martes. 23.04.2024

Hasta siempre, Marcelino

Los ciudadanos rinden homenaje al fundador de Comisiones Obreras. La capilla ardiente permanecerá abierta hasta las once de la mañana del sábado. Al mediodía se celebrará un acto de despedida en la Puerta de Alcalá. El político y sindicalista Marcelino Camacho, primer secretario general de CC.OO., ha fallecido este viernes a la 1.30 de la mañana en un hospital de Madrid a los 92 años de edad y tras una larga enfermedad.
> El padre del sindicalismo moderno
NUEVATRIBUNA.ES/ L.M. - 29.10.2010

“¡Hasta siempre, camarada!” gritaron hoy, puño en alto, las primeras personas que accedieron, minutos después de las diez de la mañana, a la sala donde el sindicato Comisiones Obreras rinde homenaje a su fundador, Marcelino Camacho, fallecido anoche a los 92 años en un hospital de Madrid. Tras la apertura de las puertas, los asistentes fueron entrando ordenadamente y saludando al hombre que pagó con 14 años de prisión su lucha por la libertad política y sindical en los tiempos de la dictadura franquista. Poco a poco, el aroma de los claveles fue impregnando la capilla ardiente dispuesta en la calle Lope de Vega de Madrid, en el auditorio que lleva el nombre del fallecido. Decenas de coronas de flores, de diversa procedencia y muchas de ellas compuestas por claveles rojos, iban siendo dispuestas sobre los asientos de las primeras filas del auditorio.

La hilera de ciudadanos que acudió a rendir tributo al fundador de las Comisiones Obreras aguardaba paciente su entrada a las puertas del auditorio. Cuando lograban entrar, muchos de ellos con lágrimas en los ojos saludaban puño en alto al histórico líder sindical. Luego, algunos depositaban pequeños ramos de flores a los pies del catafalco rojo sobre el cual se elevaba el féretro con los restos mortales del fundador de Comisiones Obreras.

Una enorme fotografía con la imagen de Camacho presidía el homenaje. En el gigantesco cartel, encuadrado en negro y colgado al fondo de la escena, una frase resumía el significado de los años de lucha que protagonizó el hombre nacido en 1918, combatiente en la Guerra Civil, obrero metalúrgico y fundador del mayor sindicato español. “Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar”, pronunciada al salir de una de sus estancias en la cárcel, condenado por organizar la resistencia obrera.

Bajo la fotografía, y junto a tres banderas –la de la República, la del Partido Comunista de España y la de Comisiones Obreras-, la familia de Marcelino Camacho recibía las numerosas muestras de cariño que diversas personalidades les brindaron a lo largo de la mañana. El presidente del Congreso, José Bono, acompañado por el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, se fundió en un abrazo con la viuda de Camacho, Josefina Samper, con sus dos hijos y con la hermana del fallecido, Vicenta Camacho. Después de Bono, quien estampó su firma en el libro de condolencias, acudió también el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, junto al vicealcalde Manuel Cobo, que presentaron sus condolencias a la familia, acompañados por el secretario general del sindicato en Madrid, Javier López.

Minutos más tarde, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el ‘número dos’ del sindicato, Toni Ferrer, unieron su nombre a la lista de personalidades que desfiló por la capilla ardiente de Marcelino Camacho, entre ellos el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, el presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, el líder del PSM, Tomás Gómez, la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, el secretario general de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez, el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana, el diputado de CiU, Pere Macías y el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias.

Más tarde, el ‘número dos’ de CCOO, Ramón Górriz, acompañó a los líderes de la patronal CEOE, José María Lacasa y José de la Cavada, a expresar sus condolencias a la familia. A última hora de la mañana llegaba el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, para rendir "homenaje y tributo a su figura histórica en la Transición española, en la defensa de los trabajadores y en la defensa de los derechos sociales".

Numerosos ciudadanos anónimos se sumaron al homenaje que continuará mañana sábado con un acto de despedida sobre las 12 de la mañana en la Puerta de Alcalá, antes del entierro en el Cementerio Civil. Algunos de ellos lucían pañuelos con los colores de la República. Muchos firmaron en los libros de condolencias dispuestos por la sala. Junto a la salida del auditorio, donde permanecerá el cadáver de Marcelino Camacho hasta las once de la mañana del sábado, en uno de estos libros algún ciudadano había escrito: “¡Hasta siempre, Marcelino!”

Hasta siempre, Marcelino