viernes. 29.03.2024
toni frrer
Foto: UGT

El que fuera número dos de Cándido Méndez en UGT ha sido el elegido por Pedro Sánchez para ocupar la secretaría de Empleo y Relaciones Laborales del PSOE. Toni Ferrer aboga por recuperar todos los derechos laborales usurpados por el PP y sitúa con urgencia la instauración de una renta mínima a lo que también se ha comprometido el recién elegido secretario general.

Rajoy y De Guindos están instalados en una especie de galaxia del economista de ‘El Principito’, están fuera de la realidad

Nuevatribuna | Recuperar derechos laborales, luchar por la calidad del empleo, revertir las políticas económicas de corte neoliberal puestas en marcha por el PP parece que va a ser una de las principales líneas de acción de Pedro Sánchez. ¿Qué encargo te ha hecho el secretario general para el área que vas a dirigir?

Toni Ferrer | Hemos hablado de desarrollar las políticas laborales, pero sin desligarlas de la política económica para poner fin a la austeridad, a los recortes, a las reformas y contrarreformas laborales. Hay que plantear políticas para recuperar a las personas, para resolver el primer problema que es la tasa de desempleo que se está cronificando, con parados de larga duración, que son más de la mitad, con un paro juvenil que afecta a más del 40%, con una expulsión de los trabajadores mayores y con desprotección. En torno a eso hay que concitar políticas que exigen cuestiones básicas. Primero, el gran fracaso de que el crecimiento no genera mayor redistribución, de ahí la necesidad de acometer una potente reforma fiscal que sea justa y dé suficiencia de ingresos. Segunda, hay que recuperar derechos laborales que con los cinco años del Gobierno del PP han quedado claramente destruidos: derogar la reforma laboral de 2012, la reforma de pensiones de 2013 y a su vez recuperar derechos fundamentales, derechos de acción sindical como el derecho de huelga. Creo que en torno a esos elementos hay que concitar una primera acción, de manera que podamos hablar de restablecer equilibrios para afrontar el futuro de las relaciones laborales.

Y, ¿cuál es a tu juicio la medida más urgente?

Hay una medida que es necesaria y que no puede seguir postergándose que es la aprobación de la prestación de ingresos mínimos que fue motivo de una Iniciativa Legislativa Popular de CCOO y UGT que fue aprobada y asumida en el Congreso de los Diputados y que se sigue frenando. En una situación de desprotección como la que hay es un primer elemento de redistribución y de justicia social. Luego hay una cuestión que es fundamental, hablamos de derogar la reforma laboral que es urgente, pero hay que reestablecer el equilibrio de la negociación colectiva, no es posible que siga prevaleciendo el ámbito de la empresa sobre los convenios sectoriales generando esta situación de devaluación salarial permanente y de situaciones que nos parecen ya que conculcan con cualquier principio ético.

Sí, pero la ILP para una renta mínima sigue bloqueada en el Congreso…

En estos momentos estamos viviendo la mal llamada ingeniería parlamentaria que está desplegando el Grupo Parlamentario Popular para frenarla.

¿Con la ayuda de Ciudadanos?

Los empresarios son los máximos beneficiarios de la reforma de 2012

Sí, creo que C’s está jugando un papel, en este caso, de acompañamiento. Su autonomía como Grupo Parlamentario queda anulada. Una necesidad perentoria social la están retrasando en un país en que prácticamente la mitad de las personas desempleadas, los trabajadores y sus familias que no tienen empleo, no les está llegando la recuperación económica, no tienen ningún ingreso.

El relato que sigue haciendo el Gobierno, lo hemos visto estos dos días en el debate de la moción de censura, es que todo va viento en popa, que hay crecimiento, pero los datos que apuntas y que todos conocemos son bien distintos…

Pero es un relato que hace incluso aguas en lo macroeconómico. Si nos vamos al informe de la Comisión Europea sobre el semestre europeo, a los informes del FMI, están hablando de la ineficacia y la ineficiencia del crecimiento económico con desigualdad y con el aumento del riesgo de pobreza en nuestro país. El señor Rajoy y el señor De Guindos pueden seguir instalados en una especie de galaxia del economista de ‘El Principito’, están fuera de la realidad.

Hablas de derogar la reforma laboral del PP, ¿y la del PSOE?

