jueves. 28.03.2024

Nació en torno al año 470 a.C., en la ciudad griega de Mileto, situada en la península de Anatolia, en la actual Turquía. Su nombre significa “la bella bienvenida”. Su padre era Axíoco de familia adinerada, de ahí la excelente educación que recibió. En las ciudades jonias, tanto los niños como las niñas, iban a la escuela pública y compartían el aprendizaje en un plano de igualdad.

Desde joven, leía las obras de los poetas y filósofos, especialmente Pitágoras, de quien aprendió, que el cosmos es número y armonía. Ya en su adolescencia destacaba por su belleza física, tenía los cabellos rubios y una voz melodiosa y muy expresiva y por su gran inteligencia.

Sofrón, un antiguo arconte griego llegó a Mileto y quedó entusiasmado con la sabiduría de Aspasia. Le habló de Atenas, como la ciudad más adelantada de su tiempo. De las mujeres hetairas, que existían en la ciudad, que tenían un gran poder, vivían con libertad, podían desarrollar sus conocimientos culturales y políticos como lo hacían los hombres.

Aspasia se había hecho con una gran fortuna, pues en Mileto dirigía un burdel, que era famoso. Se decía, que Aspasia también era muy buena en el arte amatorio. Por eso, decidió cambiar a Atenas para intentar llegar a lo más alto de la sociedad.

Alrededor del año 450, es decir, con veinte años, Aspasia partió hacia Atenas. Aprovechando su gran inteligencia y cultura fundó una escuela de filosofía y declamación para jóvenes. De esta forma y en poco tiempo adquirió un gran prestigio y fama en la ciudad. A sus clases aparecieron filósofos tan conocidos como Sócrates y Euripides.

La aristocracia ateniense estaba muy preocupada por la gran cantidad de matrimonios entre hombres de la aristocracia y mujeres del pueblo llano, incluso con hetarias (Aspasia era una de ellas). A las jóvenes aristócratas atenienses les resultaba cada vez más difícil conseguir un joven aristócrata para el matrimonio y esto preocupaba a las ricas familias de Atenas, pues impedía el desarrollo de políticas de alianzas y de concentración de riquezas y poder a través de los enlaces matrimoniales.

El todopoderoso Pericles, decidió atender estas peticiones de los poderosos de Atenas, mediante la prohibición del matrimonio entre hombres y mujeres de distinta clase social. Pericles estaba casado con una aristócrata ateniense y tenía dos hijos Jantipo y Paralos.

Ante la fama que iba adquiriendo Aspasia, el propio Pericles decidió acudir a su academia para oírla. Cuando Pericles la conoció se enamoró perdidamente de ella. Pericles tenía cuarenta y cinco años, veinte años más que Aspasia. Se hicieron amantes y rápidamente ella quedó embarazada. Pericles se divorció de su mujer, e intentó casarse con la hetaira Aspasia. La oposición social ateniense fue muy fuerte, pues significaba incumplir su propia ley matrimonial, que había impuesto en Atenas, por lo que desistió y se llevó a vivir a Aspasia con él pero sin ningún vínculo.

Aspasia, en esta situación, desempeñaba el papel de compañera de Pericles y de hetaira, (las hetairas eran cortesanas y mujeres de compañía de clase alta que, además de ofrecer belleza exterior, se diferenciaban del resto de mujeres atenienses porque tenían una gran educación, independencia económica y pagaban impuestos), dado que sólo por este status, podía incorporarse a los círculos masculinos de la sociedad ateniense. Fue maestra de oratoria y logógrafa y tuvo una gran influencia en la vida cultural y política en la Atenas del siglo de Pericles, el de máximo esplendor político y cultural de la ciudad.

Aspasia y Pericles tuvieron un hijo, Pericles el Joven, que más tarde se convertiría en general en la academia militar ateniense, que fue ejecutado tras la batalla de Arginusas.

Aspasia se adaptó muy bien al círculo de amistades de Pericles, allí estaba el sofista Anaxágoras, Sócrates, Pláton, Aristófanes, Jenofonte y Plutarco y muchas mujeres acudían a oírla. Tanto Sócrates como Platón la reconocen como su maestra.

Aspasia organizaba grandes fiestas, como una que tuvo una duración de nueves días y noches a la que asistieron más de tres mil invitados, todo lo más granado de Atenas, que fueron atendidos por más de nueve mil personas. La atracción principal de la fiesta era la presentación de Dionisos y su gran comparsa. Como novedad había una fuente con seis caños y de cada uno de ellos brotaba una clase de vino distinto.

Tanto Aspasia como Pericles no eran inmunes a las críticas, pues la preeminencia en la democracia ateniense no era equivalente a la de un gobierno absoluto. Aspasia era muy criticada, en concreto porque se decía, que Pericles hacía lo que ella decidía. Dos fueron las guerras en las que participaron en su época de gobierno, la guerra de Samos y la guerra del Peloponeso (431-404).

La guerra de Samos, en el año 440 a.C., fue debida a que Samos estaba en guerra con Mileto (la ciudad de Aspasia), que se disputaban el dominio de la ciudad griega de Priene. Mileto acude a Atenas en petición de ayuda. Los atenienses acuerdan, que ambas ciudades detuvieran la guerra y se sometieran a un arbitraje independiente.

