viernes. 29.03.2024
mahou-calderon
Maqueta de la operación urbanística Mahou-Calderón.

EQUO cree que se abre una buena oportunidad para redefinir el futuro de la ciudad ante el “fracaso de una administración agotada y sin credibilidad política”

EQUO Madrid ha celebrado la retirada del Plan General de Ordenación Urbanística, contra el que llevaba varios meses luchando, por considerarlo un "plan destinado a desmantelar la ciudad, permitiendo el expolio de los suelos y edificios públicos, y que se ejecutaba únicamente en pro de los intereses privados de unos pocos, y no buscando el beneficio de la ciudadanía".  

A pesar de esta victoria parcial, la formación ha alertado de que con esta retirada no se acaba la especulación en suelo madrileño. Aunque la alcaldesa, Ana Botella, haya renunciado a aprobar la totalidad del Plan Urbanístico antes de acabar su legislatura, EQUO Madrid ha denunciado que se siguen aprobando planes parciales que “desdibujan por completo el esquema de una ciudad rica en patrimonio histórico que corre el riesgo de desaparecer si se deja en manos de los intereses privados”. 

Así está sucediendo en operaciones como la del espacio Mahou-Calderón, la plaza de Canalejas, los Cines Madrid o las cocheras de Cuatro Caminos. EQUO Madrid ha denunciado con anterioridad todas estas operaciones, y hoy ha declarado, a través de su nuevo coportavoz Pablo Aldama que “siguen intentando vender Madrid por trozos. No han podido aprobar un plan que destrozaba la ciudad por completo aunque seguirán intentado dejar atados diferentes proyectos de los que se beneficiarán sólo unos pocos”. 

Aldama ha añadido que “Para EQUO Madrid esta es una oportunidad de oro para redefinir el futuro de la ciudad, de forma participada e integral, y que suponga una transición real hacia un modelo de ciudad sostenible. Con el nuevo escenario político que se abre ante nosotros, tenemos al alcance de la mano construir un Madrid más vivible, más limpio y más amable. Que cuente con la participación vecinal y que sea la gente la que decida cómo quiere que sea su barrio”.

Ana Botella “sigue intentando vender Madrid por trozos”