Cancelaciones de obras de teatro, retirada de revistas juveniles de bibliotecas públicas y hasta la prohibición de exhibición de una película infantil. El último zarpazo de la batalla cultural de las derechas ha sido a Almudena Grandes, tras la decisión adoptada por el Gobierno del PP en La Rioja de retirar el nombre de la escritora de su biblioteca regional, lo que de nuevo ha provocado la indignación del mundo de la cultura que se ve seriamente amenazado por las decisiones adoptadas por los nuevos gobiernos autonómicos y municipales de la derecha y ultraderecha constituidos tras las elecciones del 28 de mayo.
"Una insólita decisión"
“En menos de seis meses hemos visto lo que no se había producido en 40 años”, afirma el escritor Manuel Rico, a su vez presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE) en declaraciones a Nuevatribuna. En las últimas horas, el colectivo ha hecho público un comunicado en protesta por el anuncio de retirada del nombre de Almudena Grandes a la biblioteca pública más importante de La Rioja, una “insólita decisión” que califican de “injustificada, irreflexiva e inexplicable” y ante la que muestran “su más rotundo desacuerdo”.
A finales de 2021, el anterior gobierno riojano (PSOE-Podemos) puso a la biblioteca el sobrenombre de Almudena Grandes como homenaje a la escritora madrileña fallecida en noviembre de ese mismo año. Una decisión que ha sido ahora revocada por el nuevo consejero de Cultura del PP, José Luis Pérez Pastor, quien se escuda en razones de índole técnico y procedimental y en el hecho de que las bibliotecas provinciales suelen llevar solo el nombre de su región.
Despojar a un autor de un reconocimiento es una decisión agresiva que no podemos entender sin que existan motivos de mucho peso, que no se dan en el presente caso
La explicación del consejero ha causado “estupor” en la ACE. “Despojar a un autor de un reconocimiento es una decisión agresiva que no podemos entender sin que existan motivos de mucho peso, que no se dan en el presente caso. Los argumentos basados en supuestos errores de procedimiento utilizados por el gobierno riojano no justifican en absoluto una decisión que supone un agravio a los lectores, a los usuarios de las bibliotecas y al colectivo autoral y que afecta gravemente a la libertad de expresión y a la cultura de nuestro país”, señala y reclama al Gobierno regional que “rectifique” y “devuelva el honor concedido a la escritora", galardonada, entre otros, con el Premio Nacional de Narrativa.
“No es lo mismo que no se ponga el nombre por razones administrativas a que una vez puesto, aunque sea por otro gobierno, se quite, eso es una barbaridad”, asegura Manuel Rico, que ve razones de “carácter político” detrás de esta decisión teniendo en cuenta que la gran parte de la obra de Almudena Grandes está dedicada a la memoria histórica y a la memoria colectiva: “No puede haber ninguna justificación de índole administrativo o procedimental, sino que es una decisión de fondo”, subraya.
Censura a grandes nombres de la literatura universal
Este hecho tiene lugar -denuncia ACE- “tras la sucesión de preocupantes iniciativas producidas en los últimos meses en distintos puntos del país, que consideramos inaceptables en democracia y que han supuesto un paso atrás en el respeto a un principio constitucional como la libertad de expresión y de creación artística y cultural”. La asociación recuerda que la censura está afectando no solo a creadores actuales, sino a grandes nombres de la literatura universal como Virginia Woolf, Teresa de Ávila, Lope de Vega o Miguel Hernández entre otros.
“Esto no pasaba desde los años del tardofranquismo”, afirma Manuel Rico
ACE lleva contabilizados alrededor de una decena de actos de censura cultural desde que se conformaron los nuevos gobiernos salidos de las urnas hace seis meses. “Esto no pasaba desde los años del tardofranquismo”, afirma el presidente de la asociación que viene recibiendo quejas de autores y actores, principalmente de teatro, el sector más afectado. Hasta ahora se había dado algún caso puntual en el ámbito cultural y de la libertad de expresión por denuncias contra raperos, pero por decisión judicial, pero “que actúe una administración y levante una obra que ya ha sido programada no tiene precedentes y es un acto de censura profunda que no se produce en casi ningún país de Europa”, señala.
Se suceden los actos de censura
Ya en el verano de 2022 comenzó a saltar la voz de alarma con la cancelación de la obra de Paco Bezerra ‘Muero porque no muero’, una interpretación irreverente de Santa Teresa de Jesús que ha sido galardonada con varios e importantes premios literarios. La obra iba a estrenarse en enero de 2023 en los Teatros del Canal, pero fue vetada en el último momento por el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que esgrimió ajustes en el presupuesto, a pocos meses de celebrarse los comicios de mayo.
Entre los últimos casos conocidos figura el intento de Vox, en julio de este año, de modificar el texto de ‘La Villana de Getafe’ de Lope de Vega por sus “insinuaciones sexuales”, finalmente frustrado por el ayuntamiento de la localidad madrileña donde gobierna la izquierda.
Ese mismo mes se conocía la decisión del ayuntamiento de Valdemorillo (Madrid) gobernado por PP y Vox, de cancelar la adaptación de la obra ‘Orlando’ de Virginia Woolf que ya había tenido más de cien representaciones por toda España. La razón entonces esgrimida fue por falta de presupuesto, pero según denunciaron dramaturgos de toda España, la decisión revelaba “obvias connotaciones ideológicas y autoritarias”.
También en julio pasado el nuevo alcalde del PP de Briviesca (Burgos) cancelaba una obra de teatro sobre un maestro republicano fusilado; y en Bezana, un pueblo de Cantabria gobernado por PP y Vox, se prohibió la exhibición de la película ‘Lightyear’ por un beso entre dos personajes femeninas.
En la localidad de Burriana (Valencia) la ultraderecha vetó varias publicaciones juveniles, en concreto cinco revistas catalanas cuya suscripción en bibliotecas quedó cancelada. O el levantamiento de una obra de teatro en Palma de Mallorca sobre trastornos alimentarios.
El último caso de censura también se ha producido este verano tras suprimirse de la programación cultural en Toledo la obra teatral ‘La infamia’ cuyo estreno estaba previsto para finales de año.
Ante esta larga muestra de casos, la ACE y otras asociaciones no descartan movilizaciones en protesta por la censura cultural que está llevando a cabo el PP y Vox. Previo a las elecciones del 23 de julio, medio centenar de entidades del ámbito cultural lanzaron un manifiesto en defensa de la libertad de expresión y de creación que incluía además otras reivindicaciones del sector.