Sin embargo, la ciudad de Samos se niega a este arbitraje y entonces Pericles promulgó un Decreto, por el cual envía una expedición militar a Samos. La guerra fue muy dura y ocasionó muchos muertos atenienses. Éstos echaron la culpa a Aspasia de esta guerra, en la que estaba inmersa su ciudad natal Mileto. Como consecuencia de esta guerra, sufrieron difamaciones personales y se vieron envueltos en procesos judiciales por sus enemigos políticos.

Fue acusada de corromper a las mujeres atenienses para satisfacer las perversiones de Pericles. Fue llevada a juicio por impiedad por el poeta cómico Hermipo como principal acusador. Aspasia tuvo que comparecer ante un tribunal compuesto por 1.500 ciudadanos atenienses para responder ante estas acusaciones. Salió inocente, pero Pericles tuvo que emplearse a fondo en su defensa. Habló durante mucho tiempo ante el tribunal y tuvo que recurrir a todo su prestigio y elocuencia para lograr su salvación. Resultó una experiencia muy desagradable para ambos. Su amigo Fidias (escultor) fue condenado a prisión, donde murió, y Anaxágoras fue acusado por sus creencias religiosas.

Discurso fúnebre de Pericles

Aspasia era una artista de la retórica, tanto en el aspecto logográfico como en el aspecto pedagógico. Además de esto, supo rodearse de los más ilustres y reconocidos intelectuales de su época. Contribuyendo de forma activa al florecimiento de la vida cultural en Atenas y consiguió la admiración de los hombres más ilustres. Se dice, que era ella quien escribía los discursos de Pericles.

También destacó como científica y médica. A pesar de que sus obras han desaparecido, otros científicos con Aetius, médico personal del emperador bizantino Justiniano I, escribió una enciclopedia médica a partir de los conocimientos escritos por Aspasia.

La obstetricia, la ginecología y la cirugía fueron sus ámbitos de actuación y de investigación. Fue capaz de detectar y prevenir embarazos de riesgo y desarrolló remedios naturales para el post-parto.

Podemos afirmar, que fue una mujer de excepcional belleza e inteligencia y, que estuvo a la altura de Pericles y Sócrates, aportando grandes conocimientos a la política, la filosofía y la ciencia, aunque la historia no le ha dado el papel que le corresponde por su sabiduría y su hacer.

Aspasia aparece en diversas obras de la literatura moderna. Su historia de amor con Pericles ha inspirado a varios de los más famosos novelistas y poetas de los últimos siglos. Fue muy importante para el movimiento romántico del siglo XIX y para los escritores de novelas históricas del siglo XX.

Aspasia como personaje central de la esfera cultural de la democracia en Atenas, ejerció un paple esencial en el nacimiento del movimiento de emancipación femenina, a través de sus lecciones a los jóvenes atenienses, que condujeron a la futura intervención de estas mujeres en la vida pública de la ciudad, así como a través de los discursos, que escribió a Pericles, en los que reivindica de un modo discreto, la dignidad de la mujer, alentando a su emancipación.

Esto permite percibir por primera vez, lo femenino en la historia, haciendo de Aspasia la principal representante de otra forma de interpretar la Atenas de Pericles, en la que debe de tenerse en cuenta a la mujer.

La Medea de Eurípides y Lisístrate de Aristófanes nos marca la existencia de este movimiento emancipador de las mujeres atenienses, que afecto a la mayor parte de la población femenina. Esto provocó un fuerte rechazó entre los sectores más conservadores de la sociedad ateniense. Aspasia siempre invitaba a las mujeres a desarrollar, sin complejos de inferioridad, todas sus potencialidades intelectuales, físicas y sexuales.

Plutarco escribió de ella “fue altamente valorada por Pericles debido a que era muy inteligente y astuta en la política. Después de todo, Sócrates la visitaba algunas veces, trayendo consigo a sus discípulos y sus amigos más íntimos traían también a sus esposas para que la escucharan, y ellos a pesar de que Aspasia dirigía un establecimiento ni respetable ni ordenado y educaba a un grupo de muchachas para cortesanas”.

En el año 429 se declaró una epidemia de peste en Atenas y Pericles vio, como sus dos hijos del primer matrimonio, Jantipo y Paralos murieron con una diferencia de cuatro días. Con su moral bajo mínimos, ni siquiera Aspasia consiguió consolar a Pericles quien también sufrió la peste, que le ocasionó la muerte.

En el año 430, un año antes de la muerte de Pericles, los atenienses permitieron modificar la ley del año 451, por lo cual permitía ser ciudadano legítimo al hijo que había tenido con Aspasia. Esta decisión resultó sorprendente, porque esta ley, fue del propio Pericles, por la que se limitaba la ciudadanía a aquellos que naciesen tanto de padre como de madre ateniense.

Tras la muerte de Pericles, Aspasia se casó al mes de su fallecimiento con un rico ateniense, Lisicles, con el que tuvo un hijo, Poristes. Era un hombre mucho más tosco y grosero que Pericles, aunque llegó a ser arconte durante su matrimonio con Aspasia. Se dice que Lisicles se convirtió en un orador elocuente gracias a ella. Murió a los dos años de su matrimonio.

Tras la muerte de su segundo marido, Aspasia se retiró de la vida pública y se trasladó al campo. Fundó la Academia de Elocuencia y Arte Amatorio, a la que iban a aprender las jóvenes que aspiraban a hacer carrera como hetaira. Una de las mejores discípulas fue Lais de Corintio. Se calcula que Aspasia murió en el año 400.

La gran Aspasia de Mileto