Por iniciativa de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo-UNCTAD-, se lleva a cabo a nivel global la discusión de lo que serian las nuevas guías de las Naciones Unidas para la protección de los derechos de los consumidores, para lo cual se han celebrado varios eventos a nivel global así como foros regionales en los que se han definido temas esenciales para el futuro de los derechos de los ciudadanos en su relación con el mercado: los consumidores.
Para la formulación de las propuestas se ha partido del hecho de que las guías anteriores, 1985 y su posterior revisión en el 1999, se aplican exitosamente, aunque algunas deben ser retomadas y fortalecidas.
En los últimos 15 años han surgido nuevos temas de interés que impactan en los consumidores los cuales están vinculados a la revolución tecnológica que ha proporcionado la era del conocimientos y con ella un sistema de información que propaga a una velocidad nunca antes vista las nuevas ofertas del mercado, tanto de bienes como de servicios.
Esta situación nos convoca a nuevas reglas de convivencia a partir de que en la aldea global los actores principales son los proveedores y los consumidores quienes están llamados a una revisión de sus normas de convivencia de acuerdo a los tiempos actuales. En ese sentido las nuevas guías que se discuten incluyen los temas siguientes:
El Comercio electrónico. Aparece como un elemento nuevo que amerita de unas guías capaces de orientar a los gobiernos signatarios de las Naciones Unidas en el trazado y revisión de sus políticas públicas encaminadas a la protección de los consumidores.
Los Servicios Financieros. Es otro de los temas fuertes en la discusión de las directrices debido a que la pobre regulación de ese sector provoco la crisis financiera del 2008 cuyos efectos se sienten en muchos países cuyas economías han colapsado. En este orden la Republica Dominicana propuso “que se incluya la necesidad de que los gobiernos se comprometan a legislar para que en caso de quiebra de los bancos y las entidades financieras, en vez de los gobiernos inyectar recursos para intentar salvarlas de sus malas prácticas o fraude, estas respondan por sus acciones y se otorgue preeminencia al pago de los ahorros de los depositantes, así como la responsabilidad solidara entre sus accionistas, socios, directivos quienes deberán responder con sus bienes”.
Otros temas. En el proceso de discusión que se lleva a cabo desde el 2012 cuando se reunió por primera vez el comité Ad Hoc para la discusión de las nuevas guías, surgieron los llamados nuevos temas los cuales incluyen la protección de los datos personales, el comercio transfronterizo, mecanismo de reparación colectivos, publicidad engañosa, acceso al conocimiento, turismo, asuntos inmobiliarios y servicios públicos.
Mecanismos explícitos para la aplicación de las DNUPC. Este es un tema que se discute y que ha concitado el apoyo de todos los países participantes, quienes abogan porque en la ONU se conforme una estructura interna, que podría ser: la Comisión de las Naciones Unidas para la Protección de los consumidores, y el Grupo Gubernamental de Protección del Consumidor, que impulse y evalúe la implementación de las directrices en todos los países miembros de la ONU y de otros espacios destinados a la protección de los derechos de los consumidores.
Hasta el momento estos son los temas expresados en el borrador que se discute en los gobiernos con miras a las nuevas directrices de la ONU sobre protección al consumidor.
De consolidarse y tener éxito, las nuevas guías conducirán hacia los objetivos del desarrollo sustentable. Ese desarrollo no puede ser alcanzado si no se toma en cuenta el principal activo del planeta: los seres humanos, cuyos derechos e intereses se ven amenazados por el modelo de desarrollo vigente basado en el consumismo que trae consigo la cultura del engaño, y otros males que sencillamente aniquilan las esperanzas de los pueblos.
La degradación del medio ambiente, las emisiones de CO2 por encima de lo tolerable son una amenaza para la vida en el planeta por lo que unas directrices para la protección del consumidor deberán apuntalar hacia la educación para el consumo sustentable y que el concepto no sea una retórica sino una guía para la acción dentro de la defensa de los derechos de los consumidores que ameritan el cumplimiento de directrices anteriores como lo es el derecho a un medio ambiente que no constituya una amenaza para la vida.
Por Altagracia Paulino | Directora de Proconsumidor (Organismo estatal de protección del consumidor de la República Dominicana)
