nuevatribuna.es
1 de abril de 2009, 15:28
NUEVATRIBUNA.ES - 01.04.2009
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se despidió hoy de los delegados de UGT, que se hallan reunidos en Madrid para celebrar su 40 Congreso, horas antes de partir hacia Londres donde participará en la cumbre del G-20. "Necesito vuestro apoyo; necesito vuestro cariño", dijo Zapatero en un mensaje cargado de verdad.
Por su parte, el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, reafirmó su intención de reforzar la unidad de acción entre los dos grandes sindicatos españoles, implicados en el proceso de Diálogo Social, junto a los empresarios y el Gobierno.
"El mercado laboral es excesivamente flexible, Gerardo, es muy flexible", le dijo Toxo a un sonriente Gerardo Díaz Ferrán, que llegó tarde al congreso de los "ugetistas" porque anda empeñado en las mismas tareas en su propia casa, la Confederación Empresarial de Organizaciones Empresariales (CEOE), que este jueves le renueva en el cargo de presidente, esta vez mediante un proceso electoral.
Aunque Toxo celebró la llegada de Díaz Ferrán porque así se abría la posibilidad de "discutir en directo", lo cierto es que las conversaciones entre los empresarios y los trabajadores continúan congeladas. Y el líder de UGT, Cándido Méndez, no dejó pasar la ocasión para recordarle al presidente de los empresarios su "giro radical" en materia salarial.
Hay quien aprovecha la crisis para "apretar los tornillos" a los trabajadores, dijo Méndez. En la época de los "beneficios ingentes", añadió, los sindicatos aceptaron unas mínimas subidas sueldos, marcadas por la previsión de IPC. Sin embargo, ahora, los empresarios se desmarcan del acuerdo, concluyó, tras pedir "a los empresarios que se comporten de la misma manera" que lo hicieron los trabajadores durante la época de bonanza.
Toxo y Méndez descartaron que los problemas de la economía española estén relacionados con los salarios o con los costes del despido, sino con un modelo productivo "perverso" basado en exceso en el "ladrillo".
Un modelo, por cierto, que fue favorecido en su día por el PP, según dijo Cándido Méndez para quien la ley de suelo aprobada por los "populares" infló aún más la burbuja inmobiliaria, afirmó, el líder de UGT quien pidió al Gobierno que emita mensajes con "nitidez y profundidad" suficientes como para inyectar confianza.
Para Méndez, el PP es el partido que ha llevado "a las últimas consecuencias" el modelo neoliberal que, según el secretario de UGT, ha fracasado y ha llevado al mundo entero a una recesión global.
"Nosotros no queremos que la Europa social muera", afirmó el sindicalista latinoamericano invitado al Congreso, Víctor Báez, quien destacó la necesidad de "parir la América social, aunque sea por cesárea".
"Queremos despedir ese mundo que gobierna a la gente a través de los banqueros y para los banqueros", añadió el sindicalista europeo, John Monks.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se despidió hoy de los delegados de UGT, que se hallan reunidos en Madrid para celebrar su 40 Congreso, horas antes de partir hacia Londres donde participará en la cumbre del G-20. "Necesito vuestro apoyo; necesito vuestro cariño", dijo Zapatero en un mensaje cargado de verdad.
Por su parte, el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, reafirmó su intención de reforzar la unidad de acción entre los dos grandes sindicatos españoles, implicados en el proceso de Diálogo Social, junto a los empresarios y el Gobierno.
"El mercado laboral es excesivamente flexible, Gerardo, es muy flexible", le dijo Toxo a un sonriente Gerardo Díaz Ferrán, que llegó tarde al congreso de los "ugetistas" porque anda empeñado en las mismas tareas en su propia casa, la Confederación Empresarial de Organizaciones Empresariales (CEOE), que este jueves le renueva en el cargo de presidente, esta vez mediante un proceso electoral.
Aunque Toxo celebró la llegada de Díaz Ferrán porque así se abría la posibilidad de "discutir en directo", lo cierto es que las conversaciones entre los empresarios y los trabajadores continúan congeladas. Y el líder de UGT, Cándido Méndez, no dejó pasar la ocasión para recordarle al presidente de los empresarios su "giro radical" en materia salarial.
Hay quien aprovecha la crisis para "apretar los tornillos" a los trabajadores, dijo Méndez. En la época de los "beneficios ingentes", añadió, los sindicatos aceptaron unas mínimas subidas sueldos, marcadas por la previsión de IPC. Sin embargo, ahora, los empresarios se desmarcan del acuerdo, concluyó, tras pedir "a los empresarios que se comporten de la misma manera" que lo hicieron los trabajadores durante la época de bonanza.
Toxo y Méndez descartaron que los problemas de la economía española estén relacionados con los salarios o con los costes del despido, sino con un modelo productivo "perverso" basado en exceso en el "ladrillo".
Un modelo, por cierto, que fue favorecido en su día por el PP, según dijo Cándido Méndez para quien la ley de suelo aprobada por los "populares" infló aún más la burbuja inmobiliaria, afirmó, el líder de UGT quien pidió al Gobierno que emita mensajes con "nitidez y profundidad" suficientes como para inyectar confianza.
Para Méndez, el PP es el partido que ha llevado "a las últimas consecuencias" el modelo neoliberal que, según el secretario de UGT, ha fracasado y ha llevado al mundo entero a una recesión global.
"Nosotros no queremos que la Europa social muera", afirmó el sindicalista latinoamericano invitado al Congreso, Víctor Báez, quien destacó la necesidad de "parir la América social, aunque sea por cesárea".
"Queremos despedir ese mundo que gobierna a la gente a través de los banqueros y para los banqueros", añadió el sindicalista europeo, John Monks.
