jueves. 28.03.2024
ENTREVISTA A ISIDOR BOIX

‘El taller del mundo’ | Luces y sombras en la China laboral

Coordinador de IndustriaLL Global Union para la aplicación del Acuerdo Marco Global con Inditex, Isidor Boix nos cuenta en esta entrevista qué se encontró en las fábricas de calzado en Guangzhou proveedoras de Inditex en su última visita a China. Este histórico dirigente de CCOO resalta la importancia de una acción coordinada entre las organizaciones sindicales internacionales y las grandes empresas para mejorar los derechos de los trabajadores.

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“No es responsabilidad de las empresas multinacionales del textil el régimen laboral de China”

@igcaballero70 | Conocida como ‘el taller del mundo’, China, junto con otros países del sureste asiático, se ha convertido en una de las principales proveedoras de la industria textil española. Prácticamente, todas las grandes marcas fabrican allí desde hace años en fábricas que acogen a miles de trabajadores cuyos derechos laborales están lejos de cumplir los estándares del trabajo decente. En muchas ocasiones, la opinión pública occidental ha hecho recaer toda la culpa en las grandes multinacionales pero el problema de fondo en el caso chino radica en la falta de compromiso por parte de las autoridades del país para mejorar las condiciones laborales y la ausencia de organizaciones sindicales que velen por los trabajadores. Esta industria supone el 80% de las exportaciones chinas, y el umbral de pobreza del país se ha reducido desde el 52% en el año 2004 hasta 18% en el año 2014, gracias principalmente a este sector.

La federación internacional de sindicatos IndustriaLL Global Union (IGU), a la que pertenece entre otros Comisiones Obreras lleva tiempo realizando un trabajo de campo en varios países asiáticos y negociando con las grandes empresas multinacionales para mejorar las condiciones laborales de miles de trabajadores en el mundo. En 2007 firmó el Acuerdo Marco Global (AMG) con Inditex, dueña de marcas emblemáticas como Zara o Massimo Dutti.

En junio pasado, lo coordinadores generales del IGU para el acuerdo con la multinacional de Amancio Ortega, Isidor Boix y Víctor Garrido (CCOO) realizaron su novena visita a China (en 9 años han visitado un centenar de fábricas del textil), esta vez para visitar las fábricas del calzado de TEMPE, la empresa filial de Inditex en la provincia de Guandong cuya capital es Guangzhou (la antigua Cantón). Lo hicieron en un viaje organizado junto con miembros del propio grupo empresarial donde constataron que las jornadas son interminables, que en raras ocasiones se cotiza a la Seguridad Social y que en todas se practica el “no sindicalismo”. Todo ello está reflejado en el Informe ‘China 2016, una nueva aproximación sindical’.

¿Qué balance hacéis en esta novena visita a China?

isidorIsidor Boix | Los problemas han ido evolucionando, esto es importante detectarlo, porque sino incluso las vías de incidencia y de trabajo sindical podrían no ser las adecuadas. Ha habido un incremento en los costes laborales evidente, ahora superiores a los de todo el sector del sureste asiático y creo que se está produciendo una cierta deslocalización de China hacia otros países del entorno. Prácticamente no se han modificado las jornadas de trabajo y sí ha habido una evolución en la estructura de las plantillas. Los salarios han crecido, esencialmente por el incremento del salario mínimo. Lo que no habido es ninguna evolución sensible, al menos percibida por nosotros, en la estructura sindical, en el nivel de incidencia de  intervención de los trabajadores de forma organizada en sus condiciones de trabajo. Es decir, si los salarios han aumentado no ha sido por presión sindical, no es por negociación colectiva, es esencialmente por un incremento del salario mínimo y un incremento indirecto no organizado, no racionalizado de la productividad.


HETEROGENEIDAD EN LOS SALARIOS
Los salarios mínimos establecidos por ley están entre los 165 y los 200 euros al mes. El algunas regiones –señala Isidor- pueden ser superiores a los 200 euros, llegando incluso a los 500 euros por el boom de las horas extras. Los incrementos salariales siguen produciéndose: desde 2004 ha sido del orden del 14,3% anual en el sector público y del 18,3% en el privado.


