El resultado tal agrupamiento de obra pictórica es un resumen de la colección del Museo y un acercamiento a los orígenes del arte que permitirá al espectador admirar cada obra en condiciones de cercanía, meditación y recogimiento y, a la vez, encontrarse con piezas rara vez exhibidas en sus salas. De otro lado, muchas de esas piezas han pasado por un profundo proceso de restauración.
Para albergar la muestra, patrocinada por la Fundación BBVA, las salas de exposiciones temporales del Museo se han convertido en una sucesión de gabinetes ordenados a lo largo de 17 espacios de mayor a menor amplitud y de distintos formatos. Esa disposición permite al visitante realizar un recorrido histórico-artístico que, por primera vez en la historia de la institución, analiza las raíces de las obras de pequeño formato y sintetiza la colección del Prado más íntimo.
En la muestra tienen cabida todos los géneros y toda la temática que “habita” en la pinacoteca más importante de España, desde la mitología hasta la exaltación de lo coticiano, pasando por imágenes de devoción, retratos, naturaleza, reflexiones sobre el ser humano, hasta la exaltación del poder. También es posible comprobar los diferentes soportes y técnicas (cristal, mármol, tabla, lienzo, pizarra, cobre y hojalata) que conviven en el Museo.
El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, destacó, en su presentación, que el objetivo ha sido "crear un pequeño museo dentro del museo". "Es un acto de generosidad del Museo consigo mismo y con quienes lo visitan. Es un ejercicio narcisista del Prado para observar su propia belleza", afirmó.
También subrayó que "desde hace mucho tiempo, el Prado no se mostraba tan extenso y abundante" gracias a esas 17 salas que muestran obras de Fra Angelico, Roger van der Weyden, Durero, Rafael, Velázquez, Rubens, Pieter Brueghel el Joven, Murillo, Luis Paret, Goya, Fortuny, Madrazo, Rosales o Carlos de Haes.
Durante poco más de un año y gracias a la colaboración de la Fundación Iberdrola, el Museo del Prado ha realizado un importante esfuerzo para limpiar y restaurar más de setenta de las obra que se muestran en la exposición, para presentarlas en las condiciones idóneas de belleza.