martes. 16.04.2024
  • En el mes de febrero, la tasa anual ha aumentado dos décimas
  • La subida de los precios de los carburantes ha sido determinante

Ante las fuertes debilidades e incertidumbres de la economía española, es necesario mejorar las rentas de los españoles, especialmente de pensionistas, asalariados y autónomos, y garantizar el acceso al crédito en mejores condiciones, especialmente de las pequeñas unidades de producción y las familias"

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado el dato del IPC, correspondiente al mes de febrero de 2015 que indica que la tasa anual ha aumentado en dos décimas para situarse en un -1,1%, después del -1,3% registrado en el primer mes del año, siendo la subida de los precios de los carburantes determinante para explicar este crecimiento.

Esto significa que el año 2015 continúa con un balance de precios en negativo y son ya ocho meses consecutivos en índices negativos y un año y medio con valores cercanos al 0 %, lo que supone que técnicamente estamos en deflación en España.

Landaburu reitera que estos datos “sitúan los precios en valores mínimos, en sintonía con una economía que no traslada a la realidad la incipiente mejor situación que apuntan los indicadores macroeconómicos”. Añade –además- que es preocupante que estos valores negativos de los precios son consecuencia de una “demanda aún reducida”, a lo que se une la falta de crédito para autónomos y micro pymes y, por tanto, “de una pérdida de valor económico de los bienes y los servicios”.

Para Landaburu, “todo indica que este nivel mínimo de los precios se va a mantener durante los siguientes meses del año 2015. No obstante, considera que hay elementos concretos como los últimos datos de ventas del comercio minorista, el crecimiento de la economía y los planes del Banco Central Europeo que dotan de mayor liquidez a las economías europeas”.

María José Landaburu considera que la permanencia de datos negativos en la evolución de los precios muestra que la recuperación económica evoluciona de manera “especialmente lenta”, en cuanto a sus efectos sobre la economía real de las personas.

Todo esto apunta a que la deflación es un “riesgo real que hay que evitar que se instale de manera permanente en la economía española”.

A juicio de la Secretaria General de UATAE, ante las fuertes debilidades e incertidumbres de la economía española, es necesario mejorar las rentas de los españoles, especialmente de pensionistas, asalariados y autónomos, y garantizar el acceso al crédito en mejores condiciones, especialmente de las pequeñas unidades de producción y las familias,  para apuntalar el crecimiento de la demanda y la economía, crear empleo y alcanzar unos precios moderados aunque positivos.

La deflación es un riesgo real para la economía española