martes. 19.03.2024
ENTREVISTA | CON IRENE ANTóN, DE ERRATA NATURAE

Irene Antón, de Errata Naturae: "Nuestros libros son reivindicativos"

Libros reivindicativos, pensados por su calidad pero también para alentar el debate intelectual y cívico. Una aportación que la editorial Errata Naturae ofrece en varias disciplinas. Y que contribuye a una mayor lucidez colectiva en medio de la crisis económica.

Rubén Hernández e Irene Antón, creadores de Errata Naturae

Nueva Tribuna sigue tomando el pulso al sector del libro en medio de la crisis económica (que es también, social, cultural, de valores). Uno de los ámbitos más sensibles a su desarrollo es el de la edición, especialmente el de los editores independientes. En Nueva Tribuna hemos entrevistado hasta ahora a los responsables de Bartleby Editores, Rey Lear, Olifante, Los Libros de la Catarata y Amargord. Continuamos la serie con la editorial Errata Naturae, un proyecto jóven (nació en 2008) a cuyo frente están Rubén Hernández e Irene Antón, y cuyos objetivos están íntimamente relacionados con la situación que se vive en España y con la necesidad de contribuir al debate intelectual y social que se desarrolla en los foros más conscientes. Irene Antón nos habla de la editorial, de sus colecciones, de su experiencia y de su visión de la crisis desde la perspectiva de corresponsable de un proyecto de largo alcance: al menos, así se lo plantea.

Nueva Tribuna: ¿Cómo nace la editorial Errata Naturae y con qué objetivos?

Irene Antón: Tanto Rubén Hernández, mi socio, como yo venimos del ámbito académico: estábamos haciendo nuestras respectivas tesis, pero lo cierto es que la universidad y acabar trabajando en ella nos ilusionaba cada vez menos. Rubén tuvo la idea de montar una editorial y así aprovechar nuestros conocimientos acumulados durante años de lectura e investigación para realizar un trabajo que realmente nos entusiasmara y que pudiésemos compartir con otros lectores. El ámbito universitario, tal y como funciona en la actualidad, es muy restringido: haces un gran esfuerzo, dedicas años de tu vida para realizar trabajos de investigación que, con mucha suerte, leerán cuatro o cinco expertos. La editorial abre esa perspectiva: compartes tu pasión con más gente. Para nosotros hay un objetivo político en ello: proponemos libros que dialogan con la realidad que nos rodea y con los lectores, generan un debate, tienen contenido crítico, ayudan a pensar, acompañan en la soledad, consuelan… Encontrarlos y proponerlos a los lectores forma parte de nuestra vida y nuestra tarea de ciudadanos.

NT: ¿Con qué colecciones cuenta?

IA: Hay una colección de ensayo, que aglutina tanto ensayo político como sociológico, antropológico, filosófico; una colección de narrativa que alberga autores desde finales del siglo XIX a nuestros días; una colección de filosofía para niños, Los Pequeños Platones, cuyos volúmenes proponen, a través de la narración (siempre documentada y rigurosa, pero contando una historia al alcance del niño) y de ilustraciones maravillosas, un acercamiento de los niños a la filosofía. Es realmente extraordinaria y está funcionando muy bien.  Y también una colección más amplia que indaga en la cultura contemporánea, la cultura “pop”: nos interesaba investigar el tipo de narraciones con las que se narra nuestra cultura en la actualidad, sobre todo las narraciones audiovisuales, de manera que construimos libros que tratan sobre las series de la televisión, los videojuegos, el cómic… Son libros en los que casi siempre participan varios autores, de modo que sobre un mismo tema, obtenemos perspectivas muy distintas: de la serie Los Soprano nos hablan, por ejemplo, filósofos, escritores, guionistas, historiadores del arte, del cine, etc.,  lo cual enriquece muchísimo el visionado que cada uno pudiera hacer en su casa.

NT:  ¿Tenéis una "política de autor" o eso queda para las grandes editoriales?

IA: Sí, tenemos una política de autor, por supuesto. Por ejemplo, hemos publicado tres títulos de Jean Genet, dos de Henry David Thoreau, dos de Maria van Rysselberghe, dos de Eric Hazan… Y pretendemos seguir trabajando así.

NT: ¿De qué títulos se siente la editorial especialmente "orgullosa"? ¿Ha contado con algún "éxito de ventas"?

