a ser para refinanciar deudas de los ganaderos. Y posiblemente de esos 4 millones le van a sobrar todos: consiguió el titular de prensa y no va a tener que gastarlos.

Nuevatribuna | ¿Cómo es eso?

RG: Se da la paradoja en el sector de que –al contrario que en los demás- el trabajador paga por trabajar. Porque tiene que financiar su explotación para mantener su explotación. Y a Feijóo le van a sobrar esos 4 millones, porque están destinados a pagar una parte de los intereses. Pero si el banco no te ha dado previamente el crédito, porque el negocio es ruinoso, no tienes intereses que subvencionar. El que tiene dinero es el que va a tener la puerta abierta para refinanciar, y el que lo necesita, como no tiene crédito, no tiene apoyo público.

Si quieren resolver de verdad el problema, lo que tienen que articular son fórmulas como la del contraval. Apoyando explotaciones que no es que estén al borde de la quiebra por sí mismas, sino que existe una situación arbitraria de mercado que está obligando a unos productores a vender no sólo por debajo de costes, sino por debajo de lo que los mismos que le compran pagan a otros productores. Y como es un producto perecedero, tienes que entregarte.

Nuevatribuna | ¿Fruto de la desregularización de las cuotas lácteas?

RG: Ni siquiera. No olvidemos que el mercado de la leche es un mercado político, en el que todo está prácticamente reglado, donde se escapa de la acción del ganadero determinar cuál es su precio de coste. De forma que si no resolvemos el problema del aval, a través de AFIGAL (Afianzamientos de Galicia, Sociedad de Garantía Recíproca) o SAECA (Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria), continuaremos con un número importante de explotaciones condenadas a la ruina.

ganaderos

El sector lácteo en Galicia da empleo a 30.000 personas 

Nuevatribuna | ¿Cuántas explotaciones lecheras hay en Galicia?

RG: Sobre 9.200. Con una media de 3 personas trabajando en la explotación.

Nuevatribuna | Hablamos de unas 30.000 personas empleadas.

RG: Exacto. Y si sumas todo lo que generan como empleo indirecto, es uno de los que más ocupación sostienen. Porque en torno a esto tienes las empresas de maquinarias, las de servicios, semillas, veterinarios, nutrólogos, empresas lácteas, queserías… Un sector que aporta en torno al 2% del PIB de Galicia.

Nuevatribuna | ¿50 o 60.000 empleos?

¿Cómo es posible si no, que con los precios más bajos que hay en estos momentos, Alemania, Holanda, Irlanda, etc., hayan subido su producción en más de un millón de toneladas?

RG: De ese orden. Pero hay otro aspecto muy importante, que impacta no sólo en la Economía, que es la gestión del territorio. Seis comarcas básicas del interior de Galicia pivotan sobre un monocultivo que es la leche. De forma que en esas comarcas, otros sectores, como el pequeño comercio y empresas del sector servicios también quedan afectadas. Te vas a Arzúa, por ejemplo, y la crisis de la leche ves cómo puso contra las cuerdas a la cafetería, al taller, la ferretería…

En efecto, hay determinados factores que también influyen: el veto ruso, por ejemplo, o la caída de la demanda china –aunque no vendamos directamente- nos influyó. Porque lo que no vende Alemania, por ejemplo, viene para acá como competencia. Pero el problema básico, que no quiere comprender la autoridad europea, y que llama la atención que la ministra diga “todo lo que pedí en Bruselas ya me lo concedieron”… Oiga, mire: el escenario previsto por Bruselas de fin de cuotas no se parece nada al que hay. Desmontaron las cuotas, que venían desde 1981, porque había una posibilidad real de acometer mercados internacionales, existía una demanda creciente de productos lácteos, etc. Pero la realidad es que con el desmontaje de las cuotas coincidió la caída de la demanda china y el veto ruso, la caída del consumo interno por la crisis… Y ante esa situación Bruselas no puede cruzarse de brazos.

