“La menor participación de las mujeres en la actividad laboral (54,03%) frente a los hombres (65,84%) confirma esta desigualdad que, aunque se ha recortado en los últimos años, aún sigue estando 12 puntos por debajo de la de los hombres"
Desde el sindicato CCOO denuncian que la menor participación femenina en el mercado de trabajo es otra causa estructural de la desigualdad. “La menor participación de las mujeres en la actividad laboral (54,03%) frente a los hombres (65,84%) confirma esta desigualdad que, aunque se ha recortado en los últimos años, aún sigue estando 12 puntos por debajo de la de los hombres".
Para reducir este porcentaje, “hay que continuar avanzando en la socialización de los costes de la maternidad y del cuidado de personas dependientes”. Además, el sindicato considera esencial universalizar la educación de cero a tres años, recuperar la financiación para la atención a las personas en situación de dependencia y profesionalizarla, ampliar el permiso de paternidad hasta las cuatro semanas que establece la Ley de Igualdad como primer paso para la individualización de los permisos en aras a una efectiva corresponsabilidad y facilitar la reincorporación laboral de las mujeres tras la maternidad, mediante la bonificación de las cotizaciones sociales y la definición de itinerarios laborales de inserción, puesta al día y/o reciclado desde el Servicio Público de Empleo.
Por otro lado, Comisiones Obreras afirma que la diferencia salarial de las mujeres impide, asimismo, un reparto más igualitario. La brecha salarial entre sexos resume distintas formas de discriminación de género. Los hombres ganan, de media, un 31,57% más que las mujeres. Parte de esta distancia se debe a la mayor presencia del tiempo parcial en el empleo femenino: 37% frente al 9% de los hombres. La brecha salarial se reduce al 19,5% si se calcula por hora trabajada. Esta, a su vez, se explica, por un lado, porque a ellas se las contrata, en mayor proporción, en ocupaciones de segunda clase, donde el trabajo está peor remunerado; y por otro, porque incluso realizando un trabajo de igual valor, en ocasiones se las remunera peor que a los hombres.
Por último, si bien la diferencia no es tan grande como en el empleo a tiempo parcial, las mujeres sufren la contratación temporal en mayor medida (32%) que los hombres (29%), lo que también empeora su posición en el mercado de trabajo y en el reparto de la renta.
