Torres-Remírez | @jostorresremrez
Sentada en un sofá, y a pesar de llevar numerosos días con la promoción de la película “Teresa”, la directora aragonesa Paula Ortiz nos recibió con la mejor de las actitudes y, ante todo, agradecida de ser ya espectadores de su película.
La película empieza con una pregunta hacia la propia Teresa de Jesús “¿Nunca dudas Teresa?”. Por lo que era de recibo que la respondiera su directora. Paula Ortiz no se esconde, ella duda. A cada instante y le da un peso importantísimo a la duda. “Si no dudas no avanzas, si no dudas no te mueves”, más aún, cree en el poder de la duda, y pide dudar más: “la duda es la gran herramienta contra el dogmatismo, contra los totalitarismos y contra cualquier tipo de fascismo. Alguien que duda, no puede ser fascista. No puede ser extremista.”.
Pero no sólo la duda es importante, “Si lees te conduces. Si te leen, te conducen”, afirma Teresa a lo largo de la película. Lo que considera la directora es que “la lectura está dentro de la misma concepción humanista del mundo y anti manipuladora. La lectura da una dimensión crítica. La lectura es profundamente revolucionaria. El hecho de que unas mujeres se encierren en una casa en Ávila hizo tambalear las estructuras por el libre pensamiento que habría entre ellas. Como bien denuncia la figura del inquisidor en la película “¿Qué libros se leen entre estos muros?”. La lectura es vital a la hora de conocer nuestro mundo. Eso es tan subversivo como actual”.
La duda es la gran herramienta contra el dogmatismo, contra los totalitarismos y contra cualquier tipo de fascismo
Y si la lectura en general es importante para “Teresa”, aún más para Paula, pues es su tercer acercamiento a un gran escritor. Primero fue Lorca, luego Hemingway y ahora Juan Mayorga. “La palabra es creadora de mundo”, según Ortiz. En “Teresa” la palabra va creando sus mundos, pero conforme las verbalizas, se va dando forma. “Las palabras de los clásicos o de los poetas, que han atravesado el tiempo son las que más nos interpelan y más nos atraen.”
Aunque no sólo nos interpela la palabra, también los escenarios. Parte de la grabación de la película se ha realizado en el Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca). Los americanos, defiende la directora, han jugado y han sabido hacer de sus lugares comunes algo habitual para nosotros haciéndonos que todos reconozcamos como nuestro lo que es suyo. Por ello las ubicaciones son importantes y hay que realizar ese esfuerzo: “La localización no es Ávila sino Huesca y algunas zonas de Barcelona. El paisaje hace imaginario. Y debemos saber hacerlo desde aquí, pero no para imponer sino porque son paisajes propios”.
Del paisaje pasamos al texto, Mayorga no inventa nada, sino que teje con la propia voz de Teresa, recogida en su libro de la vida, los diálogos tan exigentes que tendrán que tratar los actores. Mayorga decide utilizar los textos pesimistas o en los que Teresa se acusa como base para el inquisidor, mientras que aquellos que transmiten paz son los escogidos para ponerlos en los labios de Teresa. Un texto difícil, pero que en la adaptación de la obra teatral al guion se pensó desde el principio en los dos actores: Blanca Portillo y Asier Etxeandia. Ambos actores, desde la producción de la película están intentando que entren en las quinielas de los Goya, aunque es complicado al ser una producción pequeña. “El texto es muy exigente y las actuaciones están a una altura inigualable. Blanca y Asier son incontestables” defiende Ortiz.
Ya han pasado las generaciones y ahora los cineastas podrán acercarse a la fe y a los religiosos sin los prejuicios de nuestros padres
“Rafa García es bestial y su trabajo es finísimo. Ha sabido captar lo onírico y lo pictórico”. Esas palabras son la respuesta de Ortiz a la hora de alabar la iluminación casi íntegramente por velas en algunas escenas de la película. Demostrando que es una película dirigida por Paula Ortiz y que sabe que es necesaria la colaboración de muchos profesionales para llegar a un resultado tan bueno como el obtenido.
Por último, ante la premura de acabar la entrevista se le planteó la pregunta más difícil, pues de un tiempo a esta parte, el cine español ha sido maniqueo con el tema de la religión, o nos venden hagiografías o caricaturizan a los eclesiásticos. Ella, junto con todo su equipo, han comenzado la vía intermedia, el acercarse a la religión sin prejuicios. “Tenemos que ver de dónde venimos” fue su respuesta. “La dictadura y crecer bajo una iglesia omnipresente en España creó el propio caldo de cultivo para lo que se ha visto hasta ahora, sin embargo, ya han pasado las generaciones y ahora los cineastas podrán acercarse a la fe y a los religiosos sin los prejuicios de nuestros padres” desea la zaragozana Paula Ortiz.
Al acabar la entrevista, se menciona su película anterior “Al otro lado del río y entre los árboles” (2022) que aún está en taquilla. A Paula Ortiz le entristece que se haya estrenado de tapadillo en España dicha película y que pocos hayamos sido los que la hemos visto. Cosa que no ocurrirá con “Teresa”, pues tiene todos los ingredientes para ser un éxito de taquilla y de crítica en este año.
