sábado. 20.04.2024
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El desconocimiento no exime del cumplimiento de la ley, sobre todo en los casos en los que ese desconocimiento es a propósito, lo que se denomina ignorancia deliberada

Llevamos varios meses en los que los casos de fraude y evasión fiscal son el pan de cada día en la prensa nacional. Políticos, empresarios, deportistas de élite, actores, aristócratas… Los personajes célebres que protagonizan estas informaciones son de diferentes ámbitos y ambientes, si bien coinciden a la hora de utilizar el mismo argumento para intentar disculpar sus faltas con Hacienda.

Se trata del “desconocimiento” o “ignorancia” que la mayoría asegura tener sobre sus asuntos fiscales a la hora de rendir cuentas con el fisco. En los casos más recientes hemos asistido a confesiones de profesionales de este calibre asegurando no haber leído nunca un contrato de los que firmaban o culpando incluso a sus asesores fiscales de posibles fraudes a la hacienda pública.

Es por eso que en este contexto conviene recordar que el desconocimiento no exime del cumplimiento de la ley, sobre todo en los casos en los que ese desconocimiento es a propósito, lo que se denomina ignorancia deliberada, la cual permite la imputación subjetiva por conducta delictiva. Es decir, sí existe dolo cuando el autor del delito fiscal decide realizar una acción aun cuando sospecha que puede estar cometiendo fraude fiscal.

No obstante, la postura de la Fiscalía en el juicio al futbolista Leo Messi puede sentar un precedente perverso para este tipo de delitos, ya que descarga toda la culpa del supuesto fraude fiscal cometido en el padre del deportista y sus asesores. Esto podría crear una doctrina según la cual el delito fiscal quedaría reservado a las personas con conocimientos fiscales acreditados.

Esta doctrina abriría la puerta a que la figura del delito fiscal quede vacía de contenido, liberando de responsabilidad penal a las grandes fortunas que defraudan con estructuras complejas y sofisticadas pero con un pleno desconocimiento de cómo se materializan estos delitos. De este modo, solo se culparía a quien diseñó esas complejas tramas, dejando sin responsabilidad a quienes se aprovecharon de ellas. 

Así, la Fiscalía vuelve a sacar a la palestra otro argumento más que merma la labor pedagógica que se viene haciendo durante muchos años para concienciar a la sociedad de la importancia de pagar impuestos. Un nuevo jarro de agua fría que nos hace recordar aquel “Hacienda somos todos es solo un eslogan” que tanto escoció en los oídos de los ciudadanos.

Contesta Carlos Cruzado

Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha)

¿El desconocimiento exime en casos de fraude fiscal?