jueves. 28.03.2024
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El ISDS es una prerrogativa inaceptable porque permite a las multinacionales actuar al margen de la democracia y cuestionar las decisiones de los poderes públicos

La decisión del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, de suspender la votación prevista del informe sobre la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), que incluía el polémico mecanismo de resolución de controversias entre inversores y Estado o blindaje a las multinacionales (ISDS), no se ha debido “a las muchas enmiendas presentadas” como justificó el propio Schulz, sino a la sostenida presión social y sindical y a las fuertes controversias surgidas en el grupo de los Socialistas y Demócratas, que podrían poner en peligro el resultado de la votación.

Los sindicatos coinciden en que el ISDS es una prerrogativa inaceptable porque permite a las multinacionales actuar al margen de la democracia y cuestionar las decisiones de los poderes públicos. Y no es una ficción: Repsol en Egipto, Philip-Morris en Uruguay, la petrolera Occidental Pteroleum en Ecuador, Vattenfall en Alemania, o Ethyl Corporation en Canadá han actuado contra decisiones de los estados, y en todos los casos la existencia del ISDS hubiera allanado el camino para blindar sus intereses.

CCOO y UGT reiteran su oposición al TTIP y al ISDS, como lo ha hecho la Confederación Europea de Sindicatos y el propio sindicalismo norteamericano (AFLCIO), porque son una amenaza a los derechos laborales conquistados hace muchos años, a los principios democráticos y a la naturaleza y funciones de los Servicios Públicos, que se pueden ver invadidos por el negocio y los intereses privados, vulnerando su carácter de atención pública, universal, de calidad y gratuita.

“Si se mantiene el tratado en los términos que ya conocemos significaría un golpe muy grave y serio a las políticas de cohesión social, al Estado de Bienestar a nivel europeo, a los derechos laborales, al derecho de Negociación Colectiva y a la propia capacidad de los Estados de la UE para defender políticas de igualdad”

Los sindicatos mayoritarios se dirigieron a los distintos grupos del Parlamento Europeo para que el ISDS fuera retirado y en su caso, rechazado en la votación.

El Secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha manifestado que si no se produce un cambio en profundidad en el contenido del Transatlántico para el Comercio y la Inversión éste puede suponer una amenaza que puede afectar a la garantía de aplicación de los convenios de la OIT en Europa y EEUU y, por tanto, una amenaza para los derechos laborales.

“Otro elemento transcendente” ha añadido “es la pretensión de que haya un sometimiento del interés general, que defienden los Estados, a sentencias de tribunales arbitrales que tendrían muy en cuenta el interés de los inversores frente al interés general”. Algo que permitiría a las empresas actuar en contra de las decisiones de los Estados.

"El ISDS es un blindaje a las multinacionales inaceptable y el TTIP un tratado que no...