Todo eso en un país importador neto como es España, la aparición del dumping nos está haciendo polvo. Somos un país dependiente de la leche liquida, que es la que menor margen deja. En ella hoy prácticamente no hay marca de industria: todo es marca blanca de distribución, que utiliza la leche con precios muy baratos como reclamo, no ganando ningún margen a la leche. Al ser un producto pesado, el ama de casa acude al reclamo, aprovechando el carro de la compra para llevar al coche: y ese carro ya aprovecha para llevar el resto de la compra, donde sí ponen márgenes. El 50% de la leche que se consume se canaliza de esa manera.

Pero además estamos sufriendo otro problema. Los excedentes alemanes y franceses, por ejemplo, no están entrando como leche líquida barata, sino como queso en barra por debajo de precio de coste. Si calculas los precios de coste de esos productos, no salen los números. Francia y Alemania, la leche excedentaria, en lugar de hacer leche en polvo, la destinan a quesos por debajo de precios de coste para ganar nuestro mercado a la vez que regulan sus excedentes. ¿Cómo es posible si no, que con los precios más bajos que hay en estos momentos, Alemania, Holanda, Irlanda, etc., hayan subido su producción en más de un millón de toneladas?

Nuevatribuna | ¿Y España?

La distribución le pone el precio a la industria, y ésta se lo repercute al ganadero

RG: Aquí tenemos un déficit de tres millones de toneladas, y subimos la producción en 200.000 toneladas, y resulta que de pronto tenemos un problema por exceso de producción… Es un fenómeno creado por la industria que se ha acomodado a la situación de no ganar con el valor añadido del producto, sino a base de estrangular al ganadero. La distribución le pone el precio a la industria, y ésta se lo repercute al ganadero.

Por tanto, o se busca una solución política, o por la vía sólo del mercado vamos a permitir que todo el ajuste de producción se haga en Galicia. Y se haga castigando al ganadero joven, que tiene que financiarse. Y que tiene las explotaciones más eficientes.

Nuevatribuna | Con lo cual estás castigando doblemente al sector: en su presente y en su futuro…

Hay cerca de 600.000 hectáreas susceptibles de ser aprovechadas que están abandonadas

RG: Claro: estás expulsando a los que realmente son más eficientes.

A nivel de producción tenemos en Galicia un problema serio por resolver, que es el de la tierra. Por ejemplo, cuando se habla de la subvención para la producción de castaños, yo lo veo muy bien: tenemos casi dos millones de hectáreas de monte susceptibles de aprovechamiento económico. Y me parece muy bien que utilicemos el castaño para un aprovechamiento del fruto. Pero hagámoslo también incorporando a la industria de la transformación de la castaña. Y hagámoslo ordenando el territorio, no vaya a ser que esa plantación vía subvención venga a competir con el ganadero por la tierra agraria. A ver si vamos a estar subvencionando que la empresa X me plante castaños, de forma que me encarezca el alquiler de la tierra. Ordénese adecuadamente, para que lo que se haga sea donde se pueda hacer: hay sitio para el monte, para el arbolado, para la pradera y para la ganadería. Pero ordenándolo de manera adecuada.

Y la ganadería tiene un problema: hay cerca de 600.000 hectáreas susceptibles de ser aprovechadas que están abandonadas: en manos de jubilados y pensionistas, que no tienen ningún tipo de presión fiscal para tener que alquilarlas.

Nuevatribuna | ¿Habría que expropiar?

RG: No. No hay que llegar a ningún proceso de expropiación de tierras, ni amenazar a la gente con que le queremos quitar las vacas y la tierra. Pero a la tierra hemos de darle una función social; ni permitirnos el lujo de las fincas de propietarios que son herederos que viven en la ciudad y que no saben ni dónde están las fincas,  y que quedan abandonadas. Usted, o la aprovecha, o la alquila. Y si no la alquila va a tener que pagar un impuesto para que no le compense tenerla baldía. O garantizarle un sistema de arrendamiento coordinado por la Administración, de modo que cobre el arrendamiento y que cuando quiera explotarla directamente se le devolverá. Y la Administración, entre tanto, se está ahorrando los millones de euros que tiene que gastar en apagar fuegos en esas fincas que quedaron abandonadas. O siendo pasto del jabalí o del lobo, que encima son perjudiciales para el resto de explotaciones.

