viernes. 29.03.2024

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publica un nuevo informe, “Informe mundial sobre la protección social 2014/15: Construir la recuperación económica, el desarrollo inclusivo y la justicia social” que presenta las últimas tendencias en materia de seguridad social y ofrece información sobre los sistemas de protección social, la cobertura, las prestaciones y los gastos de seguridad social en más de 190 países.

“Es aún más apremiante en estos tiempos de incertidumbre económica, bajo crecimiento y crecientes desigualdades” señala Sandra Polaski

La protección social es una herramienta política fundamental para reducir la pobreza y las desigualdades al mismo tiempo que estimular el crecimiento inclusivo, y “es aún más apremiante en estos tiempos de incertidumbre económica, bajo crecimiento y crecientes desigualdades” señala Sandra Polaski, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT.

El informe señala que si bien ha habido una tendencia global hacia la extensión de la protección social, sólo el 27 por ciento de la población mundial se beneficia del acceso a una seguridad social integral. Constata además que las políticas de consolidación fiscal y las medidas de ajuste en las economías de ingresos más elevados, amenazan el progreso realizado y ponen en riesgo la seguridad del ingreso para los niños y sus familias. Entre 2007 y 2012, la pobreza infantil ha aumentado en 19 de los 28 países de la Unión Europea.

Según señala Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT “las medidas de consolidación fiscal no están circunscritas a Europa. De hecho, al menos 122 gobiernos están reduciendo el gasto público en 2014, de los cuales 82 están en países en desarrollo”. Lo que pone en riesgo la eficacia de los sistemas de seguridad social.

El informe muestra además la importancia de los sistemas de cobertura universal de la salud y señala que alrededor de 39 por ciento de la población mundial carece de afiliación a un sistema o plan de salud. La cifra llega a más de 90 por ciento en los países de bajos ingresos. Se estima también que hay un déficit mundial de 10,3 millones de trabajadores de la salud necesarios para garantizar servicios salud de calidad para todos los necesitados.

Sólo el 27% de la población mundial goza de seguridad social