jueves. 25.04.2024
ENTREVISTA | CON PEPO PAZ SAZ, DIRECTOR Y EDITOR

Los quince años de un proyecto editorial independiente: Bartleby Editores

Bartleby Editores nació casi con el siglo: en el verano de 1998. A lo largo de quince años, contra viento y marea, ha hecho una apuesta decidida por la buena literatura. Pepo Paz Saz, su director y editor, nos habla de estos quince años, de la crisis, del presente y del futuro de la editorial..

En la Feria, Pepo Paz muestra el volumen II de la poesía completa de Javier Egea

Dentro del "ciclo" de entrevistas a editores independientes para valorar la experiencia de este sector ante una crisis económica que lleva extendiéndose y profundizándose desde 2008. entrevistamos a Pepo Paz Saz. Por estas páginas han pasado Los libros de la Catarata, Amargord, Rey Lear y Olifante. Ahora, Bartleby Editores, en el año en que cumple tres lustros vida (una eternidad en el ámbito de la edición independiente) nos cuenta sus impresiones. El pasado, el presente y el futuro. Con una experiencia aún muy reciente: la última Feria del Libro de Madrid.

Nueva Tribuna: ¿Cómo nace la editorial Bartleby y con qué objetivos?

Pepo Paz Saz: El proyecto nació en el verano del 98 un poco por azar: nos juntamos tres amigos interesados en el mundo de las letras y de la escritura y nos planteamos, ante nuestras diferentes situaciones laborales, liarnos la manta a la cabeza. Por desgracia nuestro principal activo fue el entusiasmo: no sabíamos nada del mundo editorial y tampoco contábamos con un gran capital que respaldara nuestra iniciativa. Y  eso, en buena medida, lastra cualquier proyecto. Por fortuna sí contamos con el apoyo desinteresado de otro editor, Pío E. Serrano (de la editorial Verbum), que nos puso en el "buen camino": nos enseñó cómo se hacía un libro, nos facilitó el contacto con sus proveedores habituales, nos habló de la distribución comercial y nos sugirió un primer libro que fue toda una declaración de intenciones, los cuentos completos de José Lezama Lima (a través del contacto con la hermana del maestro, Eloísa, que vivía en Miami). Fueron tiempos de mucho entusiasmo, sin duda. Y de aprender a base de topetazos.

NT: Eso fue hace quince años, un plazo casi inalcanzable para muchas pequeñas editoriales. ¿En 1998 pensabas que tendría una vida tan larga?

PPS: No teníamos ni idea ni nos lo planteamos tampoco. ¿Han pasado ya quince años? Cierro los ojos y parece que fue ayer.

NT: ¿Con qué colecciones cuenta?

Actualmente tenemos activas dos colecciones: una de narrativa (donde hemos publicado autores de la talla de Haroldo Conti o John Steinbeck, descubrimientos magistrales como Brigitte Reimann o Giovanna Rivero y la obra narrativa de autores españoles de gran nivel, desde la novela póstuma de Ana María Navales a autores de gran proyección como Antonio Crespo Massieu, Recaredo Veredas o Justo Sotelo) y otra de poesía en la que tienen cabida autores españoles que han dado sus primeros pasos con nosotros (me refiero a Julieta Valero, Óscar Curieses, Gsús Bonilla, Miguel Ángel Serrano o Carlos Jiménez Arribas, entre otros), antologías que han reivindicado el primordial papel de la mujer en la poesía española (desde Mujer que soy. Antología de la poesía social y testimonial de los años cincuenta a Generación blogger. La manera de recogerse el pelo un trabajo que incluye la obra de trece poetas, mujeres y blogueras, acompañado de unos magníficos vídeos realizados por Patty de Frutos que podéis encontrar en Youtube) así como la obra de autores de una larga trayectoria.

NT:  ¿De qué autores estamos hablando?  

PPS: Pues…  desde Javier Egea (de quien acabamos de publicar el segundo volumen de su poesía completa) a Angelina Gatell, Ángel Rupérez, Miguel Veyrat, Marta Sanz, Juan Carlos Suñén o Crespo Massieu, cuyo poemario Elegía en Portbou quedó segundo en las deliberaciones del último Premio Nacional (entre otros). Esta  colección de poesía tiene a su vez una serie que se llama Lecturas21 y en la que publicamos titulos capitales de poetas españoles consagrados a las que acompañamos con una "lectura" no ortodoxa (a manera de epílogo) de alguno de los "jóvenes" poetas que comenzaron a publicar en los comienzos del siglo actual. Un siglo que lleva ya, también, trece años de vida. Esta serie acoge la obra de autores clave como Félix Grande, Gamoneda, Caballero Bonald, Diego Jesús Jiménez, Paca Aguirre, Carlos Sahagún o Antonio Martínez Sarrión.