Nuevatribuna | Y en esas condiciones hay…

RG: Medio millón. Hay casi tanto en abandono como utilizadas.

Parece lógico que si tenemos ese fondo de tierras, y el coste de la alimentación supone un 60% en la composición de los costes, debiéramos hacer algo para abaratar los costes. Porque no depende únicamente de la voluntad privada. Yo puedo tener interés en que el elemento básico de alimentación de mis vacas sea el forraje, pero si no tengo tierra para plantar…

En el problema de base territorial jugaron dos elementos conflictivos. Y esto que voy a decir se que es algo controvertido y probablemente provocador. Uno de ellos es que por falta de personal en la explotación se termina yendo a sistemas de manejo más cómodos, con la utilización de piensos, en lugar de utilizar el pastoreo. Y otro, porque somos más ganaderos que agricultores. Y en una explotación ganadera tiene que haber una parte de explotación agrícola muy importante…

Nuevatribuna | El caso francés del maíz, que contaba antes…

RG: Exacto. Yo admiro el modelo irlandés, que además les da buenos resultados. El ganadero irlandés ve la vaca como una especie de máquina que transforma hierba en leche. Por eso pone especial interés en tener muy buen forraje, lo más competitivo posible, porque su objetivo no es tener una vaca de exposición y de concursos, sino la que le deja más rendimiento, porque produce leche de mayor calidad y aprovechamiento.

Nuevatribuna | ¿El ganadero gallego entraría a aprovechar ese medio millón de hectáreas baldías?

Todo el que cobre de los fondos de la política agraria comunitaria tiene que estar manteniendo actividad y generando empleo

RG: Sí. Por supuesto. Es la gran demanda del ganadero tanto de carne como de leche: la gestión del terreno. Pero aquí la ayuda de la Administración es nula, cuando debería ser la primera interesada. En España se hace compatible el pago de las subvenciones europeas con las pensiones de los jubilados. Las ayudas diseñadas por Bruselas para los agricultores y ganaderos en Francia van exclusivamente al profesional, de forma que teniendo unos 8.000 millones para repartir va apenas a 300.000 agricultores y ganaderos. Aquí, sin embargo, teniendo menos (unos 5.000 millones) lo repartimos entre un millón de perceptores. Porque no se tiene en cuenta sólo a quienes explotan la tierra y la ganadería, sino a los propietarios de tierra y teóricamente de explotaciones. Aunque no tengan actividad agro-ganadera. Con ello los jubilados y pensionistas encuentran un incentivo para retener la tierra, sin explotarla, como mecanismo para poder cobrar esas ayudas.

Esto frena los arrendamientos, y se detraen fondos a los agricultores y ganaderos, que son los que tendrían que competir con los de fuera. En Galicia perceptores de ayudas hay 31.000. De los cuales hay unos 8.000 jubilados y pensionistas. No se trata de quitarles nada, sino de controlar que cuando menos mantengan en actividad sus tierras, aunque sea a través de terceros.

En un país con 4 millones de parados, hemos de ser más rigurosos con la gestión de los fondos públicos. Todo el que cobre de los fondos de la política agraria comunitaria tiene que estar manteniendo actividad y generando empleo.

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Nuevatribuna | ¿Y cómo se debería gestionar el territorio?

RG: La concentración parcelaria en su momento tuvo sentido. Hoy hay sistemas mucho más baratos que la concentración parcelaria. Hay medios digitalizados que te permiten controlar lo existente, e incentivar las permutas, arrendamientos, etc. Lo que hay que hacer es incentivar figuras jurídicas del arrendamiento, de la permuta… Para resolver un problema de base territorial. No es un asunto que se resuelva en una legislatura. Y debería haber un pacto interpartidario para hacerlo funcionar.

Nuevatribuna | ¿Por qué en Galicia se produce un modelo cooperativo como el de Coren, por ejemplo, para la producción de aves, por ejemplo, y en el sector lácteo no se ha expandido un sistema como el intentado por Feiraco?

