El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reconocido este lunes el parón que sufre el diálogo social y ha culpado de ello a los empresarios y al Gobierno del PP por su “cerrazón” a la hora de abordar la negociación colectiva y los incrementos salariales. “Tengo la sensación de que la negociación no ha empezado”, afirma pese a las reuniones mantenidas hasta ahora.
Así lo ha manifestado en un desayuno con la prensa donde ha vuelto a hacer hincapié en que el sindicato mantendrá sus dos líneas de acción para esta legislatura: la negociación y las movilizaciones en la calle con el objetivo de recuperar derechos en esta legislatura y derogar las dos últimas reformas laborales.
Álvarez asegura que el sindicato “no va a cerrar ninguna puerta a la negociación” pero ha dejado claro que UGT no firmará un pacto de los convenios colectivos sin bandas salariales. En este sentido ha criticado la posición manifestada por la CEOE al poner como tope para la subida salarial del 0% al 1,5%, después de que los sindicatos estén demandando para 2017 un incremento salarial de entre el 1,8% y el 3%. "No pasa nada si no hay acuerdo, porque para ir a un acuerdo sin bandas salariales, mejor que no haya acuerdo. No vamos a dejar que el 0% sea una opción porque las empresas están ganando dinero", ha dicho.
El líder sindical ve “poco interés” por parte de la patronal por abordar en serio la negociación con los sindicatos y confía que la nueva correlación de fuerzas en el Parlamento, ya sin el PP con mayoría absoluta, “ablande un poquito” la “cerrazón” empresarial, se avenga a negociar "y se enganche a las reformas".
UGT quiere situar algunas batallas en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, entre ellas una subida de las pensiones del 1,2% y una cláusula de revalorización automática para que no pierdan poder adquisitivo.
En todos estos puntos, confía en el papel que necesariamente debe jugar el PSOE: “No concibo -afirma- que el PSOE se descuelgue de las reivindicaciones de una inmensa mayoría de los ciudadanos de este país”, ya que 7 de cada 10 votantes se han mostrado a favor de la derogación de las dos últimas reformas laborales: “No tengo ninguna duda de que el PSOE lo va a respetar”, subraya.
Álvarez también confía en que 2017 “va a ser un año de recuperación de derechos, de cambios en profundidad en las relaciones laborales y de recuperación de políticas sociales". "Es un tiempo en el que podemos conseguir grandes cosas", ha concluido.
