jueves. 25.04.2024
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El aumento de pequeñas y medianas empresas que demandan servicios legales y de consultoría, ha hecho que abrir una franquicia de asesoría sea en sí mismo una opción de emprendimiento e inversión. 

La franquicia es un tipo de negocio con menos riesgo gracias al respaldo que una marca matriz provee, aportando, en la mayoría de las ocasiones, los materiales necesarios, la puesta en marcha y la formación. Aquellos que deciden emprender, ven en esta fórmula un escape al contrato tradicional sin necesidad de ser demasiado atrevidos en cuanto a inversión.

¿Cómo funciona la franquicia de asesoría?

Igual que cualquier otra franquicia, consiste en extender un negocio a un nuevo punto de venta físico. La marca o compañía matriz ofrece un apoyo al franquiciado, facilitándole todo lo necesario para emprender la actividad en cuestión. El franquiciado, tan solo tiene que aportar un capital de inversión inicial y ofrecer los servicios de la empresa matriz a cambio de un porcentaje de los resultados. El objetivo es expandir el alcance, de forma que las ventas y negocio captados a través de la franquicia, repercutan en ambas partes positivamente. 

Para invertir en una franquicia de asesoría, se puede partir de cero, como nueva actividad económica, o incluso, añadirla como parte de otro negocio más amplio. Incorporar nuevos servicios a una actividad ya existente permite incrementar resultados, es decir, no solo se concibe como una inversión para nuevos negocios, también sirve como recurso para empresas que necesitan diversificar su actividad.

Más allá del espacio físico que se debe habilitar, una de las ventajas de la franquicia es la falta de inversores externos, ya que con la inversión inicial es suficiente para comenzar a montar el negocio. Una vez se forme parte del proceso, la marca matriz se encarga de proporcionar los materiales necesarios para crear la asesoría. Esto implica todos los elementos visuales para el espacio disponible, el equipo técnico y el diseño. 

Una franquicia, a pesar de funcionar en muchos aspectos como un negocio externo a la marca principal, deber guardar relación con ella y con el resto de franquicias. Todos están unidos bajo un mismo nombre, una actividad determinada y una reputación de marca. En el caso de abrir una franquicia de asesoría, se tiene en cuenta también el material corporativo, ofreciendo una consistencia entre sí de todos los puntos asociados a la imagen corporativa de la empresa principal. 

¿Cuánto se necesita invertir en una franquicia de asesoría?

El capital inicial de inversión para abrir una franquicia de asesoría puede depender de las posibilidades económicas, pero es posible participar en este tipo de negocio partiendo de un capital mínimo de 500 euros, aproximadamente, más la cuota mensual por royalties. 

En España, y según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, más del 99% del conjunto de negocios se consideran pequeñas y medianas empresas (PYMES). El ritmo medio de crecimiento de estas es del 2% por año. Esto implica un aumento en la demanda de los servicios para estos agentes económicos, repercutiendo, precisamente, en que las empresas que ofertan estos servicios formen parte de este crecimiento y se conviertan como una opción de negocio para aquellos que buscan emprender y una salida laboral.

¿Es rentable abrir más de una franquicia de asesoría?