Me hablabas de que se está produciendo una cierta deslocalización…

Isidor Boix | Sí, a Vietnam, Bangladesh, Tailandia… En el caso de la industria textil sobre todo se traslada a Bangladesh y Vietnam;  también algo a Camboya. Lo que nos hemos encontrado en otros viajes organizados es con subcontratación de la propia empresa china. Los costes laborales son más bajos, aunque también en esos países se producen incrementos importantes en los salarios. Ahora, en Camboya, que es uno de los países donde sí hay una acción sindical importante, se ha abierto la negociación, más bien la discusión -porque no es una interlocución con los empresarios directamente sino con una comisión tripartita del Gobierno- sobre el salario mínimo del país.

¿Qué empresas españolas fabrican en China?

Isidor Boix | La mayoría. En el caso del vestido: Inditex, Mango, Corte Inglés, Cortefiel, Mayoral, Adolfo Domínguez… Prácticamente todas las marcas importantes con un volumen mínimo de producción. La primera línea sigue siendo Marruecos, Portugal, y de allí se iría hacia el este, saltando prácticamente a China, Vietnam, Bangladesh, etc.

La mayoría de las fábricas solo producen para exportación aunque ha empezado a darse con marca propia, que son modelos casi copiados, para el mercado interior que está creciendo en China, con salarios que pueden llegar a 500-550 euros al mes. Hay una capacidad de compra que también está creciendo y hay una disminución cierta del nivel de pobreza en el sentido radical de la palabra.

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Uno de los puntos que destacáis en el informe es el volumen de horas extra.

Isidor Boix | En el calzado, no sé por qué razón, hay un volumen de horas de trabajo superiores en general al vestido, quizá por la concentración industrial. En el primer viaje que hice en 2006, el volumen de horas extra era de 2500 a 3000 horas al año; en este momento, en el calzado, el volumen supera las 3000 y eso casi se ha mantenido a lo largo de todo este tiempo de manera similar aunque con un régimen más flexible, menos rígido, seguramente porque tampoco ha necesitado plantearse en términos de imposición. Para mí fue muy sintomático, cuando vi el número de horas y al preguntar a los trabajadores: -pero bueno, ¿vosotros aguantáis este ritmo de trabajo?, los de más edad contestaban que “era más duro el trabajo en el campo”. Esto es una forma de expresar que es la primera línea de inmigración en general, aunque algunos ya son hijos de inmigrantes del campo pero todavía hay una referencia al campo y a la dureza del campo.


ELEVADO VOLUMEN DE HORAS EXTRA
En el informe elaborado por CCOO de Industria se destaca que las horas extra acaba siendo el concepto retributivo más importante. El cálculo estimado para la hora extra según su legislación sería del 150% sobre la hora ordinaria, del 200% si es sábado/domingo y del 300% si el trabajo se realiza en festivo. “A la semana pueden llegar incluso a las 100 horas –relata Isidor-, porque el régimen es de lunes a viernes y a veces sábados (10-12 horas) y 8 horas el domingo con descanso de 1-2 domingos al mes”. (La legislación china establece un máximo de 36 horas extra al mes sobre una jornada ordinaria de 40 horas a la semana. El tope de 60 horas de trabajo máximo a la semana por la OIT se traduciría en un máximo de 80 horas extra mensuales, por encima de la legislación china). Luego hay bonos, entre ellos los conocidos como ‘sobres rojos’. De gran tradición en esta región, se dan una o dos ocasiones al año (siempre en el año nuevo chino), y es casi simbólico (de 2 a 50 euros), aunque en alguna ocasión pueden llegar a los 700 euros para jefes y directivos. “Ellos  los llaman así, es una propinilla estúpida porque además es de un volumen miserable aunque para algunos jefes el aguinaldo es superior”.


