jueves. 18.04.2024
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En la industria y el campo estaban empleadas el año pasado unas 811.000 mujeres, el 9,6% de los 8,5 millones de trabajadoras de la economía española

El 70% de los 4.805 empleos femeninos que en el año 2016 se crearon en la industria y en el campo fueron a tiempo parcial. Esta es una de las conclusiones que se extraen del informe "La situación sociolaboral de las mujeres en los sectores de CCOO de Industria", un estudio que el sindicato hace coincidir con la celebración del Día Internacional de la Mujer. Las estadísticas consultadas también confirman que solo el 6,5% de los nuevos contratos se realizaron a trabajadoras y que la población ocupada femenina creció en estas actividades un 0,6%, mientras que la masculina repuntó más de un 2%.

En la industria y el campo estaban empleadas el año pasado unas 811.000 mujeres, el 9,6% de los 8,5 millones de trabajadoras de la economía española. En cambio, los hombres ocupados en estas actividades alcanzaban la cifra de los 2,7 millones, el 27% de los 9,9 millones de trabajadores. Si se analiza la cantidad de empleo y sus condiciones las diferencias entre unos y otros son evidentes.

El informe que acaban de publicar la Secretaría de la Mujer y el Gabinete Técnico de CCOO de Industria revela que las mujeres se incorporan más tarde a la industria y que su presencia se reduce entre los 30 y los 34 años. La explicación hay que encontrarla, según los autores del estudio, en el tipo de puestos que ocupan las mujeres, en la mayor formación que se les requiere, y en que las trabajadoras son las que siguen renunciando a su empleo total o parcialmente para la atención de familiares.

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La brecha salarial descendió en 2014, en la industria el salario hora de los hombres era tres euros superior al de las mujeres (un 21,3% más)

El sector que más empleo femenino concentró en el año 2016 fue el de bienes de consumo, donde estaban empleadas el 24% de las mujeres. En el textil y la moda trabajaban el 10% del total. Le siguen alimentación (23% de trabajadoras), campo (20,4%) y bienes de equipo (17%). Los que aglutinan menos empleo femenino son defensa, siderurgia e industrias extractivas.

Lamentablemente, los roles de género siguen acompañando a la composición de las plantillas en la industria y el campo. En 2016 se produjo una caída de la tasa de feminización en todos los subsectores, derivado del aumento de trabajadores y de la pérdida de empleo femenino. Donde se ha contratado a más trabajadoras ha sido precisamente en sectores con una tasa de feminización superior al 20%. El estudio también constata la segregación ocupacional que se produce. La mayor parte de las trabajadoras son empleadas de oficina. En gerencia y dirección hay una mujer por cada cinco hombres.

En cuanto al nivel formativo, buena parte de los hombres y mujeres que trabajan en la industria y el campo han cursado educación secundaria (54%) o formación profesional de grado superior (14%). Sin embargo, el 23% de las trabajadoras ha realizado estudios universitarios, mientras que los hombres que han ido a la Universidad son el 11,89%. El 30% de las mujeres padece subempleo puesto que trabaja en grupos ocupacionales que requieren de un nivel formativo inferior al que aportan.

Por último, el informe de CCOO de Industria se adentra en la contratación, el tipo de jornada y la brecha salarial. Constata que en el año 2016 no se incrementó el número de contratos indefinidos de trabajadoras. Además, el empleo a tiempo parcial aumentó entre las mujeres un 2,9%, mientras que en el caso de los hombres se sustituyó empleo parcial por empleo a tiempo completo. En cuanto a la brecha salarial de género, en el estudio se analizan datos de distintas fuentes. Según el Instituto de la Mujer, aunque la brecha salarial descendió en 2014, en la industria el salario hora de los hombres era tres euros superior al de las mujeres (un 21,3% más). 

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Las trabajadoras padecen una crisis perpetua en la industria y en el campo