IA: La editorial se siente muy orgullosa de todos sus títulos, nacen todos y cada uno de un gran esfuerzo y cuando por fin salen de imprenta, la ilusión es máxima. Sin embargo, tal vez por nuestros recorridos vitales y como lectores, tal vez podríamos señalar los títulos de H. D. Thoreau o Jean Genet como especialmente relevantes, pues ambos han sido muy importantes en nuestra formación como lectores y nos han enseñado a pensar lo que nos rodea desde sus perspectivas, tan únicas. Por suerte, además, ambos autores han sido muy bien recibidos por los lectores: El niño criminal, de Jean Genet fue el primer libro que reeditamos en la editorial; y tanto Cartas a un buscador de sí mismo como Walden se han reeditado ya varias veces: el primero lleva cuatro ediciones y el segundo dos, de momento. Igualmente, los libros que dedicamos a las series de televisión Los Soprano y The Wire llevan ya varias reediciones: cuatro uno y cinco el otro.

 

NT: El fondo de está nutrido de escritores de distintas nacionalidades y tradiciones y combina ensayo, ficción, libro político, experiencias de escritores (lo último han sido los diarios de Laura Freixas y la correpondencia Reimann/Henselmann). Esa diversidad, ¿se sustenta en una una cierta "línea editorial" o tiene mucho de azarosa?

IA: Como decía antes, todos nuestros libros responden a una serie de preocupaciones políticas y de pensamiento. Son reivindicativos y tienen la tarea de participar y crear debates en torno a nuestra realidad. Es difícil definir en una sola consigna o frase cómo se producen esos vínculos entre ellos. Nos gusta pensar que cada texto es autónomo, pero que al tiempo forma relaciones con los demás que dan lugar a "líneas de fuerza" entre ellos. Pero esas líneas no son siempre explícitas ni evidentes, ni están libres de tensiones. Libros que, dentro de un mismo catálogo, dialogan e incluso a veces discuten unos con otros, de modo que "pliegan" tanto esas líneas de fuerza que a veces están a punto de romperse. Libros que, provengan de la tradición que provengan, dicen una verdad.

NT: ¿Cómo ves el panorama editorial con la crisis como telón de fondo?

IA: La situación es muy difícil, como lo es para casi todos los demás ámbitos profesionales. Es muy mal momento para el mercado, pero creo que es un buen momento para pensar y para crear: cuando hay una crisis, se ponen en cuestión muchas cosas que hasta ese momento se daban por sentadas, y eso es magnífico para el pensamiento y la creación. Se puede ser más libre, se puede ir más lejos. En este sentido, creo que a las grandes editoriales, las que a menudo viven más pendientes del “mercado” pueden tenerlo más complicado. No porque sus editores sean menos creativos o piensen peor, ni mucho menos: pero tienen que arrastrar estructuras enormes, y a menudo anquilosadas, lo que hace su adaptación al momento más complicada. Ahora mismo me parece que para las pequeñas editoriales es una ventaja ser pequeñas: pueden moverse, adaptarse, mejor.

"Todos nuestros libros responden a una serie de preocupaciones políticas y de pensamiento. Son revindicativos y tienen la tarea de participar y crear debates en torno a nuestra realidad".

NT: ¿Estamos ante una crisis de lectores o ante una crisis de poder adquisitivo de los lectores?

IA: Creemos que lo segundo.

NT: ¿La librería sigue siendo un instrumento imprescindible en el circuito editor-lector o es inevitable rendirse al dominio de las grandes superficies?

IA: La librería es absolutamente clave en el circuito. Creo que ocurre lo mismo que para las editoriales: las estructuras pequeñas, las librerías independientes nuevas y llenas de ilusión, que trabajan y piensan nuevas maneras de atraer lectores y de hacer su trabajo cada vez mejor, son las que sobrevivirán. Las estructuras anquilosadas, que se han acomodado al modelo pre-crisis y a las que les cuesta pensar soluciones y maneras de acercarse al lector desde otras perspectivas, lo tendrán más difícil.

NT: ¿Y las bibliotecas públicas? ¿Tenéis acceso a ellas?

IA: Tradicionalmente, y por justicia, siempre han sido los libreros quienes han vendido libros a las bibliotecas públicas, no lo hacía el editor directamente, de manera que el beneficio de esa compra estatal se repartiese entre todos los eslabones de la cadena del libro. Por tanto, no tenemos un trato directo con las bibliotecas, aun cuando sí tenemos una base de datos con todas ellas, y les enviamos información sobre nuestras novedades regularmente.

NT: ¿En qué medida está afrontando la editorial el "horizonte digital"? ¿Tu editorial se ha lanzado a la edición de e-book?

IA: Hemos hecho pruebas con varios formatos y tenemos ya varios libros en e-book, pero no los hemos comercializado aún. Queremos estar preparados para cuando llegue el momento oportuno y encontremos la mejor manera de hacerlo, pero no nos parece haber llegado a ello aún. El e-book nos parece una manera inmejorable de llegar a lectores que están lejos y no pueden comprar los libros en la librería de la esquina: me refiero sobre todo a nuestros lectores en Latinoamérica (recibimos cada vez más mails en los que nos preguntan si tenemos los libros disponibles en e-book, pues aunque nuestros libros se distribuyen en Latinoamérica, sin duda, tardan en llegar y no llegan a todas las librerías…). Pero todavía estamos estudiando el modo de hacerlo.

