viernes. 19.04.2024
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"Si no se pone la voluntad, la energía, ni la fe necesarias para que te invistan a ti mismo, no se la van a poder poner los demás", advierte el portavoz de C's

Si de alguien no se esperaba una acerada crítica al discurso de Mariano Rajoy en el Pleno de Investidura era de los dirigentes de Ciudadanos, partido con el que el PP ha sellado un acuerdo para la formación de gobierno. Durante una hora y veinte minutos, el presidente del Gobierno en funciones y candidato a revalidar su cargo, volvió este martes a relatar muchos de los argumentos conocidos en sus discursos de los últimos tiempos, tanto es así que las primeras reacciones a sus palabras de dirigentes de la oposición fueron para criticar una intervención que, a juicio de muchos, se asemeja más a un debate sobre el Estado de la Nación que a uno de Investidura.

El rapapolvo dado a Rajoy por el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, nada más terminar el Pleno, no pasó desapercibido. El dirigente de la formación naranja lamentó que Rajoy otorgara el mismo valor a C’s que a Coalición Canaria, cuando los primeros cuentan con 32 escaños frente a 1 de Ana Oramas. Asimismo criticó la falta de entusiasmo mostrada por el candidato al no dirigirse ni una sola vez al PSOE para solicitar su apoyo en forma de abstención, lo que a su juicio lleva a pensar que lo da todo por perdido: "Si no se pone la voluntad, la energía, ni la fe necesarias para que te invistan a ti mismo, no se la van a poder poner los demás", señaló. Además, Girauta, también puso el acento en que muchas de las medidas anunciadas por Rajoy han sido planteadas por C’s, mientras otras muchas ni siquiera fueron referidas por el dirigente ‘popular’. El portavoz parlamentario tampoco dejó pasar la oportunidad de recordarle al PP que la formación de Gobierno de la que presume Rajoy virtud a ese pacto deberá cumplir las seis condiciones previas que ya relató Albert Rivera y que tienen que ver en gran medida con las corruptelas que salpican al PP. A las críticas a Girauta se unen las comentadas por el secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, quien en Twiter dijo que el discurso de Rajoy le pareció "plano, antiguo, sin pasión alguna y básicamente electoralista". "¿De verdad Mariano Rajoy quiere ser investido presidente?", se preguntó.

VUELTA AL CHANTAJE

Rajoy volvió a situarse como la única alternativa posible: o él o el caos. Advirtió, en este sentido que la única salida para evitar terceras elecciones es un gobierno “moderado”, presidido por él mismo, frente a un “pacto de mil colores” que incluye a partidos independentistas. Precisamente, la defensa de la unidad de España, coronó su discurso donde, lejos de tender puentes con los nacionalistas, ahondó aún más la brecha, quizá con la mirada puesta en las citas electorales del próximo 25 de septiembre.

Rajoy hace a todos corresponsables de su fracaso anunciado (nada hace prever que pueda salir investido esta semana) y en tono de chantaje avisó que el “mayor daño” a la democracia española “es decir a los ciudadanos que su voto ha sido inútil en dos ocasiones y tener que repetir las elecciones generales por tercera vez". Sus palabras iban dirigidas claramente al PSOE pero no se refirió de manera expresa ni una sola vez a la formación liderada por Pedro Sánchez. En ese mismo tono paternalista, insistió en la necesidad de "cumplir" la voluntad de los españoles expresada en las elecciones generales del pasado 26J y esto –dijo-, no sólo supone "respetar la opción más votada en las urnas", sino la formación de un Gobierno que es ya “un clamor popular”.

Eso sí, Rajoy se explayó en ofrecer pactos de todo color y condición, siempre bajo la premisa de una política continuista en materia socioeconómica. El candidato se compromete a convocar el Pacto de Toledo después de haber dejado exhaustas las arcas del fondo de pensiones. Asimismo, planteó una reforma de la financiación autonómica, tras cuatro años de constantes enfrentamientos con las CCAA; habló de educación, aunque en el acuerdo con C’s poco cambiará de la filosofía de la LOMCE; y se comprometió con “reformas institucionales” que de momento no se sabe muy bien qué alcance tendrían. Sobre corrupción pasó de puntillas, siendo quizá lo más relevante su alusión a la violencia de género y su apelación a un pacto de Estado para combatir esta lacra.

En fin, más de lo mismo, según criticó el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, al calificar el discurso de Rajoy "de burócrata" y a quien definió como un "candidato cansado", con un "proyecto político agotado" y "sin ambición de futuro". Más irónico se mostró el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al comparar el discurso de Rajoy con una viñeta de Hermano Lobo: "O Yo o el caos, y ambos eran el caos", dijo en los pasillos de la Cámara Baja. 

Rajoy irrita a Ciudadanos por la forma y fondo de su discurso de investidura