viernes. 29.03.2024
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Foto: PSOE

Bono sabe que ir abriendo camino con Podemos será a larga un recorrido que otros muchos transitarán

Seis meses después de salir elegido secretario general del PSOE, Pedro Sánchez afronta su primera batalla interna espoleada por la reunión en secreto de Zapatero y los líderes de Podemos. Pese a los intentos de algunos por quitar hierro al asunto, el encuentro ‘discreto’ con Pablo Iglesias a instancias de José Bono, ha soliviantado y mucho a parte de la dirección del partido (los más fieles a Sánchez), aún más tras conocerse que a ese cónclave también acudió el dirigente territorial y miembro de la ejecutiva socialista Emiliano García-Page. Sin embargo, el episodio en cuestión no es la única china en el zapato que tiene Sánchez. Gargantas profundas de Ferraz declaran sin tapujos que las hostilidades contra él ya han empezado. Lo saben sus más fieles como la secretaria de empleo Luz Rodríguez y de ahí –aseguran a ese mentidero- su aireada respuesta o "ataque de cuernos" protagonizado ante los medios, mientras otros dirigentes han optado por la cautela como el portavoz parlamentario Antonio Hernando o simplemente defendiendo el derecho de Zapatero y Bono a reunirse con quien quieran, según manifestó el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig.

En el equipo de Sánchez cunde el nervisionismo viendo como el líder pierde parte de los apoyos que le auparon a la secretaría general, entre ellos Andalucía y su líder Susana Díaz, que ha decidido adelantar las elecciones autonómicas ahora que los sondeos le dan como ganadora mientras mantiene la incógnita de si intentará mover o no la silla a Sánchez. La situación recuerda a muchos a lo ocurrido con Josep Borrell que, un año después de salir vencedor en unas primarias frente a Joaquín Almunia, renunció debido a la falta de apoyo de la dirección.

Esto sólo es el principio de lo que va a pasar después de las municipales, vaticinan algunos socialistas 

Y es que en sus seis meses al frente del PSOE, Sánchez ha empezado a defraudar algunos como José Blanco, el mismo que le respaldó en su momento y que ahora critica sotto voce algunas de las decisiones tomadas por el secretario general, entre ellas la de sustituir al frente de la portavocía del PSOE en el Parlamento Europeo a Elena Valenciano por Iratxe García, a la que todos consideraban menos preparada de los eurodiputados. Es más –se quejan estas voces críticas- “¿Cuántos españoles conocen el nombre de la portavoz europarlamentaria del PSOE y cuantos conocen el nombre del europortavoz de Podemos?”, es decir, Pablo Iglesias, cuyo protagonismo crece en Europa y Latinoamérica. Por otro lado, sorprende también el silencio de Carmen Chacón (nombrada por Sánchez) “agazapada” en la secretaria de Internacional de la que nadie sabe qué hace en su tiempo de trabajo ni en su tiempo libre. 

Entre las voces críticas a Sánchez no ha gustado su pronunciamiento sobre una posible derogación del artículo 135 de la Constitución, impulsada por Zapatero en el verano de 2011. En el entorno del expresidente reconocen que el asunto no ha sentado bien y que los máximos impulsores de esa postura entre los que se encuentran Luz Rodríguez y el secretario de economía Manuel de la Rocha (hijo) “son ahora casi los únicos defensores que le quedan a Pedro Sánchez”. Tampoco parece que Zapatero sea santo de la devoción de Sánchez. Recientemente, el actual líder del PSOE afirmó en una entrevista que prefería a Felipe González.

Pero, ¿y José Bono?, “¿cómo se le ocurre a Bono montar esa cena con los ‘innombrables’?”, (en alusión a Podemos), se preguntan algunos socialistas. El tema protagonizó el primer encuentro público entre Zapatero y Sánchez, tras conocerse la reunión, con motivo de la presentación de un libro de Jordi Sevilla celebrado el pasado jueves en Madrid. Los que conocen bien al manchego aseguran que siempre “le ha gustado jugar el papel de amable componedor” y recuerdan cuando intentó juntar a su amigo Alberto Ruiz-Gallardón con Rafael Simancas tras el ‘Tamayazo’. Aquello no le salió bien “pero lo de ir abriendo camino con los chicos de Podemos sabe que a larga será un recorrido que otros muchos transitarán”, señalan las mismas fuentes. Por eso dicen que "Bono acierta cuando dice a Pedro Sánchez que su enemigo no es él".

Ese coqueteo, ese tender puentes con Podemos ha dejado muy descolocado al equipo de Sánchez. Esta formación, primera en los sondeos de intención de voto directo, es una de las principales amenazas del PSOE. Las encuestas sitúan al partido de Iglesias como segundo, tras el PP, y relega a los socialistas a la tercera posición en unas elecciones generales. De ser así, el panorama parlamentario resultante será complejo y podría poner al PSOE en la tesitura de apoyar al PP o a Podemos. El propio José Blanco lleva augurándolo desde hace tiempo, incluso antes de que saliera elegido Sánchez, al asegurar que el PSOE “necesitará un líder con experiencia de gestión”, para lidiar el complejo escenario parlamentario que se anuncia en poco menos de un año.

Es muy probable que la tregua a Sánchez se alargue hasta las elecciones autonómicas y municipales de mayo de este año. El PSOE confía arrancar este ciclo electoral con una victoria en Andalucía (se prevé que los comicios se convoquen el 22 de marzo) que puede suponer un impulso a nivel nacional. Pedro Sánchez pasará su primer examen importante en las urnas como líder del PSOE. Pero su futuro para muchos es incierto: "Esto sólo es el principio de lo que va a pasar después de las municipales”, aseguran muchos socialistas.

El coqueteo con Podemos y el ataque de cuernos