La economía española necesita menos regalos fiscales e ilusión monetaria, y más gasto en inversión pública para recuperar y ampliar el tejido productivo
Para Comisiones Obreras la decisión del Ejecutivo de adelantar a julio de este año la rebaja del IRPF prometida en su reforma fiscal para el año que viene, marca el inicio de la campaña electoral de la mano de su presidente.
El Gobierno ha iniciado la campaña electoral para las próximas elecciones generales, anunciando, por boca de su presidente, el adelanto a este año de la rebaja del IRPF prometida en su reforma fiscal para el año que viene. Esta medida y las que posiblemente se incluirán en los Presupuestos Generales del Estado, que el Ejecutivo parece presentará antes del plazo habitual, pretenden crear una ilusión monetaria y de prosperidad con la que el Partido Popular espera ganar las elecciones. “Sin embargo, las seis décimas adicionales de crecimiento de la economía española sobre la previsión inicial, parecen insuficientes para justificar esta decisión y las que seguramente vamos a escuchar en las próximas semanas”, advierte CCOO.
La política de propaganda desatada por el Ejecutivo no es buena para la imagen internacional del país en un momento de turbulencias financieras y de elevado endeudamiento exterior de la economía española
La política de propaganda desatada por el Ejecutivo no es buena para la imagen internacional del país en un momento de turbulencias financieras y de elevado endeudamiento exterior de la economía española. En particular, si el Partido Popular, como parece, termina instrumentando los presupuestos como parte de su programa electoral que, por otro lado, si fuera aprobado dejaría atadas las manos al siguiente Gobierno. “La economía y la sociedad española necesitan, por el contrario, unas políticas fiscales y presupuestarias serias, que aborden la necesidad de recuperar una base impositiva estructural y que recuperen los niveles de protección e inversión pública perdidos durante la crisis. Las bases imponibles del sistema tributario español han sufrido un proceso de erosión constante, consecuencia, primero, de las políticas de desfiscalización llevadas a cabo desde principios de los noventa y, después, en la primera década del nuevo siglo, por la financiación de gasto estructural con los ingresos coyunturales procedentes la burbuja inmobiliaria”, denuncia el sindicato.
La economía española necesita menos regalos fiscales e ilusión monetaria, y más gasto en inversión pública para recuperar y ampliar el tejido productivo, con el fin de elevar el ritmo de la creación de empleo -que se está desacelerando- y reducir el desempleo coyuntural y estructural. Un presupuesto creíble debe, asimismo, aprovechar los márgenes que está abriendo la nueva coyuntura para atender a los más vulnerables y damnificados de la crisis. España es el país de la Unión Europea donde más han aumentado las desigualdades. Han crecido los hogares en situación de carencia material severa y la pobreza laboral de manera alarmante. Tenemos 771.000 hogares donde no entra ningún ingreso laboral (salario, prestación o pensión). En ellos viven 1.600.000 personas, de las cuales 329.000 son niños. “Estas y no otras, han de ser las prioridades de las políticas públicas”.
