jueves. 18.04.2024
MUJERES DE PELICULA | EDMUNDO FAYANáS

Fredegunda, poder y muerte

Nace en el año 545, en la región francesa de Picardía, aunque no se sabe el lugar exacto. Se desconoce como fue su infancia. Sus orígenes son humildes, con lo cual su preparación cultural era escasa, pero destacaba por su belleza.

La reina Audovera, que era la esposa del rey de Neustria. Chilperico I, la contrató como sirvienta. Cuando el rey la conoció le gustó muchísimo y le provoco una gran pasión, haciéndola su concubina.

La historia de la reina de Neustria, Fredegunda está siempre unida a la reina de Austrasia, Brunequilda.

Neustria se correspondería con la parte norte de la actual Francia y Austrasia con Alemania. Ambos territorios estaban ocupados por los francos, que era una de las tribus bárbaras que propició la caída del Imperio Romano y fue de las pocas que sobrevivió posteriormente.

Esta historia se encuadra en los inicios de la Alta Edad Media, que se corresponde con uno de los periodos más convulsos y violentos de la historia de Europa. Eran los principios del feudalismo, donde no existían los Estados como hoy los entendemos, sino una especie de confederaciones de territorios unidos mediante juramentos de vasallaje, con unos criterios organizativos de tipo piramidal.

En lo que hoy es Francia y Alemania nos encontramos con tres reinos: Austrasia, Neustria y el de Borgoña, que era el más autónomo y también el denominado ducado de Aquitania.

Fredegunda era una mujer de una gran ambición, que no se detenía ante nada y ante nadie, dando muestras de falta de escrúpulos y de conciencia, donde la eliminación del contrario entraba a formar parte de su hacer político.

En el año 567, el rey Chilperico I de Neustria, repudia a la reina Audovera. Este repudio hay que buscarlo en razones de tipo político, pues se busca la alianza con la Hispania visigoda o por lo menos que no apoye a Australia, ya que la reina australiana Bruenquilda era visigoda también. También porque se lo pedía constantemente en aquel momento la concubina Fredegunda, pues no se conformaba con su destino de concubina del rey.

La reina Audovera quedó confinada en un convento. A pesar de los intentos de Fredegunda por casarse con Chilperico I, este no dio el paso y vuelve a casarse con la princesa Galswinta, que era hija del rey visigodo de Hispania, Atanagildo, y además hermana de la reina de Austrasia, Brunequilda.

Este nuevo matrimonio del rey no gusta a Fredegunda, pues no estaba dispuesta a jugar un papel secundario. A pesar de este nuevo matrimonio, el rey Chilperico I no renunció en absoluto a los placeres que le proporcionaba su concubina. El nuevo matrimonio nunca fue feliz y duró muy poco tiempo.

Galswinta reprocha a Chilperico I sus continuos adulterios con su concubina y le pide romper el matrimonio y regresar a Hispania. El mismo año de su matrimonio, una mañana, la reina aparece estrangulada en su cama. Todas las sospechas del asesinato recayeron sobre el rey y su concubina. Siguiendo los escritos de Gregorio de Tours podemos leer “el rey lloró amargamente su muerte y a los pocos días se casó con Fredegunda”.

Asesinato de la reina Galswinta

La familia de Galswinta juró vengarse de su muerte y en especial la reina Brunequilda, que era hermana y, además reina de Austrasia. Ésta se encontraba casada con el rey Sigiberto I, que era la mismo tiempo hermano de Chilperico I. Era tradición en los inicios de la Edad Media y también el mundo de los francos, que la familia vengase este tipo de asesinatos. Una práctica habitual era pagar económicamente una compensación y ésta se solía hacer mediante el pago en especies. Brunequilda no estaba dispuesta a tolerar el asesinato de su hermana y que fuera sustituida por una vulgar campesina.

El rey Chilperico I y la reina Fredegunda

El rey de Austrasia Sigiberto I exigió a Chilperico I, que entregase a su esposa Brunequilda la fuerte dote que Galswinta había aportado a su matrimonio, que eran las ciudades y plazas fuertes de Burdeos, Limoges, Cahors, Verán y Baigorri. En el acuerdo de este litigio aparece como mediador, entre ambos, el rey de Borgoña, Gontrán I que era hermano también de los dos reyes.

Las ciudades fueron entregadas a Brunequilda, pero inmediatamente el ejército de Neustria las atacó para recuperarlas, lo cual fue realizado rápidamente. El rey Sigiberto I de Austrasia ante estos hechos atacó a Neustria y obligo a Chilpericó I y a Fredegunda a retirarse a la ciudad de Tournai. Brunequilda exige a su marido que destrone al rey Chilperico I, pues la situación se había puesto muy favorable para los austrasianos, puesto que muchos terratenientes y nobles de Neustria estaban dispuestos a aceptar a Sigiberto I como su rey, lo cual provoca una gran debilidad militar y política a Chilperico I.