Creo que son dos cuestiones unidas, estamos hablando de la necesidad de derogar las políticas que surgen del pacto de estabilidad y de crecimiento impuesto a la UE, las políticas neoliberales que arrancan en España con las medidas de mayo de 2010, con la reforma laboral que provocó la huelga general de septiembre de ese año. Son las dos reformas, es verdad que la reforma de 2012 del PP lo que hizo incluso fue dinamitar la propia reforma del PSOE, un paso implica el anterior.

¿Qué hay que tocar del Estatuto de los Trabajadores?

Hay un elemento central: restablecer el equilibrio de la negociación colectiva. Dicho de una manera directa: los empresarios son los beneficiarios de la reforma de 2012. Hoy en día, los empresarios tienen pocos incentivos para negociar porque la ley les da capacidad discrecional, les ha aumentado el poder empresarial. El hecho de poner prevalencia al ámbito de empresa sobre los ámbitos sectoriales, la capacidad que tienen de descolgarse de los convenios, de dinamitarlos, en jornadas, en salarios, en cualificaciones, en categorías profesionales. Todo eso hay que derogarlo y, a partir de ahí, abrir un proceso de diálogo social con equilibrio, con una correlación de fuerzas equiparable, no como actualmente que la correlación de fuerzas beneficia a los empresarios.

Se da la paradoja además que los tribunales están tumbando muchas actuaciones en materia laboral derivadas de las leyes del PP.

Hay que restablecer el equilibrio de fuerzas para que el diálogo social pueda funcionar

Hoy en día, hay una enmienda prácticamente a la totalidad -salvo la sentencia política que hizo el Tribunal Constitucional-, tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo han enmendado prácticamente todo: en materia de ultractividad de los convenios, en materia de despidos colectivos, en materia de modificaciones sustanciales. Yo creo que hay una base y sobre todo el mensaje que yo pretendo trasladar es que hay que restablecer el equilibrio de fuerzas para que el diálogo social pueda funcionar. Y lo estamos viendo, que desde 2012, en materia de relaciones laborales, no prospera el diálogo social.

Está totalmente bloqueado por parte de los empresarios

Nadie pago un precio por lo que tiene gratis.

ferrer¿Cuáles van a ser vuestras propuestas en materia de políticas activas de empleo?

La situación del empleo es dramática, el Gobierno pone el acento en las cifras macroeconómicas, en la caída de la tasa de paro, pero, claro, tener una tasa de paro en 2017, al borde ya del segundo semestre, del 18%, no deja de ser una verdadera situación preocupante. Toda la intensidad de crecimiento que estamos teniendo desde 2014 se resume en que España sigue teniendo la segunda mayor tasa de paro de la UE y el empleo que se crea es de peor calidad. A su vez, hay que añadir, una tasa de paro juvenil del 40%, solamente superada por Grecia. Por lo tanto, la prioridad del empleo y que sea de calidad deberían ser los ejes centrales de cualquier política pública tanto de oposición como de gobierno. Hay que hacer un esfuerzo real, con soporte financiero, con verdaderas políticas de orientación, intermediación y de formación hacia los desempleados. Gran parte de los ajustes que ha hecho el PP han sido por la vía de los ajustes a las personas desempleadas y por la vía del gasto en políticas activas de empleo, eso está demostrado a partir de 2012. Una de las primeras medidas que adoptó el PP fue despedir a 2.500 orientadores. En cuanto a los jóvenes, el plan de garantía juvenil, en el que había cerca de 2000 millones de euros, es un verdadero fracaso. El Gobierno sigue improvisando, ahora habla de darles una prestación, cuando lleva 3 años ya perdiendo el tiempo y no planteando ningún tipo de políticas. Nos estamos jugamos el futuro de toda una generación.

Pero el paro está bajando…

Lo que se está haciendo el Gobierno es un reparto espurio del empleo, a través de tiempo parcial involuntario, a través de trabajos precarios con bajos salarios y con menor protección social.

Las mujeres es otro de los colectivos golpeados por la crisis, ¿a qué se debe?