NT: ¿Tenéis una "política de autor" o eso queda para las grandes editoriales?

PPS: Las editoriales de tamaño pequeño jugamos la partida de los "huecos": en la medida que los grandes grupos editoriales orientan sus catálogos a los resultados de la cuenta de pérdidas y ganancias, estrechando cada vez más el horizonte editorial, las pequeñas contamos con mayores oportunidades para cubrir esos huecos y tratar de construir un catálogo solvente, de calidad y de interés para los lectores. Esa es nuestra política editorial, lo que no sé si responde a tu pregunta. Las pequeñas, en la medida de lo posible, tienen que cuidar que nuevos autores salgan a la palestra pero tampoco pueden pelear con las grandes por ellos una vez que alcen el vuelo. Es nuestro papel, sin más.

Para el responsable de Bartleby “construir un catálogo solvente, de calidad y de interés para los lectores. Esa es nuestra política editorial”,

NT:. ¿De qué títulos se siente la editorial especialmente "orgullosa"? ¿Ha contado con algún "éxito de ventas"?

PPS: Nosotros nos sentimos orgullosos de todos y cada uno de los títulos que se han publicado en estos quince años. El mayor éxito es escuchar a los lectores hablando con entusiasmo de un libro que has publicado. Las cifras son poco significativas: un gran éxito para nosotros sería un gran fracaso para un grupo editorial.

NT: El fondo de Bartleby, con Carver, Sylvia Plath, Auden, Grass, Gamoneda o Félix Grande, está nutrido de poetas anglosajones contemporáneos. ¿Hay una cierta "línea editorial" en esa dirección?
 
PPS: Sin duda: nuestro lema es "Quince años creando lectores". Bartleby Editores abordó hace años la publicación de manera sistemática de la poesía de autores anglosajones en ediciones bilingües, desde los clásicos hasta los más contemporáneos. En ese sentido nuestro catálogo ofrece excelentes traducciones de autores que nunca nadie antes había publicado acá, por eso nos sentimos orgullosos de haber "creado lectores". Se trata, sin duda, de nuestra seña de identidad más reconocible, el valor a cuidar, la guía por la que continuar el camino. Nuestro nicho de mercado, por así decirlo. Pero eso no se hubiera conseguido sin contar con la ayuda inestimable del grupo de traductores que han estado a nuestro lado en estos años y que son en buena medida los que han conseguido que la nave cumpliera con su travesía (espero no olvidarme de nadie: Jaime Priede, Xoán Abeleira, Rubén Martín, Christian Law Palacín, Luis Ingelmo, Eduardo Moga, Carlos Jiménez Arribas, Ibon Zubiaur, Marcos Canteli, Abel A. Murcia, Geraldo Beltrán, Sandra Santana, Mori Ponsowy, etc., traductores valientes que han aceptado nuestras propuestas más arriesgadas con entusiasmo). Yo siempre digo que hay dos tipos de traductores: los que nunca se arriesgan y los otros. En Bartleby estamos con estos segundos. En las editoriales ha habido siempre una tendencia a ir publicando cosas desperdigadas en función de las propuestas que llegan a la mesa de trabajo de un editor/a. Nuestra decisión fue otra, sin embargo: vale, te unes al equipo de traductores pero queremos que trabajes con esta obra/autor. Es la única manera de dar coherencia a un catálogo, de modelarlo en función del proyecto bajo el que se publica. Creo que ese ha sido, en buena medida, uno de nuestros aciertos.

NT: ¿Y en narrativa? Haroldo Conti, Steinbeck, Stifter  ¿La calidad es lo primero?

PPS: El problema de tener un sello tan identificado con la poesía es que lastra el resto de iniciativas: nuestra colección de narrativa ha apostado también por encontrar un equilibrio entre autores clásicos y contemporáneos a partir de la calidad, la originalidad y el cuidado por las traducciones. Pero no ha conseguido arrancar definitivamente pese a ello.

NT: ¿Cómo ves el panorama editorial con la crisis como telón de fondo?

PPS: El cambio del modelo de negocio editorial es una realidad cotidiana. Hay un proceso de creciente concentración, la burbuja del libro se ha desinflado y todos los agentes andamos buscando nuestro lugar ante el nuevo horizonte (incluidos autores y lectores). Lo veo con mucha preocupación, sin duda.

NT: ¿Estamos ante una crisis de lectores o ante una crisis de poder adquisitivo de los lectores?

PPS: Estamos ante la madre de todas las crisis (que lo engloba todo a la vez): la gente lee, pero busca alternativas en las bibliotecas y en la Red. Y, pese a todo, nuestros lectores responden en la medida de sus posibilidades. Tenemos que estarles muy agradecidos porque el día a día de mucha gente es más complicado y duro de lo que parece a veces.

