Manuel Rico. En toda existencia, la plena madurez es la etapa en la que se proyecta una mirada reflexiva a lo vivido y se asume con una conciencia doble: la de la imposibilidad de cumplir de manera total los sueños de juventud; la de cierto escepticismo hacia el tiempo que queda por delante. No hay entusiasmos, la utopía es menos utopía que antaño, y la sensación de derrota (“Un hombre derrotado es el dilema / de un dios también constante en la derrota”) parece imponerse.
Esa conciencia compleja recorre los poemas de En el solar del nómada, el último libro del poeta y traductor Juan José Vélez Otero (Sanlúcar de Barrameda, 1957), autor de siete poemarios y traductor de Donald Hall (el más reciente, La cama pintada) o Yusef Kumanyakaa, entre otros.
El poemario se estructura en dos extensos capítulos, “El solar”, un acercamiento a los escenarios donde fue la vida, a los objetos que le dieron sentido, convertidos en fragmentos de tiempo, en residuos de la memoria, en rastros de viejas lecturas, en redescubrimientos desde la perspectiva que los años ofrecen. En la segunda parte, “La soledad del nómada”, ya no es el pasado quien protagoniza el poema sino la decepción, una conciencia casi radical del fracaso, algo así como la lucidez frente a un pulso existencial que se ha perdido o que el sujeto lírico está a punto de perder: “hace tiempo que la vida no es un sueño”, escribe en el poema “De amor y desencanto”.
Las tardes frías de invierno, el telón de fondo de diciembre, el viento en la noche, las primeras lluvias del otoño…. Al leer los poemas de Vélez Otero uno tiene la impresión de estar ante un hombre que escribe junto a una ventana, en un anochecer invernal, no lejos del mar, ejercitando la memoria y escuchando la lejana bocina de un barco que parte a algún lugar desconocido. Una escritura que mezcla sabiamente el tono conversacional con la tensión lírica de la palabra reveladora, de la metáfora afortunada (“La diaria trashumancia del barro”, “los ojos vacíos de las piedras”…), muestran una poesía que enlaza con la mejor escritura de nuestros poetas del cincuenta (Sahagún, Gil de Biedma, Caballero Bonald) y en la que la razón estética y la atención formal no se contradicen con una apelación equilibrada a los sentimientos: una poesía, también, emocionada y emocionante. Un libro a tener muy en cuenta, sin duda.
Esta reseña podrá leerse, próximamente, en el blog La estantería.
En el solar del nómada / Juan José Vélez Otero. 117 págs. Valparaíso Ediciones. Granada, 2014