viernes. 03.05.2024
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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Cuando Ramón J. Sender escribió "Crónica del Alba" desde su exilio mexicano en 1942, lo hizo imbuido de una profunda nostalgia y dolor por su amado país, comprendiendo que su regreso sería una lejana posibilidad. Este dolor se expresa de manera elocuente cuando Sender evoca cómo en la antigua Grecia se brindaba a ciertos condenados la alternativa entre el exilio y la muerte, siendo para muchos preferible la segunda opción antes que abandonar su tierra natal.

Esta obra marca el inicio de una serie de nueve novelas que narran fragmentos de la infancia y juventud de José Garcés, un veterano de la Guerra Civil española, quien rememora su vida desde el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. La novela se revela como un intrigante retrato de la España del siglo XX y los espantos de la guerra.

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El dolor y la añoranza son los elementos fundamentales que Javier Barreiro ha plasmado en el espectáculo escénico "Crónica del Alba". Actualmente en cartelera en el Teatro Bellas Artes de Madrid, esta obra funde danza y el espíritu flamenco con el propósito de dar vida a las palabras nostálgicas y dolorosas de Sender. A través de los magistrales movimientos de los bailarines Miguel Ángel Berna y Sara Calero, la producción incorpora elementos de flamenco junto a pinceladas de danza contemporánea y experimental. El resultado es un imponente lienzo que representa los retazos del pasado y el retorno a la juventud.

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Aunque se cimenta en la obra de Sender, "Crónica del Alba" erige paulatinamente su propio universo de poesía visual y corporal. Si bien la obra incluye pasajes del libro (incluso alguno se lee durante la representación), estos no son esenciales para captar su esencia. Lo verdaderamente relevante radica en cómo Miguel Ángel Berna y Sara Calero se entregan plenamente en escena, transformando el dolor en movimientos físicos; momentos que abrazan el flamenco clásico y se aventuran en territorios vanguardistas, como cuando Sara emerge amarrada a largas cuerdas que parecen anhelar retenerla en el pasado.

En última instancia, "Crónica del Alba" ofrece una cautivadora exhibición de la belleza y versatilidad del cuerpo humano. A través del flamenco y el duende, somos transportados a la misma nostalgia que embargó a Ramón J. Sender en su exilio. La obra conmueve y duele en proporciones iguales.

'Crónica del Alba': transformando el dolor en danza