Otra de las deficiencias que habéis encontrado son las cotizaciones a la seguridad social.

isidor3Isidor Boix | Este es un viejo problema porque en China la protección social es bajísima y luego tienen sistemas mixtos donde algunos trabajadores siguen pagando en el pueblo de referencia una especie de seguros muy bajos (unos 100 euros). El sistema teóricamente es obligatorio pero en la práctica no hay una presión seria del gobierno para que se cotice. Por eso la situación de cotización es muy dispar y hay trabajadores que no quieren cotizar en la empresa porque creen que no les va a servir para nada.

Háblanos de la seguridad en el trabajo

Isidor Boix | Las fábricas generalmente tienen un nivel tecnológico bastante bueno con maquinaria japonesa, alemana para las partes más difíciles y la china que empieza a ser buena también. En algunas hay todavía una densidad muy alta del número de trabajadores. En verano, hay un problema latente de calor, sobre todo porque en la zona de Guangzhou es una zona de mucho calor y humedad. Cuando llegan a los 40 grados se suspende el trabajo. En las condiciones de trabajo, desde el punto de vista de guantes, en el corte, nos ha parecido bastante correcto, entre otras cosas porque es necesario un nivel técnico mínimo adecuado por el tipo de producción, para evitar el deterioro del propio producto. Para mí, el problema importante de salud sería el número de horas de trabajo. Cuando trabajan muchas horas, comen y cenan en la fábrica y, a veces, hasta duermen.

¿Qué ha supuesto el Acuerdo Marco en estos casi diez años de vigencia?

Isidor Boix | En China, la aplicación del Acuerdo Marco con Inditex es más difícil porque un elemento clave no solamente es el derecho que tenemos desde el punto de vista sindical, desde la federación internacional y CCOO en la medida que intervenimos como coordinadores, sino el derecho de los sindicatos en diversos países a acudir  a los centros de trabajo. En China no se da, es una negativa incluso, en una potencia económica con una cotización del 2% de la masa laboral. En casos de otros países como Turquía o Camboya, lo que estamos potenciando es que sean los sindicatos del país los que accedan a las fábricas porque la auditoria técnica que realizan las marcas tiene un valor pero tiene muchas limitaciones. La auténtica auditoria es el conocimiento que puedan tener los sindicatos de lo que pasa en los centros de trabajo, y eso sí está siendo muy importante en otros países. En China no quiere el sindicato oficial. En 2015 les planteé que China no forma parte de la estructura internacional, me dijeron que no querían intervenir en relación con el Acuerdo Marco porque a ellos no les representan; -bueno eso tiene fácil arreglo –les dije-, -discutamos un protocolo específico en China, y no quisieron.


EL ‘NO SINDICALISMO’ EN CHINA
Según se refleja en el informe, el sindicato oficial chino, la ACFTU nunca ha querido participar en estas visitas. Tampoco en esta última. “El sindicalismo, la acción sindical, en las fábricas visitadas no ha aportado novedades respecto al ‘sindicalismo’ chino ya conocido, es decir en relación con el sindicalismo oficial, el único que en el sector de la industria de la confección y del calzado hemos podido conocer de cerca. De hecho, podríamos hablar de 'no sindicalismo'”, se asegura en el informe.


¿De todos los países donde habéis comprobado in situ la situación de los trabajadores, cuáles son los peor situados en cuanto a los estándares del trabajo decente?

Isidor Boix | Bangladesh es el peor, se acumulan muchos problemas, el problema salarial por ejemplo: se ha pasado de 20 euros al mes en 2010 a 68 a en 2015. El tema de seguridad en Bangladesh. Ahora se ha conseguido, aparentemente, que las fábricas con más riesgo pongan medidas: una ha tenido que desplazar a toda la plantilla a otras instalaciones al detectar problemas serios y, bueno, las marcas están contribuyendo a partir del acuerdo que se suscribió en 2013 del hundimiento del Rana Plaza. En Camboya, en estos momentos, se cuenta con un salario mínimo de 128 euros al mes y están reclamando pasar a los 150-160.

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¿Qué responsabilidad tienen empresas como Inditex en esta situación que nos describes?

