En estos meses nos hemos familiarizado con el dato de economía sumergida del último informe elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que eleva al 24,6% del PIB el volumen de fraude, unos 253.000 millones de euros. Pero este porcentaje no es igual en todas las partes del territorio, sino que la economía en B va por barrios.
Al entrar un poco más en el detalle de la cifras, comprobamos que las capitales de provincia registran menor cantidad de fraude respecto a su economía. Esto tiene una explicación. Se debe, fundamentalmente, a que acaparan la recaudación de impuestos de empresas que tienen su actividad en otros puntos de la provincia, lo que genera un efecto distorsionador.
Y el ejemplo más ilustrativo es el de la ciudad de Madrid, que no solo es capital de provincia y comunidad autónoma, sino también de todo el país. En Madrid, la economía sumergida es del 17,3% del PIB, la menor de España, aunque es llamativamente baja.
Este dato también debe complementarse con la elusión fiscal que realizan muchas de las más grandes, a través de la planificación fiscal agresiva
La razón hay que buscarla en la elevada concentración de empresas nacionales y extranjeras, que declaran aquí los ingresos tributarios de sus actividades. Sin embargo, este dato también debe complementarse con la elusión fiscal que realizan muchas de las más grandes, a través de la planificación fiscal agresiva.
Y es que, como venimos denunciando desde hace tiempo, el 72% de la evasión se concentra en grandes empresas y patrimonios, pese a que apenas se dedica el 20% del esfuerzo de la Agencia Tributaria a perseguir este tipo de fraude. Se trata, sin duda, de una razón más para pensar que Hacienda no somos todos.
Contesta Carlos Cruzado,
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
