La Campaña de la Renta 2015 acaba de arrancar y en estos primeros días lo que más está dando que hablar es el sistema informático que ha puesto en marcha la Agencia Tributaria (AEAT), Renta Web, el cual permite a los contribuyentes confirmar o modificar su borrador desde cualquier dispositivo electrónico bien sea un smartphone o una tablet.
Este servicio, que sustituye al clásico programa PADRE, lo podrán utilizar todos los contribuyentes, aunque los profesionales y autónomos que perciben rendimientos por actividades económicas quedan relegados al sistema tradicional.
El sistema ya tuvo un grave fallo nada más ponerse en marcha el pasado día 6 de abril que le puede costar caro a muchos contribuyentes, ya que ante el elevado tráfico que registró en sus primeras horas de vida se colapsó y afectó a todo el servicio informático de la AEAT.
Esto provocó que saliesen a la luz datos sensibles de numerosos contribuyentes, ya que muchos ciudadanos se encontraron con declaraciones ajenas cuando accedieron a la vista previa del nuevo servicio, vulnerando así la Ley 15/1999 de Protección de Datos y el artículo 95 de la propia Ley General Tributaria, que además exige a la Administración Tributaria que garantice la confidencialidad de la información tributaria y su uso adecuado.
En cuanto a su funcionamiento, Renta Web es realmente el borrador de toda la vida pero con una capa de pintura tecnológica, es decir, una versión digital del borrador que venimos completando desde hace años. Esto supone que el contribuyente se encontrará con los mismos pros y contras que ya tenía, incluso más si el colapso vuelve a repetirse, dilatando más de lo debido este obligado trámite.
Por todo esto, los Técnicos de Hacienda aconsejamos a los contribuyentes que no se dejen deslumbrar por lo aparente de Renta Web y que no se despisten de lo verdaderamente importante: revisar de forma detenida el borrador, sobre todo tras lo ocurrido el primer día de campaña. En muchas ocasiones, las prisas por recibir rápido la devolución nos lleva a validarlo sin comprobar que la AEAT ha incluido todos nuestros datos fiscales de forma correcta –de hecho, uno de cada tres borradores tiene fallos o imprecisiones-, lo que puede dejarnos sin percibir cuantiosas deducciones.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
