martes. 19.03.2024
ATTAC lleva veinte años reclamando el ITF

Pedro Sánchez, el ITF y las pensiones

Por Xavier Caño Tamayo | El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha sorprendido a propios y extraños proponiendo hace unos días establecer dos nuevos impuestos; uno a las transacciones financieras y otro a la banca.

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Foto: Flickr PSOE

Porque dinero para las pensiones y otros derechos sociales haberlo, lo hay. Pero ¿un buen pico se va con la corrupción? Según la Cámara Nacional de Mercados y Competencia, la corrupción nos cuesta 90.000 millones de euros anuales. ¿No sale más a cuenta frenar de verdad la corrupción como han hecho otros países?

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha sorprendido a propios y extraños proponiendo hace unos días establecer dos nuevos impuestos; uno a las transacciones financieras y otro a la banca. Para financiar las pensiones.

No sé si considera que ha descubierto la pólvora, porque llueve sobre mojado, señor Sanchez. La organización social global ATTAC lleva veinte años (tantos como existencia y actividad) reclamando un impuesto sobre las transacciones financieras. Aunque, en honor a la verdad, quien primero reclamó ese impuesto sobre la compra y venta de productos financieros fue el Nobel de Economía James Tobin. 

¿Por qué pasó esa propuesta sin pena ni gloria? Porque los poderes de este valle de lágrimas no le hicieron el menor caso por rozar sus intereses y la llamada Tasa Tobin (designación histórica de esa propuesta de impuesto financiero) casi quedó como curiosidad académica de no convertirse en razón de ser y estandarte de ATTAC (Asociación por una Tasa a las Transacciones de Ayuda a la Ciudadanía), fundada en Francia hace veinte años, hoy presente y activa en 35 países, entre ellos, España.

Y ahora que don Pedro Sánchez ha descubierto el  impuesto a las transacciones financieras (ITF) y que el PSOE parece hacer suya la propuesta de gravar la especulación financiera, cabe ahondar en la cuestión. Por ejemplo, recordando que la primera razón de ser de ese impuesto ITF era y es disuadir a los especuladores financieros sobre todo a corto plazo, que se retraigan un tanto por no obtener el beneficio esperado al pagar un impuesto, incluso no excesivo.

La segunda es que los beneficios del capital paguen impuestos de una vez, como lo hacen los beneficios del trabajo. Porque desde siempre las ganancias del capital como tal se van de rositas al pasar por la caja de Hacienda. Y la tercera, porque lo recaudado con el ITF podría dedicarse a partidas sociales que, cuanto menos, reduzcan la insultante desigualdad actual.

Nada que objetar a la propuesta del señor Sánchez: un ITF para financiar las pensiones públicas.  Pero sí urge recordar que, por encima de todo, las pensiones son un derecho irrenunciable de los seres humanos. Y, como tal derecho humano, no han de estar sujetas al acierto o no de la financiación de las mismas. Dicho de otro modo, el dinero para pagar las pensiones se obtiene de donde sea (porque son un derecho humano) y el pago de las mismas de modo suficiente y justo de ningún modo se condiciona al modo de financiarlas. 

En 1995, en el debate parlamentario sobre el sistema de pensiones públicas, que se concretó en el llamado Pacto de Toledo, se acordó, entre otras medidas, que las pensiones se pagarían con las cotizaciones sociales que los trabajadores aportarían mensualmente de sus salarios. De entonces a hoy han pasado muchas cosas, entre otras una crisis financiera y económica que ha dejado el sistema temblando. Más la galopante irresponsabilidad y peor gestión de los gobiernos de Rajoy que han vaciado los fondos de reserva para abonar pensiones, ahorrados durante décadas.

De las nefastas consecuencias de esa crisis, como la reducción de cotizaciones sociales por el paro y la precariedad laboral crecientes, más el vaciado del fondo de reserva por el gobierno Rajoy para tapar sus agujeros, la minoría rica y privilegiada que controla el sistema socio-político y económico   pretende justificar inaceptables rebajas de pensiones y de los derechos de pensionistas. Dicen que recortando un poco aquí y rebajando otro tanto allá, las pensiones serían 'sostenibles', palabra tan manipulada como un abracadabra, que pretende maquillar la codicia de la obscena injusticia de este sistema regido por la supremacía del beneficio exonencial por encima de todo, incluso de los derechos de la gente.

Miren Etxezarreta, catedrática emérita y experta en pensiones, pregunta respecto a la dichosa  'sostenibilidad', ¿por qué ha de estar equilibrado el presupuesto de las pensiones? ¿Lo está el de Defensa? ¿O los de Educación o Sanidad? Las partidas sociales son deficitarias, a efectos contables porque su objetivo no es el negocio sino los derechos. ¿Por qué la partida de las pensiones ha de estar equilibrada? ¿Por qué los ataques constantes a las pensiones públicas? 

Porque dinero para las pensiones y otros derechos sociales haberlo, lo hay. Pero ¿un buen pico se va con la corrupción? Según la Cámara Nacional de Mercados y Competencia, la corrupción nos cuesta 90.000 millones de euros anuales. ¿No sale más a cuenta frenar de verdad la corrupción como han hecho otros países?

Haber dinero, lo hay, pero si se reduce ostensiblemente la evasión fiscal pura y dura que, según el sindicato de técnicos de Hacienda (GESTHA), en España supone un colosal fraude de casi 60.000 millones de euros al año. Suma y sigue.

No valen excusas para rebajar las pensiones públicas con la argucia de la sostenibilidad y otros enredos. Pues lo que en verdad busca esa gente (la minoría que posee la mayor parte de la riqueza) es promover las llamadas pensiones privadas. Como cuenta Miren Etxezarreta, van contra las pensiones públicas "para incrementar los planes de pensiones privados, fantásticos para el capital financiero, que por cierto es el que paga informes dramáticos negativos sobre  el futuro de las pensiones públicas. ¿Por qué? Porque si logran que las pensiones públicas adelgacen aún mas, mucha gente asalariada pensará suscribir las mal llamadas pensiones privadas. Así la minoría rica dispondría de un ingreso de fondos enorme durante años para especular en Bolsa o mercados de capitales sin arriesgar ellos. Porque juegan con el dinero de las cuotas de las pensiones privadas, no con el suyo”.

¿Se entiende mejor ahora?

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