Isidor Boix | Aquí hay un problema importante, porque podría parecer… -y lo que planteamos nosotros no es así, y espero que lo entendáis bien-: no es responsabilidad de las empresas multinacionales el régimen de China. Lo que hemos planteado a las empresas (Vietnam es otro caso que ha evolucionado notablemente) es el tema de la libertad sindical y el derecho de huelga. No lo hay en el país. Por lo tanto, si los trabajadores inician una huelga (que en todo caso la hará su proveedor, porque en definitiva la responsabilidad de la multinacional es a través de sus proveedores porque no contrata directamente), lo que hemos planteado es que si el proveedor utilizara la ley china para reprimir a los trabajadores o las leyes antisindicales del país para frenar el ejercicio de sus derechos, aunque no puedan modificar la legislación ni organizar el sindicato, sí podrían utilizar negativamente las leyes represivas del país, ese sería el foco de atención nuestro. En este momento, en Inditex, la clave seria el número de horas de trabajo. No es un problema de los proveedores de Inditex, es un problema de todos los proveedores de las marcas. Lo que estamos viendo con la federación internacional (IndustriaLL Global Union) es cómo plantear el tema, porque no tenemos interlocutor en China y los sindicatos chinos se resistirán a organizar algo. Como hay una relación de IndustriaLL con los sindicatos chinos a través de la OIT, estamos intentando ver un proyecto de trabajo. Las marcas han de participar. Una fabrica muy importante que estuvimos viendo trabaja la mitad para Inditex y la GAP (multinacional norteamericana) que no tiene acuerdo marco pero sí tiene una política formal de Responsabilidad Social relativamente correcta. Un proyecto de trabajo de IndustriaLL que implique conjuntamente a las grandes marcas. Esa es la única manera de poder ser eficaz.

¿Y hay voluntad por parte de Inditex en esto que nos cuentas?

Isidor Boix |Sí, en la medida en que se las emplazara al tema. Es decir, iniciativa propia para mejorar la situación, no habrá, porque otra cosa es evitar el escándalo. Allí (en China) hemos estado con ellos. Otra cosa es que con las entrevistas con los trabajadores y los sindicatos no participa la delegación de Inditex, pero la visita a la fábrica y la entrevista con los empresarios sí lo hacemos conjuntamente y el viaje lo organizamos con ellos, y para ellos es una medida complementaria, porque sus auditorías no llegan a donde podemos llegar con una discusión sindical con los trabajadores, en el caso de de China -no digo con los sindicatos porque no da nada de sí-, pero en otros países sí que las entrevistas con los sindicatos son importantes.


CÓDIGO DE CONDUCTA INDITEX
Según explica el informe, la mayoría de las fábricas tenían expuesto el Código de Conducta de Inditex, en casi todas por lugares poco transitados por la mayoría de los trabajadores. Preguntados a los trabajadores al respecto, "no sabían de qué les estábamos hablando". A los ‘dirigentes sindicales’ (directivos empresariales) les “sonaba” el Código pero en ningún caso el Acuerdo Marco Global con el sindicalismo global. “Los códigos de conducta son en el fondo los convenios de la OIT y una afirmación solemne, digamos, de que seremos buenos Pero lo importante son los instrumentos sindicales para que eso sea cierto. Es por eso que el Acuerdo Marco en este momento con Inditex incluye el derecho de los sindicatos locales. Muchas veces es difícil de llevar a cabo estos acuerdos porque no hay suficiente fuerza sindical para estar atentos al tema. En estos momentos, hay dos países (Turquía y Brasil) donde los sindicatos locales ejercen bastante bien esta función”, señala Isidor Boix.


[En estos momentos la federación internacional de sindicatos solo ha conseguido firmar el Acuerdo Marco con Inditex. Mango sólo tiene un Código de Conducta y se intenta que se convierta en un Acuerdo Marco al igual que con el Corte Inglés, Cortefiel y otras empresas.]

‘El taller del mundo’ | Luces y sombras en la China laboral