miércoles. 24.04.2024
LUZES250
Portada de Luzes.

La llegada de Núñez Feijóo a la presidencia de la Xunta de Galicia no fue una buena noticia para el idioma gallego, para las empresas editoriales ni para los medios de comunicación. La utilización del presunto “conflicto linguïstico” como baza electoral alimentó un problema casi inexistente alrededor del idioma, favoreciendo una confrontación artificiosa, innecesaria y perjudicial. Luego vino el tiempo de los recortes y el gobierno gallego se aplicó con esmero: rebajó drasticamente los presupuestos para la protección de la lengua, para promover la industria editorial y para favorecer los medios de comunicación en gallego.

Así es que nuestro idioma recibe hoy menos de un tercio de las ayudas que tenía hace 20 años (solo 5.4 millones de euros para la promoción del gallego en 2014, cuando en 1993 eran 17.2). También rebajaron las ayudas a las editoriales (realizada mediante la compra de libros para las bibliotecas públicas). Las más potentes (Galaxia, Xerais) pasan serias dificultades, mientras las modestas sobreviven con problemas. Los medios de comunicación en gallego se vieron desamparados por el poder. Cerró Vieiros, A Peneira y el semanario A Nosa Terra que, después de una larga trayectoria (1977-2010), también dejó de estar presente en la red en 2011. Tempos Novos (revista mensual de la que tengo la honra de ser socio fundador) resiste, a capa y espada, desde 1997 .

Cerró Galicia Hoxe, el único periódico editado exclusivamente en gallego. Comenzó su andadura en 1994y finalizó la edición en papel en junio de 2011. Su director, mi amigo Caetano Díaz, publicó un artículo (“A sangre fría”) en su último número en el que decía: “Con la llegada a Monte Pío del ´señor de las tijeras`, en el GH comenzamos a escribir la crónica de una muerte anunciada. Se consuma hoy -mientras el señor Núñez Feijóo entrega ufano las medallas Castelao, símbolo de galleguidad- el asesinato a sangre fría, con alevosía y a pleno sol, de un periódico pequeño pero crítico”.

Por fortuna las tijeras y la mordaza aun no llegaron a la red, de forma que, en los últimos años, surgieron espacios de libertad que intentan elaborar y difundir información veraz, alimentar el pensamiento crítico y promover la cultura propia. La Asociación de Medios en Gallego (AMEGA) agrupa a muchos proyectos comprometidos con la verdad y con el país. El trabajo y el esfuerzo de numerosos colaboradores mantienen estas ventanas abiertas, mientras el apoyo económico de la Xunta va dirigido a medios más próximos al poder.

En este panorama tan difícil también hay gente valiente que se atreve a echar a andar una nueva publicación en papel. La revista mensual Luzes surge a finales de 2013 y va ya por su sexto número. Rivas y Pereiro (directores) e Iago Martinez (coordinador) recuperan la trayectoria iniciada por Luzes de Galicia (1985-1997), como una propuesta de periodismo insurgente para recuperar el hambre de periodismo. Así lo afirman sus promotores en la presentación del proyecto.

Luzes de Galicia, de vida corta pero intensa, era una publicación más dedicada a la literatura y a las artes. La nueva Luzes, de magnífico formato y hermosa presencia, tiene más vocación por el reportaje y la información crítica. Permanece su espíritu irreverente y la invitación a la rebeldía. En aquella primera etapa publicó el famoso texto de Lois Pereiro (Modesta proposición para renunciar a hacer girar la rueda hidráulica de una cíclica historia universal de la infamia) en el que el autor decía que “siempre habrá nuevas vías para resistir, para oponernos y no ser sumisos”. En esta nueva existencia van editando un manifiesto por entregas en el que dejan ver su espíritu rebelde y el sentido de la ironía. “Queremos cuidar del periodismo que dice las cosas como fueron, no como conviene”, decían en el primero número. “En los laboratorios del poder juegan con la alquimia de las cifras y quieren hacernos creer que la mierda pronto será oro. Por eso la primera puerta de salida está en el rescate del sentido secuestrado de las palabras”. Esto afirman en su sexto editorial. Bienvenidosa este país en la penumbra. Larga vida a estas Luzes, tan necesarias para Galicia, para iluminar un camino nuevo. 

Luzes para Galicia