NT: ¿La librería sigue siendo un instrumento imprescindible en el circuito editor-lector o es inevitable rendirse al dominio de las grandes superficies?

PPS: Sigo siendo un firme defensor de la unión entre librerías y editores independientes, como lo era el por desgracia recientemente fallecido Javier Cambronero (director comercial de UDL Libros y una de las personas que más han apoyado el crecimiento de las editoriales independientes en España en la última década). No es que sean un instrumento imprescindible: es que son la vía por la que hay que transitar. Ellos son parte fundamental en todo el entramado del mundo del libro: conocen a sus lectores y prescriben lecturas. Son nuestros socios privilegiados. 

NT: ¿En qué medida está afrontando la editorial el "horizonte digital"? ¿Tu editorial se ha lanzado a la edición de e-book? 
 
PPS: Hay bastante confusión en todo esto. Nadie había realizado un estudio serio y solvente de la demanda del libro digital (los más entusiastas lo comparaban de alguna forma con el de la música). Pero un libro no es una canción. La demanda de libros electrónicos es un fiel reflejo, a pequeñísima escala, de lo que ocurre con el libro en papel. Conozco editores que han invertido mucho dinero en digitalizar sus fondos y que, por desgracia, no saben cuántos años van a necesitar para recuperar su inversión. Yo creo que el error ha estado en la base: pensar en trasladar nuestra experiencia como editores en papel a un universo con reglas diferentes, el digital. Por eso hemos apostado también por trabajar con agentes externos al mundo del libro que puedan aportarnos experiencias de venta diferentes. hay que repensarlo todo desde el principio, sin duda.

NT. ¿Consideras necesaria una política de ayudas y subvenciones de las Administraciones? ¿Cuál es vuestra experiencia?

PPS: Personalmente no creo en la cultura subvencionada tal y como se la conoce en España. En nuestro país sólo ha servido (en líneas generales) para apoyar a los amigos de los responsables de turno, sin un criterio claro y reconocible. Desgraciadamente ni los gobiernos de centro-izquierda fueron capaces de romper con esa inercia cuando les tocó la responsabilidad de hacerlo. Tampoco creo en ese entramado opaco que se ha generado en torno a los premios literarios que se gestionan con dinero público. En Bartleby Editores no publicamos premios, otra manera de cuidar la independencia de nuestras decisiones editoriales. Al mundo del libro se le apoya verdaderamente desde la base, creando planes efectivos de fomento de la lectura, despertando la pasión por los libros desde muy pequeños: si el dinero que se les da a las editoriales directamente con la compra de ejemplares para las bibliotecas públicas se empleara en trabajar en el fomento real de la lectura nos iría mucho mejor. Las ayudas son pan para hoy y hambre para mañana. Con lectores voraces no se necesitarían ayudas a la edición. Sólo hay que ver los índices de lectura en nuestro país...

NT. ¿Con qué perspectivas y con qué objetivos estáis trabajando a corto y medio plazo?

PPS: El objetivo, ahora y hace quince años, fue sobrevivir, aguantar pasito a pasito, seguir creando lectores y afianzar las líneas que nos particularizan. 

NT: ¿Vais a celebrar el 15 aniversario de una manera especial?

PPS: Estamos en ello, pero no puedo adelantar mucho. La mayor fiesta tiene que ser continuar publicando libros que emocionen e interesen a los lectores.

NT: ¿Puedes hacer un breve balance de vuestra presencia en la Feria?

PPS: La feria, como dice el refrán, va por barrios. Si eres capaz de pensar algo que funcione o cuentas con autores más o menos "mediáticos" resulta relativamente sencillo desnivelar la balanza de las ventas hacia el lado del entusiasmo. Para mí lo más importante de la feria, con todo, no son las cifras de ventas: es el contacto directo con los lectores y con los colegas del mundo editorial, una especie de curso de convivencia que a todos nos viene muy bien al menos una vez al año. Hay una contracción de la demanda y una caída de las ventas significativa respecto a los dos años anteriores (al menos en nuestro caso), pero seguimos teniendo lectores fieles que vuelven años tras año. Y eso es una gran satisfacción. Y este veranos seguiremos de feria: en julio en la FLIC (Feria del libro Independiente de Cantabria) el primer fin de semana de julio, en la de Soria a mediados de julio y en la de A Coruña el primer fin de semana de agosto.

NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA

Pepo Paz Saz es editor independiente y fotoperiodista. Premio Región de Murcia de Turismo 2006 (modalidad Periodismo y Comunicación), en los últimos quince años ha publicado regularmente sus crónicas viajeras en el diario El Mundo y, entre otras, en las revistas DeViajes, Turismo Rural, Paisajes desde el tren, Mía y Qué Me Dices. Actualmente colabora también en la revista online Eco-Viajes.com

Los quince años de un proyecto editorial independiente: Bartleby Editores
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