Hay dos cuestiones que hemos observado durante la crisis. En la primera etapa aumentó la tasa de empleo de las mujeres y la tasa de actividad, pero ahora hay cada vez más mujeres desanimadas, porque la única oferta que se les plantea son trabajos precarios y con bajos salarios. La brecha salarial hay que combatirla desde la raíz. Hay que buscar elementos de igualdad y luchar contra la discriminación. Apostar por un cambio de modelo productivo, un cambio de modelo económico y social, un modelo más sostenible en el que hablemos, ya de una vez por todas, de redistribución, que hablemos de políticas de calidad del empleo y de igualdad de género, porque si no difícilmente vamos a avanzar.

Hay una percepción cada vez más generalizada entre la opinión pública de la insostenibilidad del sistema de pensiones público. ¿Cuál es la situación?

El Gobierno pretende potenciar los sistemas de pensiones privados, más ineficientes, menos seguros y con menos garantías que el sistema público

Hay que desmentir una cuestión, las pensiones están garantizadas por el Estado, el sistema de reparto es un sistema solidario y por lo tanto el Estado es el que tiene que garantizar el sistema público de pensiones. ¿Qué está ocurriendo?, que la gestión que ha hecho el Gobierno y el modelo de empleo por el que ha apostado desde la reforma laboral de 2012 están cada vez perjudicando más las cuentas de la seguridad social. El hecho de que se estén financiando políticas mal llamadas de fomento de empleo, las tarifas planas, etc., están agravando el déficit de la seguridad social. Además, el Gobierno no está planteando de manera estratégica el futuro del empleo, la introducción de nuevas tecnologías. Hay que buscar otras fórmulas de financiación. Esto es tan viejo como el propio Pacto de Toledo que ya planteaba que junto con los ingresos derivados del empleo había que buscar otras fuentes de financiación. ¿Qué ocurre?, que el Gobierno no plantea estas cuestiones y genera la alarma y al final uno llega a pensar, de una manera no malintencionada, que lo que se pretende es potenciar los sistemas privados, por cierto, más ineficientes, menos seguros y con menos garantías que el sistema público.

CCOO y UGT llevan tiempo planteando la derogación del artículo 315.3 del Código Penal con decenas de casos en los tribunales.

Ese artículo es un vestigio franquista que hay que derogar pero también ha habido una voluntad durante el Gobierno del PP de penalizar y criminalizar el derecho a huelga para que la acción colectiva fuera algo que cada vez tuviera menos eco frente a las políticas autoritarias, frente a los recortes y frente a las reformas laborales y sociales

Que además se ha agravado con la ley mordaza

Hay que abolir todos los elementos que son regresivos y limitativos de los derechos de acción colectiva, de libertad sindical y de derecho a huelga 

Evidentemente, el 315 es lo que hace referencia a la acción colectiva y libertad sindical y derecho de huelga y la ley mordaza hace referencia a derechos y libertades fundamentales, libertad de asociación, de expresión y de reunión. Por lo tanto, hay que abolir todos los elementos que son regresivos y limitativos de los derechos de acción colectiva, de libertad sindical y de derecho a huelga.

Recuperar y fortalecer la alianza con los sindicatos de clase es otro de los objetivos planteados por Pedro Sánchez. ¿Es que el PSOE anterior dejó de lado ese compromiso?

Soy un firme defensor de la autonomía sindical y, en este caso que me corresponde, de la autonomía política. Creo que el sindicalismo en general y en particular en el que yo me reconozco, en el sindicalismo de clase, ha hecho una gran conquista que es la autonomía sindical. Pero dicho esto, hay una cuestión en el campo en el que hoy en día estoy ubicado y comprometido y es que el socialismo democrático, o recupera una alianza -ya más allá de los líderes sindicales-, con el trabajo, con los trabajadores y sus familias y con la juventud o no tiene futuro. Evidentemente, esa alianza con la clase trabajadora y con la juventud es fundamental, no tenemos más que ver qué es lo que ha ocurrido en el Reino Unido con la candidatura de Corbyn, el papel que ha jugado la confederación la Travel Unions Congress o las federaciones sindicales, y que ha ido más allá, con la implicación de activistas sindicales y juveniles. Eso es lo que creo que tenemos que construir, recuperar que el Partido Socialista Obrero Español tiene que tener generosidad con los trabajadores y sus familias y ser intransigente con las políticas conservadoras y neoliberales que es lo que se ha echado en falta en el pasado.

Toni Ferrer: “El PSOE está obligado a recuperar su alianza con la clase trabajadora”