Estamos caminando a que queden tres grupos lecheros e industriales en toda España, uno de ellos en torno a Mercadona, para el abastecimiento en exclusiva para Mercadona

RG: Son modelos distintos el de la producción de pollos, por ejemplo, y el de la producción de leche. El modelo de producción de aves en toda la industria española es un modelo integrado: es la cooperativa, o la empresa, la que facilita al avicultor los pollos, el pienso, la asistencia veterinaria…, y luego le hace la cuenta de la productividad. Con lo cual la capacidad de integrar todo el proceso de comercialización desde el origen no permite actuaciones individuales. En el sector lácteo, el hecho de que existe una gran competencia genera un individualismo mayor. Ves que hay cuarenta cooperativas de leche, cada una en su territorio, con su presidente, donde terminó convirtiendo en una razón de ser una comisión para mantener esa estructura… Prácticamente el beneficio quedaba para pagar la gestión.

Cuando se firmó el convenio lácteo el año pasado, uno de los objetivos era ir a un proceso de concentración cooperativa. Con dinero para incentivarlo. Y pese a todo eso, ese individualismo, de cada uno tener su casa, hace que no esté funcionando. Pero pienso que ese modelo a corto plazo lo va a imponer la realidad del mercado. Es importante que –habiendo los excedentes que hay- el crecimiento individualizado de la producción de leche por el ganadero lleva implícito alguien que te garantice la compra de esa leche. En el centro y norte de Europa, donde el proyecto industrial es de base cooperativa, ese problema lo tienen resuelto. Incluso de manera casi monopolística: hay cooperativas que tienen entre el 80 y el 90% de la recogida de todo el país.

Aquí eso va a durar más tiempo, pero estamos caminando a que queden tres grupos lecheros e industriales en toda España. Uno en torno a Mercadona, para el abastecimiento en exclusiva para Mercadona (lo que llaman ellos “interproveedores”). Otro en torno a Francia, a Lactalis. Y el otro, inevitablemente, que no le quedará más remedio que consolidarse, en torno a las tres o cuatro cooperativas importantes del sector lácteo, pero que aún son pequeñitas: que podrían ser Feiraco, Central Lechera Asturiana, Covap, Iparlat, y si me apuras incluyendo a los portugueses dueños de Celta.

En ese sentido, o concentramos volumen para poder diversificar y no quedarse sólo en el tema de leche líquida –y para eso hay que tener dimensión-, o quedarán fuera de mercado a muy corto plazo. Porque los márgenes con los que se juega en leche líquida son mínimos, y la necesidad de buscar nuevos mercados y de ponerle valor añadido hace que las dimensiones han de ser mayores que aquellas con las que jugamos. ¿Qué sucede? Que si dejamos que sea el mercado el que conduzca este proceso, todo nos va a llevar mucho más tiempo, porque hay unos frenos de mano y unos condicionantes puestos por los actores principales. Y por eso hace falta que haya un incentivo público y un empuje público para liderar todo ese tipo de procesos: así tendríamos mucho andado. Si tiene que salir de la iniciativa del ganadero, o de los rectores de esas cooperativas, va a ir mucho más lento, y no sé si llegaremos a tiempo.

Nuevatribuna | ¿Está preparado en España y en Galicia el sector público para asumir ese liderazgo?

RG: Durante mucho tiempo, el papel que hicieron las Cajas de Ahorro, como entidades semipúblicas, en muchas Comunidades Autónomas –aunque en Galicia no funcionaran así- fueron determinantes en ese papel. En la nueva situación de la banca no es previsible que sean elementos dinamizadores, por lo que el sector público tendrá que asumir ese papel dinamizador.

Aquí, en el sector primario, donde tenemos dos elementos punteros, como son la pesca y la ganadería, el sector público ha fallado en el apoyo a la dinamización de esos sectores, y al favorecimiento de darles salidas industriales. Algo que no se está haciendo, cuando se están apoyando otros procesos industriales –como el del aceite- que tienen mucho menos que ver con nuestra producción primaria.

Nuevatribuna | ¿Cuál sería la alternativa a esa situación desintegrada a la que se refería antes?

