jueves. 28.03.2024
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Foto: Arainfo

La ley andaluza de 2014 es considerada la norma más progresista del mundo junto con la ley argentina

El texto legislativo, que ahora comienza su trámite parlamentario y que está inspirado en la ley andaluza de 2014 que situó a Andalucía en la vanguardia mundial en legislaciones sobre la transexualidad, ha nacido del consenso y del impulso de las organizaciones de transexuales del Estado español, además de contar con las aportaciones de las asociaciones de padres y madres de menores trans, lo que convierte a este proyecto legislativo en “participativo y hecho desde, por y para las personas transexuales”, en palabras de Mar Cambrollé, portavoz de la Plataforma Trans, entidad que aglutina al colectivo transexual en España.

Por primera vez en democracia, España legislará en materia de identidad de género y sacará del mundo de la enfermedad mental las identidades trans, que contempla la libre autodeterminación del género, esto es, que se es hombre o mujer en la manera en la que las personas lo deciden voluntariamente y no porque lo acredite un informe médico.

La ley dará protección jurídica a libre determinación de la identidad de género, eliminando las evaluaciones psicológicas obligatorias para poder acceder a los tratamientos hormonales en la sanidad pública

La ley, en caso de ser finalmente aprobada, dará protección jurídica a libre determinación de la identidad de género, eliminando las evaluaciones psicológicas obligatorias para poder acceder a los tratamientos hormonales en la sanidad pública, introduciendo en los curriculums educativos las realidades trans y respetando el libre desarrollo de los menores transexuales, como derecho fundamental contemplando en la Constitución Española.

El libre desarrollo del menor será así protegido y respetado en los ámbitos educativo, sanitario, familiar y social, viendo los menores reflejado en el DNI su identidad sentida y pudiendo acceder a los bloqueadores hormonales hasta poder comenzar en su edad adulta con el tratamiento hormonal específico de estrógenos o testosterona, según corresponda, y evitando de esta manera las expresiones físicas no acordes a la identidad de género sentida.

Sexo no binario

Una de las novedades más reseñables en esta ley, que comienza este viernes su andadura por el Congreso de los Diputados de la mano de Unidos Podemos, es que dará respuesta a todas las realidades que existen dentro de la comunidad trans, esto es, a las identidades no binarias. Así, las personas intersexuales, que nacen con características de ambos géneros, verán protegida su identidad y quedará reflejada en el DNI y en los registros civiles, que establecerá como opcional la mención al sexo hasta que la persona determine su identidad durante su edad adulta.

La ley tiene una mirada especial al mundo del trabajo, en el que los transexuales sufren un auténtico “apartheid laboral”, al sufrir una tasa de desempleo del 80%

La Ley de Transexualidad también tiene en cuenta la discriminación que sufren las personas transexuales en el deporte, en la sanidad y en la educación; a las personas mayores y las personas migrantes, que tendrán derecho a que su identidad de género se contemple en la documentación administrativa. Igualmente, la ley tiene una mirada especial al mundo del trabajo, en el que los transexuales sufren un auténtico “apartheid laboral”, al sufrir una tasa de desempleo del 80%, lo que impide el disfrute del resto de derechos asociados a la dignidad humana y envía en muchas ocasiones a este colectivo a la economía informal y a la exclusión social.

Desigualdad territorial

Mar Cambrollé La ley viene a acabar también con la desigualdad territorial de personas transexuales que viven en comunidades sin legislaciones específicas sobre transexualidad, así como también viene a facilitar la libertad de movimiento de los transexuales andaluces, madrileños o valencianos, comunidades con leyes específicas, que ven involucionar sus derechos cuando se instalan en otra comunidad autónoma que no protege las identidades transexuales.

Mar Cambrollé, portavoz de la Plataforma Trans (en la imagen), espera que el texto legislativo sea finalmente aprobado con el consenso de todos los grupos políticos, como ocurrió en el Parlamento andaluz en el año 2014: “Es una ley de derechos humanos que viene con 40 años de retraso, las personas transexuales fuimos las grandes perseguidas en la dictadura y hemos sido las grandes olvidadas de la democracia”, quien añade que “ha llegado la hora de las personas trans, de tener una ley sólo para nosotros y elaborada por nosotros y pensando en nuestra realidad”.

La Ley de Transexualidad llega al Congreso de los Diputados de la mano de Unidos Podemos