viernes. 29.03.2024
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Hay once estados por encima de ti en el mundo en cuanto a la economía, que es algo demasiado importante, la economía, digo, así con mayúsculas, la Economía, como para ser uno de los doce primeros. El doce, no está nada mal… Y has llegado a ser el séptimo. Tus más de un millón de millones de euros de PIB, de Producto Interior Bruto, no son moco de pavo, ni tus 23.200 euros anuales per capita, es decir, 23.200 euros para cada español (cada español-español-español, es decir, habitante de hecho tuyo, España) en el caso de que ese PIB se repartiera equitativamente. ¡Ja! Y digo ¡ja! Porque resulta que el 10% de la población más rica acumula el 52,8% de la riqueza, y el 25% más pobre carga con más deudas que activos. Sigo. De la modernidad de esa economía tuya que no está tan mal da fe que la mayoría de lo que produces y la mayoría de la gente que trabaja lo haces, lo hace, en ese sector terciario que no es ni el agropecuario ni el industrial o extractivo (por eso terciario, pues estos otros son primario… y secundario, respectivamente): un 74,9 % de ese PIB tuyo tan sobresaliente sale del sector servicios, ese que no produce bienes materiales pero sí inmateriales (por eso se llama sector servicios), cuya tasa de empleo es el 76,2 % del conjunto de los sectores económicos. Vayamos con ese sector predominante, digamos algo de su descomunal importancia en ti, país de países tan desarrollado aunque a veces no lo parezca… Empecemos por la joya de la Corona.

Lugares comunes, los que visitan tus turistas, por ejemplo, o no tan comunes, claro, y frases como que el turismo es “uno de los pilares” de tu economía. Eres la segunda potencia mundial en ingresos económicos allegados por el turismo (sólo Estados Unidos te vence), la tercera en número de turistas extranjeros que llegan a tu suelo, por tierra, mar o aire: Estados Unidos y Francia se te adelantan. Casi un 6 por ciento de los turistas que van a otros países a eso, a hacer turismo, van a ti a hacerlo, a tus montañas, a tus playas, a tus ciudades, a tus llanuras, a tu vida europea, sobre todo a Cataluña y a Canarias, donde acuden casi el 26% y el 18%, respectivamente, de los que se llegan hasta ti. Cómo será de importante para ti, cómo serás de importante en este ámbito, que la Organización Mundial del Turismo (uno de los organismos internacionales vinculados a la ONU) tiene su sede en tu capital, Madrid.

Y más datos sobre lo que eres en la economía mundial, también dentro de este sector terciario que predomina en tus actividades. Vamos con tu sistema bancario: dos de tus bancos, el Grupo Santander y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, son dos de los 36 primeros del mundo.

Una curiosidad o no, no sabemos, que juzgue el lector: tienes una energía eólica de campeonato, pues tu capacidad para producirla es en ocasiones más del 20 % del total de tu sistema eléctrico, lo que la convierte a menudo en tu segunda fuente de energía, y lo que hace de ella que sea la cuarta del mundo en cuanto a potencia instalada, sólo superada por, ojo, China, Estados Unidos y Alemania. Por cierto, viene a cuento: qué escasos son tus recursos energéticos y cómo te hacen depender de los recursos extranjeros.

Tienes 51 aeropuertos, 33 de ellos con vuelos internacionales, los más importantes de los cuales son el madrileño Adolfo Suárez Madrid-Barajas y el catalán Barcelona-El Prat; 683 000 km de carreteras, dieciséis mil de ellos de autopistas, ámbito este en el que eres la quinta del mundo (detrás de países de una extensión mucho mayor, China, Estados Unidos, Rusia y Canadá); y más de 50 puertos internacionales, donde brillan el gaditano de Algeciras y el pontevedrés de Vigo.

Para acabar con el sector terciario, un dato significativo: tienes 4,6 médicos y 3,3 camas por cada 1.000 habitantes. No es mucho, pero no está mal.

Vayamos a tu sector primario, ese que dominó durante siglos tus quehaceres, incluso durante algunos de los milenios anteriores a que la palabra España siquiera se paseara por ningún lugar. Tu agricultura no emplea más que al 4,3 % de tus trabajadores, lo normal en estos casos, o así. Tierra de cereales desde antaño y aún algo en este hogaño tan poco rural, de (mucho) trigo, de cebada, centeno y avena, tierra de remolacha azucarera, del maíz y las patatas que te trajeron cuando los tuyos se fueron a aquellas tierras americanas, tierra de arroz y tomates, de viñedos y olivos y de naranjos y de cebollas. Tierra de secano, abundante pero no única, con tus regadíos e incluso ya cada vez más con tus cultivos bajo plástico. España y tu mucho corcho, eres tierra de ovejas y cerdos, de vacas y de cabras, de caballos y de gallinas. Eres el cuarto país del planeta a la hora de comer pescado. Lo que habla de lo mucho que la pesca se beneficia de tu tantísima costa. Como que tengas 10.000 barcos y tus 36 mil tripulantes sean el 30% de los tripulantes de la Unión Europea, donde eres el estado número uno en casi todo lo que tiene que ver con la pesca. Mucho atún el tuyo, y tus calamares, y tus merluzas, sardinas y anchoas, mucha caballa la tuya, y tu pescadilla y tus mejillones.

Estamos llegando a tu sector secundario. Ya hemos llegado y pasamos directamente a tu industria. Pero antes, conviene decir, y se dice que, si el sector primario aporta únicamente el 2,5% de tu PIB, el secundario (que incluye la industria, la minería y la energía, además de la construcción) llega al 22,6% (y el terciario se queda, ya lo vimos, con lo demás, el 74,9%). Eres, España, por ejemplo, el primer productor mundial de vino y aceite de oliva. Exportas muchos vehículos, el 80% de los que produces, y para hacerlos empleas al 9% de las personas que trabajan. Personas que, en el total del sector secundario, por cierto, son el 19,4% de las que curran en todo tu territorio. Pero, el caso es que no eres muy buena en eso del sector secundario, y de hecho muchos historiadores se han pasado la vida, su vida de historiadores hablando del fracaso de la Revolución Industrial en ti. De tu fracaso, uno más, uno de tantos, quizás el más importante para ellos.

Y qué decir, sí, llegó el momento, de tu crisis más reciente, esa que manifestaste en plan campeón, a lo grande, ya cuando la internacional del año 2008 se posó sobre ti y los tuyos, y tus gobernantes se vieron en la necesidad o no fueron capaces de hacer otra cosa, que no sabemos, de/que llevar a cabo los tristemente célebres recortes presupuestarios que no facilitaron demasiado las cosas, o sí, según quien lo analice, a la mayoría de la población, y especialmente para los sectores más bajos de tu sociedad, tan apocados y paupérrimos y depauperados desde entonces, tan sometidos a la nueva dictadura de tu economía incapaz de salir del ladrillo y las burbujas inmobiliarias y quizás tan encorsetada por la falta de iniciativa emprendedora de un país de países carente de verdaderos empresarios emprendedores. Y menudo es tu desempleo, qué niveles es capaz de alcanzar, esos sí de primera magnitud, a la cabeza de Europa: de los 46 millones que te habitamos casi cuatro de esos millones están desempleados, un 18% de tu población activa (lo de activa, ya se sabe, es un decir), algo que afecta más a tus mujeres (al 20%) que a tus varones (un 17%). Tu población activa, por cierto, es de casi 23 millones de trabajadores, y sólo el 16% de ellos está afiliado a algún sindicato.

Próxima entrega: 4  Tu gobierno

3. Tu economía