viernes. 19.04.2024
revolucion

En el artículo introductorio el Director de Gaceta Sindical, el economista Jorge Aragón explica con detenimiento tanto la idea central del debate planteado en la pregunta del título, como un resumen de las aportaciones recogidas en el monográfico por especialistas y dirigentes sindicales de los diferentes sectores de producción y servicios implicados en los cambios tecnológicos en marcha.

Parte de diversas reflexiones entre las que destacamos las siguientes:

“Posiblemente estemos asistiendo a un nuevo paradigma económico, como lo generaron el uso masivo de la máquina de vapor y la mecanización de las actividades agrarias e industriales, la electrificación o la motorización, con importante impacto social y cultural, como lo supuso la imprenta de Gutenberg en la difusión de la información – una de las primeras TIC industriales- hasta entonces restringida a un reducido número de personas, o la popularización del uso del teléfono como forma habitual de comunicación”.

“Cabe considerar que no estamos ante “la explosión” de una nueva revolución tecnológica de corto plazo sino ante cambios que se encuadran en una “onda larga” de innovaciones tecnológicas- por utilizar la terminología de Kondratieff- que comenzó hace décadas. Los intensos cambios tecnológicos apuntados no son un fenómeno nuevo, aunque su desarrollo hoy sea diferente.”.

“Asimismo hay tesis que señalan que la innovación tecnológica no sólo se enfrenta a un problema de oferta- concentración de empresas y capital en los sectores tractores de esta nueva acumulación de capital que dificultaría su difusión y su rentabilidad: un callejón sin salida- sino a un problema de demanda. Si se mantienen las desigualdades en la distribución de los aumentos de la productividad y de la renta en el conjunto de la población, y sus efectos laborales están estrechamente asociados al desempleo y a la precariedad. ¿Quién comprará lo que produzcan los robots o lo que ofrezcan las plataformas digitales?

“Estamos ante un escenario nuevo, abierto y de cambio, en el que el resultado de la aparición de nuevos sujetos políticos o nuevas formas de acción estará estrechamente relacionado con la intervención de actores sociales con más raíces históricas como las organizaciones sindicales de clase, que seguirán teniendo un papel central en la defensa del trabajo, del trabajo digno, como una fuente fundamental de la cohesión social y la democracia. Un escenario que da sentido a la propuesta de CCOO de repensar las bases del sindicalismo de clase y que toma cuerpo en luchas como las que se llevan a cabo en torno a las empresas multiservicios, las camareras de piso de la hostelería o los trabajadores /as de telemarketing en los call center.

El monográfico comienza con las reflexiones de Joan Majó sobre “El nuevo paradigma de la economía digital. Transformaciones, retos e incertidumbres de la nueva revolución industrial. Antoni Roca, desde una perspectiva histórica, aborda los distintos factores y actores que han caracterizado las revoluciones industriales y que deben ser tenidos en cuenta para analizar las implicaciones de la economía digital. Michel Husson, plantea el interrogante sobre si estamos en un periodo de estancamiento secular o ante una nueva oleada de cambios tecnológicos. Joan Subirats reflexiona hacer de la necesidad de politizar la transformación tecnológica, mientras Francisco Louça sitúa el trabajo en el ojo del huracán y Cecilia Castaño analiza la brecha de género en la cuarta revolución industrial.

En un segundo bloque de artículos se desarrollan análisis más específicos sobre las implicaciones socioeconómicas y laborales, comenzando por los análisis de John Evans y Anna Byhovskaya sobre La gestión de la economía digital, hacia un cambio tecnológico, abierto, equitativo e inclusivo:una perspectiva sindical, al que siguen los trabajos de Christophe Degryse sobre La economía digital y sus implicaciones socioeconómicas y laborales, el de Javier Doz analizando la visión de los interlocutores sociales europeos sobre la economía digital y sus implicaciones en el trabajo a través de distintos dictámenes del Comité Económico y Social Europeo. Valerio De Stefano valora los cambios en el empleo y la protección social en torno a la “gig economy” y José María Goerlich escribe acerca de los cambios tecnológicos y empleo ¿Repensar el derecho del trabajo?

En el tercer apartado varios autores reflexionan acerca de la importancia de la educación en la sociedad digital. Cristina Garmendia, -La educación, principal reto de la sociedad digital-  y Xavier Martínez Celorrio –Educación y competencias para vivir en la economía digital-. Sobre el papel de las cadenas internacionales de valor en la economía digital y la acción sindical por el trabajo decente escribe Isidor Boix; la estrategia empresarial y los modelos de negocio de Ana Rosa del Águila y desde una perspectiva medioambiental se presenta el análisis de Pedro J. Linares y Vicente López, sobre La economía circular versus la economía digital ¿Dónde está la revolución?”

El número se cierra con el análisis de la situación de la economía digital en España desde el punto de vista de los agentes sociales con la aportación de Julio Linares de la CEOE sobre La digitalización de la sociedad española , al que siguen los análisis de los análisis de cuatro federaciones de CCOO: Agustín Martín sobre la industria 4.0, Javier Jiménez sobre la digitalización de los servicios a la ciudadanía, José María Martínez y Fernando Medina en torno a las implicaciones socio laborales de la digitalización en el sector de servicios y Vicente Sánchez en el sector de la Construcción.

Sin duda es un monográfico que aporta contenidos y criterios de gran ayuda para el análisis y la reflexión sobre los cambios en el mundo del trabajo y las consecuencias sociales, económicas que conlleva. Es de agradecer este tipo de esfuerzos por parte de las organizaciones sindicales, en este caso CCOO,  que tratan de aportar desde el rigor científico y la experiencia cotidiana en los centros de trabajo y en las negociaciones laborales, algo de luz a este mundo cambiante y complejo que nos toca vivir.

¿Una nueva revolución industrial? Economía digital y trabajo