En un sector tan sensible como el de la alimentación, el problema es que las pautas las está marcando la comercialización, muchas veces sometida a guerra de precios

RG: En un sector tan sensible como el de la alimentación, el problema es que las pautas las está marcando la comercialización, muchas veces sometida a guerra de precios. Y éste es un sector en el que hay que garantizar fundamentalmente la seguridad alimentaria. Una seguridad en la que no puede haber margen para relajar sus reglas, o que terminen permitiendo que el libre mercado sea entre desiguales. Si el precio lo determina una gran cadena de distribución, como ocurre en sectores como la leche o el pollo, y no tengo mecanismos de igualar, pretender que un ganadero de Santa Comba, o una granja de pollos de Rodeiro, puedan competir en pie de igualdad con Mercadona, pues ahí no hay libre mercado: lo que hay es la imposición de unas condiciones.

Si tengo que reequilibrar esas condiciones, tengo que regular ese tipo de relaciones. La garantía de negociación de contratos en pie de igualdad, la garantía de la prohibición de la venta a pérdidas, la prohibición de la utilización de los productos sensibles como producto reclamo… Y, sobre todo, garantizar la sostenibilidad de los eslabones de la formación de precios en la cadena, son elementos imprescindibles con los que tiene que haber una sensibilidad especial del gobierno. Porque no está en juego la alimentación –que posiblemente un pollo de Rodeiro se puede sustituir por uno de Brasil- , pero sí está en juego la garantía de seguridad alimentaria, y el papel que el sector primario juega en la vertebración de un territorio y en el papel que juega en la estructura económica de un país.

En todo eso, el agricultor y el ganadero son básicos. Y aquí hay una dejación, y un falso planteamiento de pensar que la economía de mercado puede funcionar entre poderes desiguales.  Entre desiguales no hay economía de mercado: hay imposición. Porque me estás obligando a vender un producto perecedero a un precio por debajo de lo que cuesta producirlo. Porque mi alternativa –de lo contrario- sería tirarlo.

Hay ganaderos y agricultores más eficientes que otros, es cierto. Pero tiene que haber unos observatorios de precios de la cadena que permitan conocer unos precios de referencia de lo que cuesta producir un litro de leche, o un kilo de carne de pollo a un ganadero medio. Cuando hay una desviación de esos precios medios de referencia, por un lado se conoce al ineficiente, pero por otro se puede estar destapando una imposición que no ha de ser admitida, y ahí debe haber cuando menos una intervención pública eficiente. Nadie se escandaliza de que la Administración en los procesos de concurrencia competitiva, si una de las ofertas  se desvía más de un porcentaje del precio de licitación, se puede determinar que es una baja temeraria.

Nuevatribuna | Un precio de venta temerario está amenazando…

RG: …O la viabilidad de la explotación o la seguridad del consumidor, en el caso alimentario. Ya tuvimos el caso con lo de las vacas locas. ¿Qué pasó cuando se impuso un precio por kilo de carne que no cubría el coste de producción? Que se empezaron a buscar la vida utilizando subproductos en la alimentación animal, utilizando harinas cárnicas para alimentar animales. Y tuvimos el problema que tuvimos.

Por eso, cuando estamos hablando de una materia tan sensible, no podemos que opere desordenadamente la mal llamada lógica del mercado. Uno, por razones de seguridad, y otro por la propia estructura territorial y económica.

Propuestas para dinamizar el sector

NT: ¿Hay alguna propuesta integral para Galicia?