La situación era tan desesperada, que Fredegunda contrató a dos asesinos, para que mataran al rey Sigiberto. Ambos debían hacerse pasar por nobles neustrianos que se sumaban a su causa. Cuando estuvieron junto al rey lo atacaron con puñales envenenados con la finalidad de que no pudiera sobrevivir. Este hecho sucedió en la ciudad de Vitro sur la Scorpe en el año 575.

Tras el asesinato del rey australiano, Chilperico I salió de la ciudad de Tournai y retomó la iniciativa militar. Esto fue posible porque gran parte de la nobleza de Austrasia abandonaron la guerra, puesto que el nuevo rey tenía tan sólo cinco años. Chilperico I conquistó París donde se encontraba la reina Brunequilda, a la que hizo prisionera y le incautó una gran cantidad de tesoros. Resulta sorprendente, que la reina Fredegunda no ordenara su muerte. Brunequilda es desterrada de por vida al convento de la ciudad de Rouen.

Ésta logra escapar del convento. Para ello cuenta con la ayuda de Meroveo, que era su sobrino. Meroveo era el primer hijo de Chilperico I y de su primera esposa Audovera, en consecuencia heredero al reino de Neustria. Meroveo dirigía entonces uno de los ejércitos de Neustria y desoyendo las órdenes se dirigió a Rouen para liberar a la reina Brunequilda. Ambos se casaron en la misma ciudad, siendo oficiante de la ceremonia el obispo de la ciudad, Pretextato. Meroveo temía, que su madrastra acabara matando a los hijos de Audovera, para así tener el camino libre para que sus hijos llegaran a reyes de Neustria. Con el matrimonio de la reina de Australia, Meroveo conseguía un fuerte apoyo frente a su reina y madrastra, haciéndose fuerte políticamente.

Al tener conocimiento de dicho matrimonio, Chilperico I se enfadó muchísimo y consiguió la anulación del matrimonio por parte de la Iglesia, al tratarse de un matrimonio de tía y sobrino. Ante la fuerte reacción de Chilperico I, Brunequilda debe refugiarse en la corte de Borgoña, bajo la protección del rey Gontrán I.

Posteriormente, Brunequilda regresa a Austrasia, siendo nombrada regente hasta que su hijo Sigiberto II fuera mayor. Fredegunda decide acabar con la exreina Audovera y sus tres hijos, para allanar su camino al trono.

Meroveo es traicionado por su gente y cae muerto en una emboscada. Hay dos versiones sobre su muerte. La primera cuenta que los neustrianos le tendieron una emboscada y éste se hace matar por uno de sus acompañantes para evitar ser quemado en una estaca. Chilperico I hizo torturar a los tres acompañantes de Meroveo. La segunda versión, es que murió asesinado por hombres contratados por la reina. Posteriormente murieron los otros dos hijos de Audovera y ésta murió asesinada en el convento donde se encontraba recluida desde hacia años.

Muertos los hijos de la primera reina, Fredegunda ya tenía el camino expedito para que los suyos llegaran al poder. El problema surge cuando los hijos, que nacen de la reina, morían muy rápido debido a enfermedades infecciosas. En aquella época, era muy frecuente la enfermedad de la disentería y debido a ella sus hijos morían enseguida. Esto hizo pensar a la reina, que era un castigo divino, para solucionarlo dio grandes cantidades de dinero y propiedades a la Iglesia, al mismo tiempo que acusa a hechiceros y brujas de sus males y los persigue continuamente.

En el año 584, Fredegunda da a luz a Clotario II, que sobrevivirá, En el mismo año, el rey Chilperico I muere asesinado en la villas de Chilles de dos puñaladas, cuando descendía del caballo. El asesino consigue huir sin ser detenido. Sobre la muerte de Chilperico hay dos teorías. La primera es que Fredegunda ordenó su muerte, para ocultar su infidelidad matrimonial, pues la reina mantenía una relación secreta con el señor neustriano llamado Landry, que posteriormente le nombraría Mayordomo de Palacio (cargo que significaba hacerlo su lugarteniente). La segunda teoría es que dio la orden la reina de Austrasia, Brunequilda como venganza por la muerte de su hermana Galswinta.

Si seguimos los escritos de Gregorio de Tours sobre el asesinato del rey, éste dice “el cadáver del rey permaneció insepulto hasta que el obispo de Sensilis, lo hizo lavar y trasladar hasta París, donde hizo enterrar en la iglesia de San Vicente”.

