miércoles. 24.04.2024

En los últimos años son más frecuente las noticias en las que la industria del fútbol -que mueve ingentes cantidades de dinero en nuestro país- se ve relacionada con deudas no pagadas o impuestos no satisfechos con las Administraciones Públicas, que sin embargo continúan apoyándolo sin reservas a través de diversos mecanismos.

Buen ejemplo de ello son las subvenciones o ayudas directas, la esponsorización turística, la compra y posterior cesión de canteras de jugadores o incluso la recalificación de terrenos que han llevado a cabo múltiples ayuntamientos y comunidades autónomas en los años, sobre todo, de alegría económica.

Sin embargo, el problema va más allá. Incluso la propia Agencia Tributaria parece otorgar un trato condescendiente a los clubs de fútbol, permitiéndoles seguir aumentando unas deudas tributarias ya de por sí escandalosas.

Y es que, mientras al ciudadano de a pie se le exige aportar alguna garantía cierta y tangible para poder aplazar su deuda, a los equipos se les permite hacer lo propio a través de simples "promesas de pago", tales como los derechos de futuras taquillas o de publicidad, cuya recaudación depende en gran medida de que se obtengan previamente ciertos resultados deportivos -en los que para bien o para mal también interviene el azar-.

Por mucho que el fútbol sea el deporte nacional y levante pasiones en gran parte de nosotros, ello no justifica que Hacienda relaje las garantías que nos exige a los demás. En cierta medida, les está tratando como "contribuyentes de primera división", mientras que el resto de ciudadanos jugamos en otra liga muy diferente.

Nada nuevo bajo el sol. Recordemos la normativa conocida como 'Ley Beckham', vigente de 2006 a 2009, que ofrecía cuantiosas reducciones fiscales a los trabajadores extranjeros que cambiasen su residencia legal a España, favoreciendo precisamente a quienes percibieran mayores rentas. Y recordemos también que los propios clubs amenazaron con ir a la huelga debido a su derogación.

Pocos motivos de queja deberían tener, visto lo visto...

Carlos Cruzado

Presidente de los Técnicos de Hacienda (GESTHA)

¿Recibe el fútbol un trato fiscal preferente por parte de la Administración?