Cristina Rosales | @cristinagaros_
A finales de 2023, la editorial las afueras publicaba su última novedad del año, La hermana del desván, de la noruega Gøhril Gabrielsen, hasta entonces inédita en nuestro país. Ambientada en el condado de Finnmark, el punto más septentrional de toda Noruega, la autora nos presenta esta brutal pero brillante historia de una complicada relación amor-odio entre dos hermanas que conviven en la soledad del bosque. Gabrielsen se sirve de los recuerdos de la infancia para describir de la forma más realista los gélidos paisajes del pueblo que la vio crecer, desde las montañas nevadas hasta el crepúsculo teñido de azul.
Narrado en primera persona por una protagonista innominada y con un estilo preciso y seco, La hermana del desván toma distintos elementos del nordic noir o literatura negra escandinava como el realismo o la crítica social. Aunque se aleja de la ficción policiaca característica del género, la trama está protagonizada por dos hermanas cuyo claustrofóbico confinamiento voluntario se ve interrumpido por la inesperada llegada de Johan, un hombre zafio y vulgar que será el artífice del desastre. Treinta años de aislamiento y dependencia mutua han convertido el hogar en un auténtico hervidero de resentimiento y odio que estalla cuando Johan y Ragna comienzan una relación, alterando la rutina de ambas, pero sobre todo la de nuestra protagonista, que ve cómo de la noche a la mañana un completo extraño ha entrado no solo en su casa, también en su vida.
Tras la muerte de sus padres, Ragna ha sido la encargada de cuidar de su hermana pequeña, que quedó parcialmente paralítica después de contraer la polio cuando era una niña. Lo que empezó como una dependencia física por parte de la protagonista se acabó convirtiendo en una espiral de interdependencia emocional de la que ninguna sabe (o quiere) escapar. Después de tantos años, sus vidas han discurrido a través de un espejo: paralelamente, pero en direcciones opuestas. Tanto es así, que a la propia protagonista le sobreviene la sensación de que “Ragna y yo somos un cuerpo […] somos completamente inseparables. Noto cómo poco a poco hemos entregado partes de nuestra anatomía en beneficio de la otra; que después de los años, de los conflictos y los encontronazos, hemos formado, amasado y creado un organismo distorsionado y asimétrico, pero completo”. Sin embargo, en Ragna ha ido creciendo un vacío por la pérdida de su propia vida que solo se ha visto llenado por la llegada de Johan. Es entonces cuando esta decide —con la insistencia de su nuevo amante— castigar a su hermana por las constantes exigencias y la falta de empatía. Pero, por encima de cualquier cosa, por la vida que le ha tocado vivir.
A medida que la relación entre Ragna y Johan se estrecha, la de las hermanas parece distanciarse a pasos agigantados. Así, tras una serie de incidentes en los que la protagonista se encontrará prácticamente abandonada, sin los cuidados básicos y postrada en la cama de su habitación en el ático. La protagonista está completamente convencida de que la pareja planea deshacerse de ella y enviarla a una residencia de ancianos y, cegada por esta idea, comenzará a enloquecer poco a poco. Gabrielsen, mediante los delirios y la imaginación de la menor de las hermanas, plantea un interesante juego psicológico, en cuyo centro no solo se encuentra su protagonista, sino también el lector, que dudará, por vez primera, de la fiabilidad del narrador. ¿Existe realmente un plan malvado para deshacerse de ella o su mente la está llevando a lugares y situaciones que realmente no existen?
La hermana del desván es una inteligentísima novela sobre la complejidad de las relaciones familiares y la jerarquía de poder que se establece, a veces, en ellas. El estilo narrativo de Gøhril Gabrielsen, directo y sin grandilocuencias, acompaña a esta oscura historia de dos hermanas abocadas a la (auto)destrucción. La soledad, el resentimiento y el anhelo del amor cercarán los límites de esta devastadora historia, que analiza, con ojo clínico, las secuelas de una rivalidad familiar en el punto justo de combustión.
