viernes. 29.03.2024
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La música, las motos scooters y vespas, las parkas verdes con chapas de cuando todavía no se llamaban pins y las minifaldas con medias de colores toman por asalto una pequeña ciudad,más bien conservadora,el resto del año. Mucha gente se pregunta como es posible todo esto y sobre todo la continuidad durante tantos años, a pesar de los cambios en los organizadores, el color político de las administraciones y en no pocas ocasiones boicoteos mal disimulados.

La respuesta hay que buscarla muchos años atrás, en la celebración en los años 1966 y 1967 del denominado “Festival internacional de conjuntos músico – vocales” de los que salieron exitosos grupos como Los Indonesios y los Pop-Tops, dejando en la ciudad un poso  vanguardista en la España de la época, dando origen a grupos potentes como Los Arañas, Los Incognitos y Los Raros,seguido de una pléyade de músicos que desembocan en  la  proyección nacional de Cardiacos y Flechazos.

Con esta base se entiende mucho mejor el fenómeno que significa el Purple, al que grandes nombres internacionales no dudan en acudir. Por sus escenarios han pasado grupos míticos como The Animals, Georgie Fame, The Pretty Things o la magnífica LaLa Brooks de The Crystals.

El Festival dio inicio con las actuaciones de “Len Bright Combo” en el Estudio 54, potente grupo británico de los años 80 con su absorción de estilos y lograda fusión del power pop y la new wawe con estilos latinos ,casi orquestales y “Len Price 3 “ de la misma nacionalidad, que con solo tres músicos y sus chaquetas de rayas, estilo Easy Beats, recrean con la fuerza de la moderna tecnología y el bagaje de los años de experiencia el estilo del pop mas puro y significativo de Who Kinks ó Small Faces.

Autodenominados por ellos mismos como los perros verdes del Purple, los murcianos Crudo Pimento  con Raúl Frutos luthier y multiintrumentista  e Inma Gómez productora y promotora reconvertida en música, traen la síntesis aparentemente imposible, según sus propias palabras, entre la música de la huerta muerta murciana y el punk y el back rock, con instrumentos extraños fabricados por ellos mismos y un potentísimo directo.

La segunda parte del Festival dio comienzo con el Scooter Run, que no es más que una caravana de motos, (eso si por miles) llenas de espejos y abrillantadores, salidas directamente de la pantalla de "Quadrofenia" y un desfile de modelos  auspiciado por Covent Garden, donde se ven en plenitud de juventud a las Sandie Shaw y Cliff Richard actuales luciendo los modelos de Mary Qant.

La parte directamente musical comienza con Ungly Beats,la banda de garaje de Austin Tejas, que es actualmente la que se mantiene más fiel a este estilo y que no defraudan por la brillantez de su sonido y la originalidad de sus letras con referencias a la actualidad, con gran sentido crítico. Diferente es la decepción que producen los británicos Any Trouble, que con Clive Gregson al frente desde hace más de 30 años, cuando eran un referente de primer orden de la new wawe a la altura de un Elvis Costello, han pasado a conformarse con una especie de rock para adultos previsible y aburrido, posiblemente con la intención inalcanzable de conseguir vender sus nuevos discos.

La nota exótica, aunque cercana, la pone Javier Sun  antiguo líder de Los Scooters e icono nacional del revival modo, travestido en una mezcla de nostálgico de las primeras canciones de Los Beatles, aunque interpretadas con mucha mayor tristeza, y canciones en la onda de su paisano Alex Ubago lógicamente  no menos tristes.

Afortunadamente nuestros vecinos gabachos Les Grys-Grys acuden a recuperar el tono de la semana (y de la década) con su power pop contagioso, con reminiscencias del rhythm&blues más primitivo, pasado por la primera etapa de Los Rolling Stones y rematado con la fuerza de su juventud y la potencia de los modernos equipos de sonido.

Mención especial merece la aparición en el mismo escenario,que vio a Los Troggs y a The Zombies, de los enormes Long Ryders con el no menos enorme Sid Gryfin, con la banda original al completo, que no solo no defraudaron sino que  incluso  superaron, gracias a una madurez bien entendida, los tiempos en que plantaban cara a The Smiths y se median de tu a tu con los mismísimos Buffalo Springfield.

Trajeron a León su música, y también la herencia de su admiración por Woody Guthrie, de verdad no la impostada de otros, manteniendo la lucidez que les llevó a enfrentarse primero a las políticas (no solo culturales) de Reagan y luego de George W Bush, a denunciar la estupidez y la sinrazón que en grandes cantidades se extiende por USA y a defender y extender  los grandes valores que esa misma nación y sus gentes poseen, lo que les hace no gratos en grandes ámbitos de su propio país y por todo ello son un lujo para nosotros .

Altamente recomendables las entrevistas realizadas por Sid Griffin, entre las que destacan las publicadas en Ruta 66 y en wordpress.com entre otros medios.No es conveniente compararlas con las que hacen nuestros próceres de por aquí, no es cuestión de echarse a llorar y más tan cerca de las Navidades.

En fin, un gran Purple el de este año, que no en vano celebra su 26 aniversario contra viento y marea (y malas intenciones). Solo queda esperar, y que el próximo tenga la misma altura y capacidad de síntesis, cuestión no fácil, pero que estamos convencidos se logrará y se superará.

Purple 26 | Gran festival musical en León