miércoles. 24.04.2024

Ante las declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso asegurando que “los salarios no están bajando en España, sino moderando su crecimiento”, UGT afirma que todas las estadísticas oficiales que permiten conocer la evolución de los salarios confirman el descenso de los mismos. La última EPA publicada por el INE señala que el coste salarial ha caído un 0,6% en el segundo trimestre del año y acumula ya tres trimestres en negativo; la evolución del índice de costes laborales del segundo trimestre de Eurostat muestra que los salarios han aumentado en toda Europa excepto en cuatro países, entre ellos España; y los últimos datos de contabilidad nacional recogen un descenso de la remuneración de asalariados en un 5%. A esto se le añade que la mitad de los asalariados en España no han sido partícipes de un aumento salarial en el último año. La llegada de la recuperación económica no es un hecho, como ya afirmó ayer el FMI, por lo que el Gobierno debería cambiar la dirección errónea de sus políticas fiscales, retirar una reforma laboral que ha roto nuestro modelo de relaciones laborales e implantar medidas expansivas que estimulen la actividad económica y el empleo y nos encaucen hacia la verdadera senda de la recuperación.

La llegada de la recuperación económica no es un hecho, como señalan las previsiones publicadas por el FMI

Varios son los caminos que permiten conocer la evolución de los salarios a través de las estadísticas oficiales. Cualquiera de los que escojamos nos lleva a un descenso de los salarios, tanto en términos nominales como reales (si incorporamos el efecto de la inflación en los ingresos).

El INE, en la última Encuesta Trimestral de Costes Laborales (la estadística más empleada para analizar los salarios) del segundo trimestre de este año, publica que el coste salarial ha caído un 0,6%. Una cifra mejor que las de los dos trimestres previos (-3,6% y -1,8%), pero con signo negativo. Por tanto, con estos datos se acumulan tres trimestres de cifras negativas desde que se iniciase la recesión económica.

Acompañando a esta información, recientemente Eurostat ha publicado la evolución del índice de costes laborales para el segundo trimestre, señalando que los salarios están aumentando en toda Europa (un 1,3% interanual para UE28) y sólo caen en cuatro países, entre ellos España.

Al descenso nominal de los costes del factor trabajo que les supone la remuneración de asalariados al sector público y al privado, se une el incremento de los precios de consumo y, como consecuencia, la continua pérdida de poder adquisitivo que acumulan los trabajadores y las familias. Se produce un descenso de los salarios reales en el conjunto del periodo 2010 a 2013, que se acentúa notablemente en el último año. Entre 2012 y 2013 se acumula una pérdida salarial real de 10 puntos porcentuales.

Los anteriores datos se relacionan estrechamente con las cifras mostradas sobre la distribución de la renta en España. Las últimas publicadas de la Contabilidad Nacional del INE del segundo trimestre de 2013 indican un descenso de la remuneración de asalariados del 5%; de nuevo una cifra negativa, que se suma a las mostradas desde 2011.

Si observamos los costes laborales unitarios nominales y reales también se producen decrecimientos, con números son negativos desde 2010 (-2,3% y -2,9% en el segundo trimestre de 2013).

Es necesario acudir a las estadísticas de convenios colectivos para encontrar una cifra moderada de crecimiento. Con los datos del registro de convenios hasta septiembre, la subida salarial media es del 0,56%. Si se toman los convenios que inician sus efectos económicos en 2013 el aumento salarial medio es inferior, del 0,42%.

No obstante, hay que precisar que de los más de 3,7 millones de trabajadores con convenio firmado para 2013, el 30% ha pactado congelar los salarios (aumento cero) o reducirlo. A ello habría que sumar la congelación de salarios de los empleados públicos, 2,8 millones de los asalariados del país (alrededor del 20% del total de asalariados pertenece al sector público). En total, la mitad de los asalariados en España no ha sido participe de un aumento salarial.

Con estos datos, para UGT es más que evidente que la dirección errónea de las políticas fiscales, junto a la reforma laboral, empobrecen año tras año a los trabajadores y al conjunto de la población, impidiendo la recuperación de la economía y del empleo. Los menores salarios se traducen claramente en una falta de estímulo al consumo y la inversión. Como resultado la llegada de la recuperación económica no es un hecho y, según las previsiones publicadas ayer por el FMI, tampoco lo va a ser a corto plazo. En términos de actividad, para el FMI el decrecimiento del PIB se mantendrá en un 1,3% en 2013 y se prevé que mejore en 2014 un 0,2%. El empleo sale peor parado: un 26,9% de tasa de paro en 2013 (6 décimas más que la última cifra real disponible) y un 26,7% en 2014. Son cifras muy lejanas a las difundidas por el Gobierno hace unos días, que estima una mejora del 0,7% del PIB para 2014 y un descenso de la tasa de paro al 25,9%. Parece que, a pesar de la devaluación salarial, continuará el ajuste del empleo.

Sería deseable que el Sr. Montoro considerara la voz de los sindicatos y ciudadanos y retirara la lesiva reforma laboral que adoptó su Gobierno unilateralmente y que ha supuesto la ruptura de nuestro modelo de relaciones laborales, otorgando todo el poder a los empresarios y que ha sido la pieza clave de la devaluación salarial que se está produciendo en nuestro país y que tan negativos efectos está teniendo en la economía, el empleo y el bienestar de la población. Esto no es lo que pactamos los sindicatos en el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. Nosotros firmamos un acuerdo responsable para avanzar solidariamente hacia el mantenimiento y la creación de empleo, que exigía el esfuerzo de todo el mundo. El Gobierno dinamitó ese acuerdo con la reforma laboral y está imponiendo recortes y sacrificios solo a los trabajadores. El Gobierno, por tanto, es el único responsable de esta política empobrecedora, con el beneplácito de la patronal.

Para UGT queda patente que las políticas económicas de este Gobierno están teniendo efectos dañinos sobre la población y la riqueza del país. Ante esta situación es urgente cambiar la orientación de la política económica e implantar medidas expansivas que estimulen la actividad económica y el empleo. Ello conjuntamente con políticas empresariales responsables, que reinviertan en el sistema productivo sus excedentes y permitan resurgir el consumo familiar y la inversión productiva.

Los salarios entre 2012 y 2013 acumulan una pérdida real de 10 puntos porcentuales