Tras ocho grandes llamaradas solares X consecutivas en apenas dos semanas y la aparición de nuevas grandes regiones activas en la cara orientada a la tierra del Sol, -pero que hasta el momento apenas habian mostrado ninguna atividad-, nuestro astro rey acaba de desencadenar una nueva gran llamarada solar X a las 11:40 de esta mañana, hora peninsular española.
Dicha gran llamarada solar causaba en breves minutos fuertes apagones de radio sobre África y Oriente medio, en la escala R3 de NOAA (que va de R1 a R5, máximo valor).
La llamarada solar se producia, además, en la región activa 1893, que al encontrarse ya prácticamene rotada hacia el limbo oeste, hace pensar que la posible eyección de masa coronal asociada al evento no sería geoefectiva, si bien la trayectoria debe ser todavía confirmada.
Desde el Observatorio del Clima Espacial han querido recordar que este fenómeno solar concreto no reviste peligrosidad, si bien recuerdan que en los últimos tres ciclos solares han sido confirmados más de 30 grandes eventos superiores al X9, varios de ellos X20 o cercanos, "esos sí serían, en cambio, eventos solares extremos que, en un momento dado, y concuriendo la combinación adecuada de factores, pueden ser de gran impacto y peligrosidad potencial contra redes e infraestruturas, vitales para nuestras modernas sociedades".
De hecho, entre las recientes medidas internacionales para proteger nuestras redes e infraestructuras, y como ya había avanzado nuevatribuna.es esta misma semana tuvo lugar, en medio de un gran secretismo que ha sido objeto de duras críticas por parte de distintos expertos, el mayor simulacro de apagón continental de la historia, "Grid Ex II", que ha implicado a más de 5000 instalaciones y miles de funionarios y miembros de distintas agencias desde la Protección Civil o la NERC, hasta el Departamento de Seguridad Nacional y el Ejército, con la participación conjunta, además, de México y Canadá, así como de unidades del Ejército Chino desplazadas hasta Hawaii, y al tiempo que el Reino Unido testaba en paralelo en esos días la resiliencia de sus propias redes e infraestructuras financieras.
Sin embargo de todo ello apenas ha trascendido hasta el momento un escueto comunicado de la NERC (North American Electricity Reliability Corporation) a la finalización del mismo.