NT:  ¿Consideras necesaria una política de ayudas y subvenciones de las Administraciones? ¿Cuál es vuestra experiencia?

IA: Nosotros elegimos nuestros títulos con independencia de las ayudas y subvenciones a la edición, pero cuando éstas se convocan, los presentamos. Muchos de nuestros títulos y autores nunca serán best sellers: los publicamos porque creemos en ellos, porque creemos firmemente que tienen que publicarse, que es necesario que su contenido y su voz literaria se escuchen, pero sabemos que es posible o probable que no vendan mucho, algunos no cubren ni los gastos. Ante una situación así, una ayuda para traducir el libro de una lengua difícil (que es más caro) o para comprar los derechos, siempre es bienvenida y facilita un trabajo de base, de corredores de fondo como es la de los pequeños editores.

NT: ¿Están determinando los grandes grupos editoriales la omnipresencia del best-seller, de los libros  pensados para grandes públicos, en librerías y grandes almacenes?

IA: Precisamente creo que ahora los best sellers venderán menos, debido a la crisis. El best seller ha sido tradicionalmente un libro de regalo, algo que se compra sin pensarlo mucho: una forma de ocio más, un pasatiempo; y yo creo que ahora hay menos dinero para esas cosas, de modo que el poco que hay se optimiza. Quien compra un best seller para pasar el rato puede seguir pasando el rato de modos más económicos: viendo la televisión, yendo de paseo… Puede sustituir una actividad por otra. Sin embargo, el que es lector de verdad, o aquel a quien le interese un tema, no dejará de comprar/leer/tomar prestado de la biblioteca un libro, porque lo que le interesa es ese contenido en concreto, y no lo sustituye por cualquier otro.

NT: ¿Cómo pueden "defenderse" de esa política las pequeñas editoriales independientes? ¿Puede ser una vía el asociacionismo, la negociación colectiva con librerías?

IA: Claro, cuanto más unidos estemos entre todos los sectores del libro, cuanta más información compartamos, mucho mejor: seremos más fuertes y más creativos, sabremos entendernos mejor unos a otros y encontrar soluciones más adecuadas a los problemas reales.

NT: ¿Con qué perspectivas y con qué objetivos estáis trabajando a corto y medio plazo?

IA: Seguimos trabajando con la misma ilusión y objetivos con los que empezamos.

NT: ¿Puedes hacer un breve balance de vuestra presencia en la Feria?

IA; Nos gusta mucho la feria: es el momento en el que tenemos un mayor contacto con nuestros lectores, escuchar sus opiniones, sugerencias, compartir ideas sobre el catálogo… Realmente lo disfrutamos muchísimo. Y además este año nos ha ideo muy bien en lo económico, así que estamos muy agradecidos a los lectores por su apoyo.

NT: ¿Con qué novedades afrontáis la nueva temporada literaria tras el verano? 

IA: Publicamos libros de cada una de nuestras colecciones: comenzamos con un libro sobre la emblemática serie de televisión Breaking Bad. En cuanto a ensayo publicamos Filosofía para la felicidad, de Epicuro, con traducción de Carlos García Gual y textos sobre el filósofo de expertos de la talla de Pierre Hadot y Emilio Lledó. En cuanto a narrativa publicamos a la magnífica editora irlandesa Edna O’Brien, de quien Philip Roth dice que es la mejor escritora viva en lengua inglesa, y no podemos estar más de acuerdo. Y en nuestra colección de Los Pequeños Platones, publicamos el volumen dedicado a Sócrates. Eso y muchas más cosas, que irán llegando ya en otoño…

IRENE ANTÓN: NOTA BIOGRÁFICA

Irene Antón (Madrid, 1978) es cofundadora y editora de la editorial Errata Naturae, donde gestiona, además, los derechos internacionales. Licenciada en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, cursó estudios de doctorado en la Université Paris IV, Paris-Sorbonne, y de literatura alemana en la Freie Universität de Berlín. Obtuvo su Diploma de Estudios Avanzados (DEA) gracias a un trabajo monográfico sobre la obra de Jean Genet, titulado La santidad transfigurada. Ética y estética en la obra de Jean Genet.

Ha traducido a numerosos autores del francés, entre ellos Jean Genet, Jean-Luc Nancy, Robert Desnos y Michel Onfray.

Enlace a la editorial Errata Naturae

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