Somos buenos agricultores, somos buenos ganaderos, pero dependemos de los intermediarios en la comercialización

RG: No tenemos medios técnicos suficientes para realizar los estudios necesarios. Con el inicio de la crisis se desmontó Extensión Agraria, que era la que daba el soporte técnico. Y ahora estamos haciéndolo desde las oficinas de los Sindicatos. Nosotros tenemos 34 oficinas abiertas, con 97 técnicos, para hacer el papel técnico, e incluso para hacer el papel de gestorías para los ganaderos. Pero en todo caso pasa por los ejes básicos que pasan por los cuatro ejes básicos que tenemos en estos momentos:

Tenemos un problema importante de cadena de valor. La renta de las explotaciones está sustentada en una banqueta de tres patas. Por tanto, muy inestable, porque si falla cualquiera de las res falla el equilibrio: la primera –la importante- es la política agraria común, o la de ayudas. En esa tenemos una competencia desleal con nuestros socios europeos, un afán recaudador fiscal sin precedentes de la Hacienda Pública. El que Bruselas esté apretando a España en el tema de déficit ha llevado a situaciones tan paradójicas como que las subvenciones por garantizar la sanidad animal, se ha reclamado un 21% fiscal de cuatro años atrás de esas subvenciones. Unas subvenciones que eran a fondo perdido, y exentas de fiscalidad, ahora se reclama el 21% de cada ayuda de los cuatro años anteriores. Se está imponiendo en el IRPF de los jóvenes que se incorporan, un 20% de lo que viene de Bruselas como incorporación de jóvenes. Es decir, las ayudas de Bruselas para fomentar la incorporación de agricultores jóvenes, Montoro las penaliza con un 20% para resolver sus cuentas de resultados. Lo mismo en las ayudas: en 2016 va a haber una penalización fiscal a los ganaderos, porque en este año vamos a cobrar las del año más las de 2015 cuyo pago está retrasado. Con lo cual, al saltar de tramo, va a haber una penalización. En las ayudas públicas, ni tenemos las mismas que los europeos, ni está facilitando el gobierno que cobramos en igualdad de condiciones.

La otra pata: el precio que percibimos por los productos. Al haber una situación de crisis en cada uno de los sectores, y sobre todo al no funcionar la cadena de valor, hay pocos sectores que se libren de estar rozando por debajo los costes de producción. Por lo tanto hay una caída muy importante de la renta, que hay que controlar evitando los abusos de posición dominante, para garantizar que nadie pueda comprar por debajo de lo que cuesta producir.

La tercera pata de la banqueta es la de las pensiones. En casi todas las explotaciones existe un número importante de ingresos derivados de percepciones extra-agrarias: subvención, venta de productos y pensiones o trabajos esporádicos en otro tipo de actividad. El tema d elas pensiones es algo determinante a resolver. No sólo por el hecho de que cobremos las más bajas del Estado, sino por el problema de envejecimiento que tenemos en este tipo de explotaciones.

galiciaEl segundo eje fundamental: tenemos un problema de despoblamiento, por falta de incorporación de jóvenes que provoquen el relevo generacional. Y eso no depende solamente de tener explotaciones viables, sino que depende de una política de servicios públicos que no discrimine el interior y el rural con respecto al urbano. Es clave el transporte y la comunicación. Tiene el que trabaja en el ámbito rural disponer de un sistema de transporte, y de un acceso a la Red, que permita facilidades similares a las que se tienen en el ámbito urbano.

El tercer eje: el de ponerle valor añadido a nuestros productos. Somos buenos agricultores, somos buenos ganaderos, pero dependemos de los intermediarios en la comercialización. Y eso significa que lo que paga el consumidor por el producto de calidad se queda en terceras y cuartas manos que no aportan nada al producto. Porque hay empresarios que me compran un producto, y le ponen un valor añadido, y es lógico que tenga su margen de ganancia. Pero el tratante que toma un ternero en mi casa y lo lleva a un matadero, que tenga un margen del 300% , y que yo me quede prácticamente cubriendo el coste, supone que la situación está fallando. Y hay algo que está en nuestro deber resolver para librar ese abismo a favor del productor.

Y el cuarto eje es el de la gestión de la tierra. No sólo en lo que hemos comentado antes de gestionar el territorio, sino el de la convivencia por ejemplo del ganado con otras faunas, como el lobo, que producen unos daños difíciles de cubrir.

En efecto, no tenemos un programa concreto elaborado, por esa falta de medios que te decía. Pero lo triste no es que no lo tengamos los sindicatos. Lo triste es que no lo tiene el gobierno.

"Comprar leche a 18 céntimos no es pagarla, es robarla"