Cuando murió asesinado Chilperico I su hijo era menor de edad y Fredegunda subió al trono como regente.

Tras la muerte de Chilperico I, la debilidad de Fredegunda es máxima y su única esperanza está en la supervivencia de su hijo Clotario II, que sólo tenía varios meses de vida. El nuevo rey de Austrasia, Sigiberto II, que era hijo de Brunequilda solicita que le sea entregada la reina Fredegunda por ser la causante del asesinato de su padre.

Sin embargo, la reina reacciona y se apoya en su amante Landry y en otros señores neustrianos como Ansoaldo, al mismo tiempo, que negocia con el rey de Borgoña Gontran I su protección.

Ante las dudas que se plantean sobre el origen de su hijo Clotario, pues se decía que era hijo de Landry y no del rey, la reina hace que trescientos obispos y grandes señores juren que es hijo de Chilperico I. De esta forma Fredegunda se asegura la regencia y Gontrán I se hace tutor del niño.

El papel de Gontrán I es siempre el de arbitro,. lo que busca es que nadie alcance la hegemonía entre los francos y su papel conciliador hace que unas veces proteja a Fredegunda y otras a Brunequilda.

Fredegunda manda varias veces a asesinos para que acaben con la vida de Brunequilda y de Sigiberto II, pero fracasan. También en el año 586, mandó matar al obispo de Rouen, Pretextato, que había oficiado el matrimonio de su hijastro Meroveo y Brunequilda porque no le caía bien y le había traicionado.

El obispo Pretextato acusando a la reina Fredegunda de su asesinato

Fue acuchillado en el interior de la catedral quedando gravemente herido. El obispo le acusa de su asesinato, pero la reina simula una gran consternación ante tal hecho y ordena a sus médicos que lo curen, pero el objetivo era que acabaran de matar al obispo, como así sucedió.

Gontrán I reacciona mal por el asesinato del obispo y viéndose la reina acorralada le entrega al asesino, que era un hombre suyo y que había actuado siguiendo sus órdenes, para que fuera torturado y muerto por los borgoñeses.

Estando dando una audiencia en su palacio, un noble le acusa del asesinato del Obispo Pretextato. Ella lo niega e invita al noble a comer con ella. Él se niega con el pretexto de tenerse que ir urgentemente. La reina le recuerda que es una ofensa en el mundo franco irse de la casa real sin haber comido o bebido, y le ofrece una copa para que bebiese. Para no tener problemas acepta la copa y posteriormente al intentar montar su caballo para irse muere fulminado por el veneno de la copa.

Fredegunta y su hija Rigonda

La reina tenía una hija llamada Rigonda, con la que discutía frecuentemente y acusaba a su madre de ser una tacaña. Ésta le hace que le acompañe hasta donde aguardaba sus tesoros y abre el cofre donde contenía grandes riquezas y le dice que coja lo que quiera. Rigonda se agacha sobre el cofre para coger algunas cosas, situación que aprovecha Fredegunda para dejar caer la tapa del cofre sobre la cabeza de su hija, presionando la tapa del cofre sobre su cabeza. Rigonda grita de dolor y acuden los sirvientes que frenan a la reina. Está claro, que no fueron los sirvientes quienes pararon a la reina, sino que no tenía intención de matar a su hija.

También intentó asesinar al rey de Borgoña, Gontrán I, pero fracasó. Este muere en el año 593, siendo sustituido por Teodoberto II de Austrasia. De esta forma debe hacer frente Fredegunda a los de Borgoña y Australia. Se produce la batalla de Droissy en el año 593, donde las tropas de Neustria mandadas por Landry, consiguen una gran victoria cobre los otros dos países.

En el año 596, muere el rey Sigiberto II a la edad de 25 años, envenenado. Nuevamente es acusada de esta muerte, pues ya lo había intentado otras veces. Ante la muerte del rey de Australia, vuelve a atacar a la alianza de los borgoñones y australianos, produciéndose una nueva victoria de Landry en Laffaux en el año 596.

Fredegunda ejerció la regencia de su hijo Clotario II con gran habilidad y energía inspirando un gran temor en toda la sociedad. Muere la reina en el año 597 en su palacio de París.

La historia concluye con la victoria total de Clotario II sobre Borgoña y Australia haciendo prisionera a Brunequilda y a sus biznietos. Brunequilda ya tenía ochenta años. Manda matar a los biznietos y ordena que la reina de los australianos sea torturada y luego exhibida sobre un camello para humillarla delante del ejército. Finalmente es atada a la cola de un caballo que la arrastró hasta que muere.

La historia de la reina Fredegunda se ha convertido en uno de los personajes históricos más temidos y oscuros de toda la historia.

Fredegunda, poder y muerte