“Nosotros creemos en la Unión Europea y por eso hemos creado el Partido de la Izquierda Europea, para trabajar juntos para cambiar Europa. Y para que un país pueda transformarse también hay que transformar Europa. Son dos luchas al mismo tiempo”
La segunda jornada de trabajo de la Universidad de Verano del Partido de la Izquierda Europea, que se está celebrando estos días en la República Checa, se dedicó a reflexionar sobre la integración o la división de Europa, en unos momentos marcados por la tensión de ver cómo iban a concluir las negociaciones con Grecia y la seria amenaza del Grexit.
El profesor canadiense Leo Panich inició el plenario con una visión histórica de las contradicciones del capitalismo a nivel mundial y de la evolución de los partidos obreros, que concluyó en un análisis de la situación política de Grecia. Habló de la creación de nuevos partidos de izquierdas y del nuevo tipo de internacionalismo que se ha generado ligado a los movimientos sociales. Puso de ejemplo a Syriza, de cómo ésta se implicó en la rebelión de los estudiantes y trabajó con los movimientos y del planteamiento de unidad con el que se forjó. Recordó cuando Alexis Tsipras dijo que la crisis y la tortura económica eran tal que había que llegar al poder para controlar el cambio, y que la única forma de hacerlo era la unión de todos los que caminaban en la misma dirección.
El pueblo griego confió en la propuesta y les dio la mayoría absoluta a falta de un punto, pero la situación actual es que “Syriza se encuentra atrapada en las negociaciones con escaso espacio de maniobra (…) Syriza ha tratado de cuadrar el círculo viendo si es posible cambiar Grecia y permanecer en la Unión Europa”. La cuestión fundamental, según explicó, es si se puede cambiar el Estado griego permaneciendo en la Unión Europea.
El presidente del PIE, Pierre Laurent, contestó diciendo que hoy hay tres posturas frente a la Unión Europea. Por una parte, los que quieren mantener el orden neoliberal actual, “cada vez más autoritario”, “que son los dirigentes que están actuando contra Grecia. Por otra, las fuerzas de la extrema derecha, que quieren quemar Europa, con el consecuente auge de los nacionalismo. Y por último, los que defendemos una Europa Solidaria que de la batalla a la Europa de las Finanzas.
Ante la pregunta de si es posible cambiar un país desde dentro de la Unión Europea, Laurent respondió contundentemente que sí. “Nosotros creemos en la Unión Europea y por eso hemos creado el Partido de la Izquierda Europea, para trabajar juntos para cambiar Europa. Y para que un país pueda transformarse también hay que transformar Europa. Son dos luchas al mismo tiempo”.
El presidente del PIE apuntó que este es “un proceso de lucha difícil”, que no se ganó el 25 de enero ni el domingo del referéndum, “será una cuestión de años. Syriza alcanzará un compromiso difícil con la correlación de fuerza que hay hoy en Europa. Lo importante, señaló, es saber utilizar esta batalla para cambiar Europa. “Los pueblos de Europa se miran unos a otros y por eso lo que pase en España, en Francia, en otros países, será muy importante. La batalla que está llevando a cabo Grecia es una batalla política para cambiar la relación de fuerzas y luchar contra la austeridad en cada uno de nuestros países”.
Sobre el margen de maniobra, Pierre Laurent argumentó que es una batalla y que cada conquista es una victoria política. “Nosotros luchamos por otro modelo de Unión Europea que de mayor margen de maniobra a los pueblos y, desde el respeto a las soberanías nacionales, poder utilizar ese margen de maniobra para reforzar la solidaridad con quienes más lo necesitan.
“En estos momentos -concluyo Laurent- a la vez que el trabajo político, hay que reforzar la solidaridad inmediata, ampliar las movilizaciones, multiplicar las delegaciones de Grecia para que puedan explicar lo que pasa, y responder a las urgencias sociales que necesita Grecia”. Pierre Laurent, relató cómo gracias a la campaña de solidaridad en Francia hoy la opinión pública apoya mayoritariamente a Grecia, y ha hecho que el presidente de la República, dentro del doble lenguaje que utiliza, haya dicho no al Grexit.
Elisabeth Gauthier, que moderó el plenario, ratificó ese aumento de las grandes movilizaciones que se han producido desde la victoria del Syriza en las elecciones de enero, con el apoyo de intelectuales, de los movimientos sociales, de toda la izquierda, de los verdes… y a la que se han sumado los sindicatos. Señalo que tras el referéndum, el conjunto del comité ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos ha demandado un acuerdo justo con Grecia, igual que los han hecho líderes de sindicatos nacionales.
Natasa Theodorakopoulou, de la dirección de Syriza, habló con la tensión de los últimos momentos de una difícil negociación, en la que las instituciones europeas estaban a punto de decidir si Grecia seguiría formando parte de la Unión Europea o sería un país expulsado. Explicó que estos son momentos de apoyo y no de críticas porque “la única alternativa es Syriza y el fracaso sería el ascenso de la extrema derecha”.
