El secretario general de Podemos vio este domingo revalidado su mandato al frente del partido con el apoyo del 89% de la militancia, el control del 60% de los puestos de la dirección y la victoria de todas sus propuestas políticas. Euforia entre los ‘pablistas’ y decepción de los ‘errejonistas’ en una jornada marcada por una histórica participación, con 155.000 votos (de 450.000 inscritos), y el eco de las llamadas a la “unidad” de los cerca de 10.000 asistentes al cónclave.
“Unidad” y “humildad” fueron precisamente las palabras con las que Pablo Iglesias coronó su discurso en el Palacio de Vistalegre ante las bases de Podemos que desde el sábado instaron a sus dirigentes políticos a guardar el hacha de guerra y superar las desavenencias internas que se han ventilado sin rubor en las últimas semanas. “A nosotros, esta Asamblea nos ha dado una orden: unidad y humildad, y la vamos a cumplir”, dijo Iglesias ovacionado con aplausos y gritos de “¡sí se puede!”.
Con los resultados obtenidos, Pablo Iglesias no solo refuerza su liderazgo como secretario general de Podemos, sino que también se hace con todo el control de la organización frente a Íñigo Errejón, cuya propuesta obtuvo el 33,7%. Los ‘errejonistas’ pierden así apoyo respecto a la consulta realizada en diciembre pasado cuando Iglesias se impuso por tan solo 2.400 votos (41% frente a 39%), y su líder queda relegado a un tercer puesto en la lista del nuevo Consejo Ciudadano al quedar Pablo Echenique como número dos del partido.
Las caras lo decían todo en el cierre de la segunda Asamblea Ciudadana de Podemos. Gesto serio de Errejón y los suyos y alegría desbordada entre los ‘pablistas’ a los que ahora toca gestionar la victoria en el post Vistalegre. A los seguidores del hasta ahora secretario político les resultará muy difícil digerir la derrota convencidos de que la misma supondrá un retroceso de la formación a efectos electorales: “Tengo la sensación de acabamos de perder dos millones de votos”, afirmaba un miembro de la candidatura ‘errejonista’”, convencido de que la propuesta política de Errejón era la más idónea para ganar al PP de Rajoy en 2020.
Entre los ‘errejonistas’, pocos se creen que tras estos resultados se vaya a hacer un verdadero ejercicio de integración, pese a la promesa manifestada por Iglesias en su discurso del sábado donde dijo que, de salir ganador, como así ha sido, contaría con Errejón. Los ‘pablistas’ en cambio se muestran más conciliadores y apuestan por un Pablo Iglesias con la mano tendida. Lo que no se oculta es que el refuerzo del liderazgo de Iglesias y por ende de su núcleo duro (Pablo Echenique, Irene Montero, Rafael Mayoral…) ha acabado por desintegrar ese primer equipo fundador de Podemos.
La tarea, desde este mismo lunes, será conformar una nueva ejecutiva con sus correspondientes secretarías. Sobre la mesa está la posibilidad, avanzada ya por algunos miembros de Podemos, de acabar con la secretaría política, ostentada hasta ahora por Íñigo Errejón.
